PERSONAS VÍCTIMAS DE TRATA Y CAUSAS DE LA TRATA.
La
trata de seres humanos con fines de explotación sexual, especialmente de
mujeres y niñas (sus principales víctimas) es una gravísima violación de los
derechos humanos que constituye una forma moderna de esclavitud y una de las
formas más crueles de violencia de género.
No es
un fenómeno nuevo, aunque en los últimos años se ha intensificado,
fundamentalmente por la cada vez mayor desigualdadentre países, la feminización
de la pobreza, la persistencia dela discriminación de las mujeres, el
desempleo, la falta de educación y la imposibilidad o limitación de acceso a
los recursos.
La
trata con fines de explotación sexual genera enormes beneficios y está
directamente vinculada a la prostitución y a la demanda de ésta. La primera
existe porque existe la segunda.
En las
últimas décadas hemos experimentado un aumento del negocio sexual, que
convierte el cuerpo de las mujeres en objetos de consumo, donde prima la ley de
la oferta y la demanda, bajo el control de redes criminales que comercian con
ellas, vulnerando su dignidad y violando gravemente sus derechos humanos
fundamentales.
En España
han proliferado los negocios relacionados con el sexo, a través de la prensa,
de la red y de establecimientos, lo que permite apreciar un consumo creciente
de prostitución.
Es
necesario citar la importancia de “la demanda” en este tipo de trata. La demanda
impulsa un mercado que se sirve de la trata para abastecerse:
“Los
usuarios de la prostitución, los propietarios de esclavos o los consumidores de
productos fabricados por víctimas de la trata, entre otros, son responsables de
generar la demanda que propicia la trata de personas…, no es necesario que una
persona esté directamente involucrada en el mercado de la explotación para
considerar que forma parte de la demanda de la trata”.
Su
gravedad y naturaleza han motivado la lucha desde las instancias internacionales
a las nacionales y locales. Exige una implicación decidida de todas ellas pues
la trata es :
- Una ofensa contra la dignidad humana.
- Una violación de los derechos humanos más elementales.
- Una actividad económica ilegal.
- Una de las principales fuentes de financiación del crimen organizado.
- Una actividad que se desarrolla a través de fronteras internacionales.
Factores
causantes de la trata.
Las
causas básicas de la trata son diversas y a menudo difieren de un país a
otro. En su búsqueda de una vida mejor, las personas desfavorecidas caen a menudo
en manos de delincuentes que se aprovechan de su situación y las explotan. Las
dificultades económicas, los conflictos, la delincuencia y la violencia social,
los desastres naturales y otros factores adversos de ese tipo ponen en una
situación desesperada a millones de personas, haciéndolas vulnerables a la
explotación y esclavitud.
Las
redes aprovechan estas circunstancias de vulnerabilidad para captar a las
mujeres en las que el deseo de mejorar sus condiciones de vida, las lleva a
emigrar si es necesario. Los tratantes, que pueden pertenecer a una red
organizada o actuar de manera individual, consiguen atraerlas a través del
engaño, con ofertas de trabajos inexistentes y promesas de una vida mejor. En
algunas ocasiones, las formas de captación no son tan sutiles, utilizando
incluso el secuestro o rapto.
Una vez
que se introduce a las mujeres y/o niñas en la red de explotación, las formas
para mantenerlas dentro son múltiples. Para mantenerlas esclavizadas se recurre
a técnicas que van desde agresiones brutales hasta el confinamiento más
represivo, pasando por el empleo de técnicas menos evidentes. En cualquier
caso, algunas de las estrategias con las que los tratantes ejercen este control
pueden ser las siguientes:
- La servidumbre por deuda (obligaciones financieras, compromiso de honor de satisfacerla deuda). Las deudas se van sumando, el viaje, el alquiler, las comidas, los abortos, las asistencias recibidas, etc.
- Aislar del público, limitando el contacto con personas ajenas y vigilando todo contacto para que éste sólo sea superficial.
- Aislar de los familiares y miembros de su etnia y comunidad religiosa.
- Confiscar de pasaportes, visados o documentos de identidad.
- Usar la violencia contra las víctimas o su familia o amenazar con aplicarla, incluyendo prácticas culturales y religiosas(como el vudú) con aquellas mujeres que por su origen son especialmente vulnerables.
- Amenazar con deshonrar a las víctimas revelando las circunstancias a la familia.
- Decir a las víctimas que si toma contacto con las autoridades serán encarceladas o deportadas por violar las disposiciones de inmigración.
- Controlar el dinero de las víctimas (por ejemplo, guardándolo para que “esté bien seguro”).
