Nota de Prensa: «Enlázate por la Justicia» reclama
estilos de vida más simples y hábitos más sostenibles en nuestro consumo de
moda.
«Enlázate por la
Justicia» reclama estilos de vida más simples y hábitos más
sostenibles en nuestro consumo de moda para minimizar el
impacto medioambiental y social.
·
El nuevo informe
“Conecta Pobreza” recuerda que la industria textil es la segunda más
contaminante del mundo después de la petrolífera.
·
Este informe cierra un
ciclo de cinco estudios que han analizado el impacto de nuestros hábitos de
consumo y estilos de vida en el planeta y en la vida de las personas y que en
plena crisis del Covid-19 urge abordar.
Ante la próxima celebración del Día Mundial del Medio Ambiente y
en pleno 5º Aniversario de Laudato si‘ e inicio del Año Laudato si’, las organizaciones católicas
de ENLÁZATE POR LA JUSTICIA presentan
su último informe culminan el ciclo “Conecta Pobreza “con el que desde hace más de
un año analizan en profundidad cómo afecta al planeta y a las personas nuestros
hábitos de consumo y estilos de vida como son el agua, los alimentos, los teléfonos
móviles, y los transportes y la energía y que, en plena crisis de
la Covid-19 urgen abordarse.
En esta ocasión se analiza la industria
de la moda, destacando que es la segunda más contaminante del
mundo después de la petrolífera. El el 10% de todos los pesticidas que
afectan al planeta y el 2,4%de las superficies cultivables. Confeccionar unos
pantalones vaqueros requiere 7.500 litros de agua y el 20%de los tóxicos que se
vierten al agua proceden de la industria textil.
Estos son algunos de los
datos recogidos en el nuevo y último informe “Conecta Pobreza" de la campaña “Si Cuidas
el Planeta, Combates la Pobreza" liderada por «Enlázate por la
Justicia»–Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de
Entidades para el Desarrollo Solidario)—, en el que se analizan los
impactos sociales y ambientales del sector textil a través de las cinco etapas
del ciclo de vida de la ropa, constituido por la extracción de materias
primas, la producción de tejidos y su confección, el transporte, el consumo y
residuos generados.
Tal y como resalta el
número 203 de Laudato si’, “el consumismo obsesivo
es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico“. Esto es así porque “el
mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo para colocar sus
productos” y las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras y
gastos innecesarios.”. Como si de una denuncia profética se tratara, advierte
en el punto 204 que “la obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo
cuando sólo unos pocos puedan sostenerlo, sólo podrá provocar violencia y
destrucción recíproca“ para recomendar en el punto 215 “prestar atención a la
belleza y amarla nos ayuda a salir del pragmatismo utilitarista”.
COSTES SOCIALES Y
AMBIENTALES.
El 80% del
personal laboral en la industria textil son mujeres. Suelen
comenzar el trabajo con catorce años, tienen jornadas de trabajo entre 12
y 14 horas con suerte disponen de un día libre a la semana o una
semana de vacaciones al año. Sus sueldos no permiten cubrir las necesidades
básicas y además se exponen a riesgo de sufrir distintas afecciones de salud
por el uso de los tintes utilizados en los procesos de confección.
Bangladesh junto con la India y Camboya son
los mayores exportadores de textil del mundo. La consecuencia de esta
deslocalización de la producción, desde el punto de vista medioambiental, es el
incremento en los requerimientos del transporte, lo que supone un aumento de
las infraestructuras y de la contaminación, haciendo que por ejemplo, las
camisetas que llegan cada día para su venta en la UE recorran un camino que las
lleva a pasar hasta por siete países emitiendo millones de
toneladas de CO2 en el transporte de las mismas.
Además, el modelo de
“moda rápida” que ofrece el sector, favorece cambios constantes de colecciones
a bajos precios y alienta a comprar y desechar ropa frecuentemente. Es un
negocio que incentiva un consumismo de necesidades desproporcionadas, haciendo
que compremos hasta 13 veces al año que el 40% de lo que compramos no
lleguemos a utilizarlo nunca.
Por último, este modo de
consumo de moda aumenta la generación de residuos. En España, cada persona se
desprende de siete kilos de ropa por año, lo que supone el
10-15% de los residuos de los vertederos.
SOLUCIONES
EXISTENTES.
