Solicitamos su mediación en los procesos contra las personas que están siendo acusadas con la pena de muerte, debido a las protestas civiles ocurridas en todo el país tras el caso de la joven kurda, Mahsa Amini. Nos unimos a todas las voces que piden el indulto de estas personas.
El mundo está siendo testigo de la negación de los derechos humanos por parte de Irán. Los derechos de cada persona a la vida; a no sufrir torturas, penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; a ser oída por un tribunal independiente e imparcial; a disfrutar de libertad de pensamiento, conciencia y religión; a un orden social que respete estos derechos, son la conclusión de una convivencia pacífica llevada a cabo por la práctica mayoría de los Estados de la Tierra, independientemente de sus culturas.
Como entidad que promueve los derechos humanos condenamos todas estas violaciones y rechazamos la pena de muerte bajo cualquier supuesto. Al tiempo, nos gustaría que se tuviese en consideración el origen de los hechos y se atendiera la petición de libertad de las mujeres iraníes para participar en todos los aspectos de la vida pública y garantizar esta libertad en igualdad de condiciones que los varones.
Los actos que conocemos cada día degradan la imagen del país y no se corresponden con la amabilidad de su pueblo. El mensaje es claro: Irán no respeta los Tratados Internacionales que suscribe.
En aras de "la eliminación de la tiranía y la esclavitud, la opresión y la intolerancia" [1] instamos a hacer efectivos los derechos humanos para que su pueblo pueda participar activamente en la familia mundial de las naciones.
Comisión General de Justicia y Paz
[1] Declaración de las Tres Potencias, Teherán, 1° de diciembre de 1943.
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