Los recortes a las renovables, las trabas legislativas y sobre todo, la falta
de voluntad política, han relevado a España, uno de los países con más horas de
sol de Europa, a la marginalidad del sector fotovoltaico. Lejos del paraíso que
proyectaron años atrás los inversores, España apenas es hoy representativo en la
apuesta europea por la energía solar.
En todo
2015, nuestro país sólo instaló 49 nuevos megavatios de potencia fotovoltaica,
una buena parte de ellos (13MW) en instalaciones aisladas de la red para
actividades agrarias y de regadío, según el último informe anual publicado este
miércoles por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) que aglutina a todo el
sector.
Aunque
el dato supone un ligero repunte con respecto al año anterior, cuando, con 22
nuevos megavatios, se llegó a la cifra más baja de nuevas instalaciones desde
2009, resulta del todo insignificante si se compara sobre todo con los
progresos hechos en otros países de Europa.
Para
hacerse una idea, el sombrío Reino Unido instaló el año pasado 3.500
megavatios, seguido de Alemania, con 1.500 y Francia, con 900. Incluso el
pequeño término municipal de Bruselas, una de las ciudades europeas con más
lluvia, instaló en 2015 más potencia fotovoltaica que todo España junta: 51
megavatios.
“A
pesar del destacado crecimiento a nivel mundial y europeo de la energía solar
fotovoltaica, en España la falta de voluntad política es la principal causa por
la que el país ha desaparecido del top 10 de los países más favorables a la
energía solar. Este retroceso ha sido motivado por una legislación desfavorable
y el clima de desconfianza legal hacia este tipo de inversiones motivado por el
Gobierno”, señala el informe.
UNEF
señala que, antes de que el ministerio de José Manuel Soria aprobara la
polémica normativa sobre autoconsumo, se produjo un leve repunte de nuevas
instalaciones de baja potencia en viviendas; pero tras el Real Decreto se frenó.
Mientras
tanto, la energía fotovoltaica sigue batiendo récords año a año en el resto del
mundo, impulsada sobre todo por las inversiones en China, Japón y EEUU. En 2015
se han instalado 50.000 nuevos megavatios en todo el mundo, un 25% más que el
año anterior. La explicación de este éxito, según el presidente de UNEF, Jorge
Barredo, no hay que buscarla tanto en los factores climáticos como en los
económicos.
“Ahora
mismo la energía solar está vendiendo a precios muy por debajo de los precios
tradicionales. Las renovables ya no necesitan subvenciones, sino que son las
convencionales las que están pidiendo protección ante las energías limpias”,
señala Barredo.
PARA NUESTRA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO:
- ¿Qué razones puede haber o hay para que en nuestro país haya tantas reticencias a apostar por la energía solar?. ¿A quién beneficia esta inercia negativista hacia las energías renovables?.
- ¿Qué problemas se generarán de seguir esta situación y no apostar por la energía fotovoltaica y otras energías renovables?.
- ¿Quién debe afrontar estos problemas antes de que su agudeza no asfixie más todavía a nuestro país y también para ir generando un mejor espacio vital para las generaciones venideras?.
- ¿Cómo promover un cambio serio en las instituciones que nos representan y en las empresas relacionadas con la producción y distribución de energía para que esto cambie?.
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