Desde “Enlázate por la
justicia” se recurre a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promovidos por
la Agenda 2030, que son un llamamiento a la ciudadanía, empresas y
gobiernos para que tomen medidas que permitan acabar con la pobreza,
proteger el medio ambiente y garantizar una vida plena y de paz a todas las
personas. En concreto nos invita a centrar nuestra mirada en los Objetivos 12,
13 y 15.
ODS 12: Garantizar
modalidades de consumo y producción sostenibles. En primer lugar, para lograr crecimiento económico y
desarrollo sostenible, es urgente reducirla huella ecológica mediante un cambio
en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos. El consumo
responsable en el sector de la moda es indispensable para no agotar ni
dilapidar los recursos del planeta y contribuir a una mayor justicia social.
ODS 13. Adoptar medidas
urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. El sector textil tiene un rol principal, sobre todo
enfocado en los procesos de producción y distribución, ya que representa un 8%
de las emisiones globales, emite tanto CO2 como Rusia. Por eso, es importante
el reconocimiento del sector de su responsabilidad y una declaración sobre su
trabajo para revertir la situación actual y planificar un futuro realmente
sostenible.
ODS 15: Enfocado al uso
sostenible de recursos naturales frente al incorrecto uso del suelo y la
consiguiente pérdida de biodiversidad. La degradación del suelo debido a la deforestación, a la sobre
explotación y a una mala gestión de los residuos y vertidos, continúa en
ascenso. El sector privado y en concreto el sector textil, juega un papel
protagonista para alcanzar este objetivo, no solo impactando sobre ecosistemas
y hábitats terrestres en las operaciones de la empresa, sino también respetando
la normativa medioambiental de los países en los que opera e integrando la
conservación de la diversidad biológica en su estrategia de negocio.
Además, de otros marcos
legales y de sellos de comercio justo que certifican que ciertos productos se
elaboraron de acuerdo con algunos principios sociales o ambientales, la Directiva europea de residuos impulsa la
transición hacia una economía circular que potencie la competitividad global de
la UE, el crecimiento económico sostenible y genere empleo.
La economía circular,
inspirada en el modelo cíclico de la naturaleza, es un concepto
económico que se interrelaciona con la sostenibilidad y el cuidado
medioambiente y cuyo objetivo es que el valor de los
productos, los materiales, los recursos y materias primas, se mantenga en la
economía durante el mayor tiempo posible, reduciendo así al mínimo la
generación de residuos, frente a la economía lineal, basada en el “usar y
tirar” (extracción, fabricación, utilización y eliminación).
CAMBIOS EN HÁBITOS
PERSONALES.
1. Re-ciclar:
acabemos con la cultura del desperdicio. Plántale cara al usar y tirar.
2. Re-utilizar:
atrévete a usar ropa de segunda mano, visita las tiendas Moda Re, -únete a la
moda RE-crea grupos de familia o de ciudadanos para compartir tu ropa.
3. Re-ducir:
disminuye tu residuo textil, tu consumo de ropa, simplifica tu vida. ¿Utilizas
todas las prendas de tu armario?. Te proponemos crear tu armario cápsula.
4. Re-parar:
alarga la vida útil de tu ropa. Si cada persona estira la vida útil de sus
prendas de uno a dos años, se reducirían las emisiones contaminantes un 24%
según datos de Greenpeace.
5. Comercio justo: estándar que garantiza que no se vulneran derechos
laborales.
CAMBIOS EN EL ÁMBITO POLÍTICO.
Es urgente conseguir
una Ley de Diligencia Debida en España. Esta ley obligará a
las empresas a prevenir el riesgo de contaminación de agua y a respetar los
derechos humanos y laborales en los países donde se des localiza la producción
de ropa. Asimismo contribuiría a un Tratado Vinculante en el marco de las
Naciones Unidas para el respeto de los Derechos Humanos por parte de las
empresas transnacionales.
Es necesario, respetar
la legislación medioambiental de los países en los que opera y cumplir con la
normativa internacional de comportamiento ambiental, cuando ésta sea más
ambiciosa que la local.
Más información en
https://www.enlazateporlajusticia.org/
Contactos Prensa Ángel
Arrivi (91.444.10.16) / Vega Castrillo (630.74.67.97) / Pilar Seidel (608. 42.
79. 76)/ Montse Serrano (91.506.18.28)
No hay comentarios:
Publicar un comentario