lunes, 20 de mayo de 2024

Cultivar los valores y virtudes

Con los ojos fijos en Él, en la realidad y la fe. 

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz. Carta Nº 237 – 19 mayo 2024 

“Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos.

Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco.”  Papa Francisco (LS 229).

Seguir de cerca el acontecer nacional y mundial resulta un acto frustrante y desalentador. Corrupción, impunidad, “metástasis” social, política y económica, desempleo, catástrofes ambientales, racismo, violencia generalizada, entre otros males, cubren la mayor parte de los noticieros y páginas de los informativos, especialmente, digitales.

Al redirigir nuestra mirada, nos encontramos con otra cara de la moneda: una realidad distópica, inundada de imágenes ficticias, juegos, aplicaciones, videos y otras pantallas que alteran la percepción de lo que sucede a nuestro alrededor, sumergiéndonos en un espejismo que seduce y engaña, sobre todo a los más jóvenes, quienes prefieren destinar su tiempo a refugiarse en un mundo alterno para evadir el presente.

Por un lado, programas que se enfocan en presentar el lado oscuro de la sociedad, el que es más cercano y tangible para las víctimas de un orden que descarta y desecha a los más débiles y vulnerables -entre ellos la naturaleza-; que promueve el consumismo, el dinero fácil, las mafias, el crimen y la impunidad, especialmente en un país en el que la memoria colectiva es frágil y selectiva, quizás por el hastío y el cansancio de saber que tras las figuras visibles hay poderes que son sumamente difíciles de desenmascarar y enfrentar.

Por otro lado, una burbuja virtual que cautiva y engendra ciudadanos hundidos en la superficialidad del entretenimiento, un universo paralelo que paraliza y produce generaciones que desprecian la disciplina, el esfuerzo, el compromiso y, en lugar de interesarse en cultivarse, prefieren la monetización de su imagen para convertirse en youtubers, influencers o cualquier nueva denominación que genere popularidad, además de réditos altos y a corto plazo. La “mentalidad de éxito” sobrepasa la capacidad innata del ser humano de generar pensamiento crítico y conocimiento, olvidando que, sin ello, la humanidad no hubiese alcanzado los logros científicos que nos permiten gozar del avance tecnológico actual en todas las áreas.

Sin embargo, este mismo terreno áspero y pedregoso es el terreno que elige la vida para defenderse y florecer a la luz del Espíritu, que nos ilumina y nos llena de ánimo y fortaleza para rechazar desde nuestro propio lugar histórico todo aquello que deshumaniza y degrada, todo aquello que nos roba la dignidad. Como hace casi dos mil años, ante un escenario adverso se desarrolla nuestra capacidad de liberarnos y optar por el bien, por la esperanza, por el amor que vence todo y nos mueve a crear y promover espacios donde todos podamos darnos la mano y reconocernos en el otro, sabiendo que la diversidad compone los más sublimes paisajes.

Es urgente que recuperemos la profundidad de seres senti-pensantes, que hemos caminado sobre el planeta desde hace millones de años, permitiéndonos descubrir la belleza que se encuentra tanto en las estrellas como en el vuelo de las aves y que, habiéndolas contemplado, despertaron la llama en nuestro interior ante la maravilla del universo y la naturaleza, llegando a visitar la luna y las estrellas tras construir naves que surcan, como pájaros, la atmosfera a grandes velocidades. Somos seres en camino.

Si cada uno de los que soñamos con un mundo mejor asumiéramos la tarea de construirlo desde nuestro espacio (familia, trabajo, barrio, etc.), reivindicaríamos, cultivaríamos y practicaríamos los valores que nos distinguen como especie con conciencia y creatividad, lograríamos cambios radicales en beneficio de los más pobres y vulnerables. La educación, en casa y en la escuela, tiene un reto enorme:  fomentar y cultivar las virtudes y el carácter que nos faculten elegir siempre el bien, especialmente el bien común por encima del egoísmo y la maldad para convertirlo en acciones concretas, como una demostración de que fuimos concebidos para la bondad y el amor. “En todo Amar y servir”. #ComuniquemosEsperanza

("Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas).

Articulo original: http://www.justiciaypaz.org.ec/2024/05/carta-no-237-cultivar-los-valores-y.html

Para contactar: cjusticiaypaz@gmail.com y justicia_ypaz@yahoo.com

PARA LA REFLEXIÓN Y LA PRAXIS:

  • ¿De qué realidades nos habla esta carta?. ¿Qué vemos en Canarias y resto de España en relación con esas realidades que señala el artículo?.
  • ¿Qué nos parece que hay detrás de esos telediarios que lo único que destacan son los desastres, los gravísimos problemas que parece nadie quiera resolver?, ¿qué mensaje subliminal nos comunica tanto catastrofismo?.
  • ¿Está el mundo todo así, tan catastrófico?, ¿no existen otras realidades que pueden demostrar que hay otras formas de hacer y estar en el mundo?, ¿por qué y para qué lo esconden estos mismos medios?.
  • ¿Qué propuestas nos hace esta carta 237 para cambiar esto?. ¿Qué podemos hacer nosotros aquí: en nuestras familias, nuestras comunidades cristianas, en los centros escolares, etc... para construir el mundo que queremos?.

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