Las víctimas de la trata suelen padecer
condiciones inhumanas de vida, medios sanitarios deficientes, nutrición
insuficiente, inadecuada higiene personal, ataques brutales,tanto físicos como
emocionales, a manos de los tratantes, condiciones peligrosasdel lugar de
trabajo, riesgos derivados de su ocupación y carencia general de unaatención de
salud de calidad.
Todo esto ocasiona en las víctimas un
profundo sufrimiento físico, mental, emocional y social no sólo a las mujeres
que la sufren, sino también a sus familias. El sufrimiento originado por la
trata dura toda la vida y de ahí que sea preciso un acompañamiento a largo
plazo y en todos los ámbitos de la vida de las víctimas.
Personas
especialmente vulnerables.
La
trata de seres humanos no conoce fronteras, ni edad, ni género . Por lo tanto
podemos decir que no existe un único perfil de víctimas de trata, aunque si
podemos hablar de personas especialmente vulnerables para ser captadas por las
redes.
Según
cifras y estimaciones realizadas por fuentes internacionales, aproximadamente
el 95% de las víctimas de trata por exploración sexual son mujeres y niñas.
En no
pocas sociedades, las niñas están menos valoradas y se espera de ellas que
sacrifiquen su educación y asuman responsabilidades domésticas y la carga de las
dificultes de la familia, como el cuidado de sus padres y hermanos. Esta
discriminación basada en el sexo hace que las mujeres y las niñas sean
desproporcionadamente vulnerables a la trata.
La
pronta identificación de las víctimas de la trata de personas es requisito
previo para que se reconozca su condición de tales y, en consecuencia, tengan
acceso a la asistencia y protección, esto es una labor del Estado que en los
últimos años ha contado con nuevos instrumentos jurídicos que la facilitan pero
que todavía le queda obstáculos por superar.
Pero también es importante la
conciencia social que tengamos de este problema y la formación adecuada de
todos los agentes implicados en él.
La complejidad
del fenómeno no permite establecer una forma única para saber cuándo alguien
está siendo víctima de trata, ya que cada experiencia es diferente. Pero, a
pesar de esto, se pueden presentar actitudes
o circunstancias comunes que permitan la identificación.
Algunos
indicadores generales, que se recogen en la Guía Básica de la Red Española
contra la trata, son:
- Carencia de documentos de identidad o documentos falsos.
- Ausencia o escasez de dinero, sin ningún tipo de control sobre él.
- Incapacidad de mudarse a otro sitio o dejar su trabajo.
- Aislamiento de sus familiares y miembros de su etnia o comunidad religiosa.
- Incapacidad de comunicarse libremente con amigos o familiares.
- Coste excesivo pagado por su viaje, normalmente pagado en forma de deuda.
- Aislamiento social: limitación del contacto con otras personas, medidas de vigilancia.
- Incapacidad o dificultades de comunicarse en el idioma del país en el que se encuentra, sobre todo, si su estancia es ya prolongada.
- Sufrimiento de lesiones y abusos verbales o psicológicos con el fin de intimidar, degradar o atemorizar.
- Trasladarse de un burdel a otro o trabajar en diversos locales.
- Ser escoltadas cuando van y vuelven del trabajo, compras, etc.
- Tener tatuajes u otras marcas que indiquen que son “propiedad” de sus explotadores.
- Trabajar muchas horas por día o tener pocos o ningún día libre.
- Dormir donde trabajan.
- Vivir o viajar en grupo, algunas veces con otras mujeres que no hablan el mismo idioma.
- Tener muy pocas prendas de vestir.
- Tener prendas de vestir que son en su mayoría del tipo de las que se utilizan para el trabajo sexual.
- Saber decir sólo palabras relacionadas con el sexo en el idioma local o en el idioma del grupo de clientes.
- No tener dinero en efectivo propio.
- Ser incapaces de mostrar un documento de identidad.
Hay que
destacar que la presencia de estos indicadores no prueba que una persona esté
siendo víctima de trata, pero sí levanta sospechas y la situación debe ser
investigada.
Llama
la atención también el número de mujeres que se ven involucradas en la trata de
seres humanos, «no sólo como víctimas (lo que ya sabíamos), sino también como
tratantes (lo que se hace constar en este informe). Las mujeres
delincuentes desempeñan un papel más destacado en la esclavitud moderna que en
casi todas las demás formas de delincuencia. Es necesario hacer frente a este
aspecto, especialmente a los casos en que las antiguas víctimas se han tornado
en autoras de los delitos».
PARA AMPLIAR Y CONTRASTAR:
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