martes, 25 de junio de 2024

Acoger, la cuarta puerta (y IV)

(Continuación del documento "Acoger, la cuarta puerta (III").

Pepa Torres Pérez

5) CUARTA CLAVE: ACOGER ES EMPEZAR A INTEGRAR (entendiendo esta palabra desde una perspectiva crítica y por tanto no como asimilación).

-Generar juntos y juntas espacios de encuentro desde el cuidado de las relaciones   personales y sociales,

Nuestros barrios, están hambrientos de acogida y de integración, de hogar, de reconocimiento, aunque al mismo tiempo la temen. La globalización nos abre a nuevas perspectivas convivenciales está suponiendo también en sus aspectos más negativos, la demonización del diferente y la ideología de la seguridad y la sospecha a cualquier precio. La acogida, la hospitalidad son hoy más que nunca un signo profético y por lo tanto amenazado y sancionado de múltiples formas que requieren tiempo, cuidado, discernimiento, calidad y apuesta gratuita por ello

Acoger nos complica la vida e implica riesgos, porque la acogida es también política y nos posiciona  en los ambientes y rompe la neutralidad de lo políticamente correcto.

-Acoger es apostar por la reciprocidad, la mutualidad y la disposición a entrar en dinámicas hondas de compartir. 

Compartir es “partir-con”. Esta preposición es fundamental para comprender su significado. Es muy distinto “partir algo para otro”, que partirlo con otro. Compartir conlleva participar de un universo común, supone reciprocidad. Quien comparte se hace “compañero y compañera”. Compañero y compañera viene de “Cum-panis”, palabra que evoca comer el mismo pan, es decir, participar de la misma vida, del mismo sueño. Compartir es yo doy de lo mío (lo que tengo, lo que soy) y tú das de lo tuyo (lo que tienes lo que eres). Es alteridad y mutualidad.

Ser compañeros de vida en un trayecto del camino, es más que ser “ayudadores” o “expertos” y entrar en la cultura de los saberes compartidos y los procesos colectivos. Esto requiere compartir las motivaciones hondas que nos sostienen en la vida, “nuestro bienes y valores culturales y espirituales, para aprender de ellos y valorarlos mutuamente”, buscando otros que empaticen con la situación con quienes se hallan en situación de desigualad o sufrimiento, lenguajes que no “avergüencen” ni reproduzcan la discriminación ni la subalternidad, lenguajes orales y corporales que empoderen.

-Acoger es favorecer el salto de la resistencia al empoderamiento.

Potenciar el protagonismo de las personas apoyando procesos de capacitación, de formación, de reconocimiento de competencias y liderazgos al servicio de lo común. Es muy importante “sostener por detrás”, dejar espacio para que otros /a encuentren el suyo y lo sientan propio tomándolo. Apostar por el ensayo-error y hacer del error materia educativa, de la caída vuelo. Esto exige evitar lenguajes que refuercen la desigualdad, la subordinación, el victimismo, la vergüenza o la culpa.   

Es muy importante empatizar con el sufrimiento, no banalizarlo, pero no quedarnos sólo en él. Compartir buenos ratos entre nosotros y no sólo desgracias. La fiesta, la risa, nos ayudan a recuperar el aire cuando lo perdemos, nos ayuda a reciclar energías para seguir luchando y apostando por la vida en complicidad. 

-Acoger refuerza el coraje colectivo y el “juntar espaldas”, buscar abordajes colectivos a necesidades y problemáticas comunes y organizarnos para afrontarlas juntos. Buscar alianzas, tejer sinergias y trabajar en red. Porque la lucha por una ciudadanía alternativa y la cultura de la acogida y el encuentro pasan por el entramado de la redes: redes que como decimos en la Red Interlavapiés se parecen a la red de un circo: por su capacidad de acoger y amortiguar el golpe cuando la injusticia y la violencia “tumban” a la gente y a los pueblos, redes con capacidad de activar los dinamismos sociales y estructurales de protesta y propuesta que ayudan a  recomponer las energías, esperanzas y proyectos de quienes han caído para que puedan volver a “dar el salto”, y por último porque las redes, como la red de un circo están siempre ahí de forma discreta pero real, consistentes, con permanencia, con la conciencia clara que su objetivo no es la visibilidad sino que su visibilidad o invisibilidad están al servicio de los últimos y sus intereses.

Acoger es empezar a hacer posible ya la cultura del encuentro y para ello es imprescindible como dice Laura Casielles aprender  juntos “los idiomas comunes”, “las palabras elementales”.


Aprender cómo decir perdón en el idioma del que irrumpe,
Y buenos días, y toma, y he venido a conocerte,
Aprender cómo decir gracias,
En el idioma de los que rasgan y también se desgarran…
(…) Aprender cómo se dice pasa, esta es mi casa
(…) entender, aprender, cual es en cada tierra
La etimología del alma (…)

Pese al fascismo social que nos amenaza somos muchas las personas y grupos que nos resistimos a vivir blindados ya globalizar la indiferencia frente a los gritos de quienes reclaman el derecho y el deber de la hospitalidad, la justicia, el reconocimiento. Somos muchos y muchas quienes deseamos mirarnos a los ojos y hacer caminos de vida compartida juntos y diversos.

… Como nos sugiere este video de Amnistía internacional con el que termino "Mira más allá de la frontera"https://www.youtube.com/watch?v=dkr-olA5Wyc

Para obtener la documentación completa:

PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿De qué claves nos habla Pepa Torres para poder ACOGER conforme sería necesario?.
  • ¿Qué características tiene cada una de esas claves, qué significa ACOGER según lo que en esas 4 claves se señala?.
  • ¿Qué entidades hay en nuestra comunidad autónoma trabajando con las personas migrantes?, ¿están todas ellas trabajando en red,... o más bien va cada una a su aire, como puede y poco más?.
  • ¿Cömo podríamos trabajar todas de una manera más eficaz, rentabilizando más los recursos, respondiendo a las necesidades reales de las personas migrantes, haciendo equipo, trabajando en red y por lo tanto siendo al final más eficientes?.
  • ¿Qué pasos podemos ir dando para construir esta red cada vez más eficiente?.

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