Es más difícil encontrar un defensor más apasionado de los asuntos latinos
en América que el fundador de los Ángeles de la Frontera, Enrique Morones. Antes
de esto él era el vicepresidente de la comercialización latina e internacional
para el equipo profesional del béisbol de San Diego - los Padres.
Desde 1986, Enrique ha dedicado su vida a la prevención de miles de muertes
de migrantes que ocurren en la frontera México-Estados Unidos. Inspirado
por su fe, y un encuentro casual con Ethel Kennedy (la viuda de Robert
Kennedy), ha dado un rostro humano a innumerables migrantes, ofreciéndoles
compasión en forma de comida, agua, ropa, educación y defensa.
Americano orgulloso, e incluso más orgulloso mexicano, él fue la primera
persona en conseguir nacionalidad dual de Estados Unidos y de México en 1998.