1 de enero de 2005
NO TE DEJES VENCER POR EL MAL; ANTES BIEN, VENCE AL MAL CON EL BIEN
1. Al comienzo del nuevo año, dirijo una vez más la palabra a los responsables de las Naciones y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, sabedores de lo necesario que es construir la paz en el mundo. He elegido como tema para la Jornada Mundial de la Paz 2005 la exhortación de san Pablo en la Carta a los Romanos: «No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien» (12,21). No se supera el mal con el mal. En efecto, quien obra así, en vez de vencer al mal, se deja vencer por el mal.