Jesús
se presentó en su pueblo, donde había sido carpintero, como uno más, sin mitra,
sin báculo, sin pectoral, sin traje llamativo…
Fue
Jesús a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado,
empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que le oía se preguntaba
asombrada: "¿De dónde saca todo eso?. ¿Qué sabiduría es ésa que le han
enseñado?. ¿Y esos milagros de sus manos?. ¿No es éste el carpintero, el hijo de
María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón?. ¿Y sus hermanas no viven con
nosotros aquí?". Y desconfiaban de él. Jesús les decía: "No
desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su
casa". No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos
imponiéndoles las manos. Y se extrañó de
su falta de fe".
1.-Juzgar
por apariencias: