Robots a los que se les da forma humana, máquinas a las que se les dota de sensores que les permitan captar sentimientos y hasta responder a esos estímulos,… y, por otra parte, personas, seres humanos, reducidos a números, a mercancía, explotación y sistemática aniquilación de su dignidad humana.
Paradojas.
Hay ya
muchas, demasiadas paradojas y contradicciones en nuestro mundo y nos estamos
habituando a ellas como algo natural y, por lo tanto, algo que debemos asumir
sí o sí “porque es que la realidad es así
y hay que adaptarse” (eso “entrecomillado” lo he escuchado infinidad de
veces y de personas de las que nunca pensé que dirían algo así). No es ése mi
pensamiento, más bien diría: “la realidad
no es así, la estamos haciendo así”, que es bien diferente.
En el
mundo de la enseñanza, por ejemplo, (al menos en España) hay una apuesta decidida por las nuevas tecnologías (tablets, móviles,…y su internet, la IA) hasta el
punto extremo de sustituir completamente los libros de texto por tablets denostando
todo lo escrito en papel y, por supuesto, sustituyendo la grafía escrita por
“actividades consistentes en unir con flechas, transladar vocablos, etc... pero en una tablet o en un móvil”;
ya da igual la grafía, la ortografía,… ¿Es que es mala la IA?, rotundamente NO,
lo que es pésimo y absurdamente contradictorio es pretender que el alumnado
desarrolle sus capacidades y habilidades cognitivas privándole de las oportunidades
de desarrollar todo el potencial de su inteligencia reduciendo
considerablemente el tiempo y el uso de medios no cybernéticos para dárselo en
demasía a los elementos que forman parte de la llamada IA cuando ésta es y debe
ser “un elemento más” no el único ni el más importante siquiera.
En el
mundo bancario… ya ven ustedes lo que sucede: como esté caída la red o haya
otros problemas cybernéticos no puedes sacar ni un céntimo aunque tengas miles
de euros en la cta. cte. Y aunque tengas urgencia de pagar algo en ese mismo
día; tendrás que apañártelas pidiendo ese dinero a algún familiar o amigo que
te lo preste… “porque sin internet los bancos no hacen ya nada”. Aparte de eso no cesan de reducir tiempos y personas de atención directa al público y tratando de realizar todo o casi todo a través de la IA; hay mucho abuso. “Hay que
adaptarse”, dicen, “porque esto es el futuro”.
También el móvil se ha convertido en pieza irreemplazable para operar con el banco a través de sus aplicaciones y si no las tienes… o si no tienes móvil… vas listo. Y esto irá a más porque quieren eliminar incluso las oficinas bancarias físicas y obligarnos a todos a realizar todas las gestiones desde lo cybernético (la pandemia COVID fue un excelente campo de pruebas para encajonarnos a todos en este sistema).
En el mundo laboral para “fichar” necesitas tener una aplicación instalada en el móvil y si no tienes batería o también hay problemas con internet… no puedes fichar hasta que eso no esté resuelto. Por supuesto es utilizable también para el uso del transporte público, para realizar pagos, validar firmas digitales mediante aplicaciones, etc… etc… Como no tengas móvil o lo pierdas… puede parecer que te quedaste sin nada. “Hay que adaptarse”, dicen.
Sí a los avances tecnológicos.
Sí, por
supuesto que sí, porque el problema no son esos avances, el problema está en
nuestro inadecuado o abusivo uso que hacemos de esos avances.
El problema no es que los bancos tengan problemas con la red de vez en cuando, el problema es que se niegan a disponer de los medios que hubo no hace mucho y que permitía un trato más humano y humanizador con cada cliente. Hoy parece que "les molestan mucho las personas" pero no su dinero, dinero que muchos de ellos invierten en la industria de la muerte y la destrucción de todo: las guerras son un negocio para ellos.
El
problema no es que en la escuela se utilicen las tablets, móviles y demás… el
problema es denostar lo que siempre fue excelente para desarrollar todas las
inteligencias de que disponemos, todas nuestras potencialidades y habilidades
cognitivas; el problema es que desde altas instancias “educativas” impongan
modelos que deshumanizan la educación y convierten este ámbito tan clave en la
construcción humana en simple mercado para determinados intereses a los que
poco o nada les importa si el alumnado desarrolla o no todas sus inteligencias,
potencialidades, habilidades o destrezas. La IA en la escuela está para ayudar, no para suplir.
El problema… señoras y señores es nuestra resignación y falta de espíritu crítico ante el mercantilismo de nuestro sistema y la deshumanización que nos empuja hacia un pensamiento único donde el ser humano pierde humanidad y se disfraza a las máquinas de apariencia humana.
¿Qué hacer?.
Revitalizando
la familia. No es normal, no debe serlo, que un alto porcentaje de niños/as que
no llegan a los 12 años anden en redes sociales y tengan un móvil en sus manos
horas y horas cada día conectados a internet sin restricción alguna. Hace falta
un diálogo serio e importante en esos hogares donde los padres asuman su papel de educadores de sus hijos y hagan comprender el valor de la comunicación con
los que están cerca, de utilizar el móvil a partir de cierta edad, de buscar
orientación para sus vidas conversando más con sus padres y abuelos que con
robots cybernéticos.
Valorando
a los docentes. No es normal que haya consejerías de “Educación” que hayan
estado presionando a los centros docentes para que implanten las tablets ¡ya
desde el primer año de E. Infantil! como una herramienta esencial en la
formación de los niños y niñas y aportando para ello gran capital mientras no
conceden el mismo esfuerzo en dotar las aulas de personas especializadas que
ayuden al alumnado con necesidades educativas especiales y que necesiten, por
lo tanto, una mayor atención educativa. ¿Nuevas tecnologías e internet en la
escuela?, sí, pero como un recurso más y sin que suponga pérdida de otros
medios didácticos, pedagógicos que han demostrado y siguen demostrando
eficiencia en el desarrollo y formación integral del alumnado.
Promocionando una ética humanizadora. No es normal medir todo según criterios mercantilistas, valorando todo según el dios dinero, pues ya estamos viendo sobradamente a qué conduce el mercantilismo de este sistema capitalista que quiere aparentar no tener alternativa. “Lo barato sale caro”, dice la sabiduría popular; nos sale barato robotizarlo todo porque así hay menos desembolso de dinero ni hay límites en las jornadas laborales de las máquinas,… pero cuesta vidas humanas la angustia de unos pagos imposibles ya de soportar; la precariedad genera inseguridad, miedo y violencia haciendo que “el otro” (sobre todo el que viene de fuera) sea una amenaza, y no: "el otro" es "otro yo" y con él hacemos el NOSOTROS, él es un ser humano igual a nosotros en dignidad, sean cuales sean sus circunstancias.
Antes de humanizar las máquinas… dejemos de deshumanizarnos nosotros y recuperemos nuestra dignidad, la de todos los seres humanos.
Santi Catalán
santi257@gmail.com
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