"El Proyecto XERCO echa a andar", decíamos no hace mucho.
Bueno... pues ya caminó durante casi medio año y ya es tiempo de hacer un
pequeño balance.
Casi sin publicidad.
Eso es, casi sin decir nada salvo algún cartel que colgamos en este blog,
en los locales de Justicia y Paz y también junto a la parroquia Cruz del Señor
y el tú a tú fueron los únicos instrumentos. Muy pronto se superaron las 30
personas (máximo que la compañía de seguros permitía con el presupuesto que nos
ofrecía), así que decidimos no darle más publicidad para evitar la posible
masificación de la actividad.
Miembros del equipo que pudieron ser contratados a través del Convenio de
Empleo que concluyó a mediados de junio de este año apoyaron sus dos primeras
marchas; los pasos sucesivos fueron ya totalmente cosa del equipo participante.
Así nos organizamos.
Empezamos por una sencilla reunión con todas las personas que se habían
apuntado para participar de este proyecto en la que explicamos:
- El sentido, el porqué de este
proyecto.
- Los objetivos, el para qué del
proyecto.
- Los medios que íbamos a
emplear: apoyo humano, transporte, equipaje personal, actividades,...
- Dinámica organizativa de las
sucesivas marchas.
- Establecimiento de la
periodicidad a seguir a lo largo del año y el horario óptimo para las
marchas.
- Normas básicas a respetar por
todos para garantizar la buena marcha del proyecto.
- ...
Resueltas las dudas que se presentaron quedamos en volvernos a ver una
semana antes de ejecutarse la 1ª marcha para ultimar detalles y concretar todo
lo más posible. También sobre la marcha nos creamos un grupo de WhatsApp con el
nombre de "Xerco" de manera que quienes formáramos parte del proyecto
pudiéramos compartir al instante cualquier información relacionada.
Presupuesto.
Para cubrir el transporte decidimos que cada cual cubriera con su dinero el
transporte hasta la estación de guaguas y allí lo que haríamos sería repartirnos
en coches -los que hubiera- de manera que para llegar al punto de partida de
las marchas no hubiera ya más gastos.
Puesto que el seguro nos costaba cerca de los 200 € anuales decidimos
aportar por persona 10 € al año; de esta forma, si todos aportábamos esa
cantidad íbamos a conseguir también en esto la plena autonomía e incluso
sobraría.
Cada cual en su mochilita llevaría su comida, el agua y aquello que
considerara conveniente para la marcha y llegados al lugar... allí compartíamos
y listo.
Hechas así las cosas el coste para la entidad de este proyecto era
"0". Nos autogestionamos totalmente.
Expectativas y realidad.
Empezamos todos con mucho entusiasmo, muchas ganas y decisión de superar
cualquier dificultad a base de poner cada cual de su parte todo lo que fuera
necesario.
La 1ª marcha casi nos sorprende con una tormenta (de hecho tuvimos que
aplazar su primer intento porque la cosa no era para menos) pero la concluimos
y regresamos a casa todo justo a tiempo. Era cortita, con desniveles
pronunciados pero en un trayecto muy seguro. Empezamos con una interesantísima
charla formativa en el Centro de Visitantes de Anaga que nos dio muy buenas
ideas para las dinámicas y juegos que engarzamos a continuación mientras
desarrollábamos la caminata de ida y vuelta. Cuando regresamos al punto de
partida dimos paso al compartir los alimentos que cada cual traía en su mochila
y... como siempre que se comparte... siempre sobra. Luego los juegos con los
niños y puesto que ya empezaba la cosa a mojar... subimos a los coches y a
casa.
La 2ª y 3ª marchas fueron también en Anaga. Si la primera tenía desniveles
pronunciados... la segunda también... pero mucho más abundantes. La 3ª ya fue
más llanita; habíamos dado un salto cualitativo importante entre la 1ª y la 2ª
y era necesario realizar una intermedia mucho más llevadera para todos.
La 4ª y última varió de lugar: Aparcamos en La Esperanza y nos fuimos por
una pista forestal alternando zonas boscosas con claros en un paraje que hace
años ardió víctima de uno de esos incendios que lo aniquila todo... menos esa
lucha titánica del pino canario, pero también de los brezos, retamas, adernos, codesos,
naranjeros salvajes, fayas,... capaces de resurgir desde sus cenizas.
A lo largo de estas cuatro marchas hemos visto disminuir el grupo: de más
de 30 participantes al principio a llegar a sólo 14 en la última marcha pero,
eso sí, con los ánimos intactos y el mismo entusiasmo inicial.
Queríamos dar ocasión a una mejor y más amplia relación padres-hijos en un
ambiente, además, distendido, natural, alejado de los ruidos e imágenes
artificiales.
Queríamos propiciar, de paso, una interacción grupal en la que vivir una
serie de valores que ya están en nosotros pero se hace necesario desarrollar y
potenciar lo más posible: compañerismo, amistad, solidaridad, trabajo
colaborativo, respeto y cuidado del Medio Ambiente.
Queríamos que esta actividad no fuera sólo hacer ejercicio físico, ni
únicamente disfrutar de la naturaleza o respirar aire limpio sino además y
sobre todo llegar a nosotros mismos, trabajarnos a nosotros mismos, disfrutar
cada cual de sí mismo y de quienes aquí y también a diario conviven con
nosotros... pero ante quienes también reparamos poco.
Queríamos ayudar a descubrir la importancia de disfrutar del momento, del
ahora y aquí,... libres del reloj, libres del corre-corre cotidiano para
descubrir el gran valor que son las relaciones humanas y todo aquello que nos
dignifica.
...
Y podemos decir que estamos en el camino,... ahí
vamos.
De momento estamos creando un buen ambiente, confianza, naturalidad en el
trato, sentido de corresponsabilidad con nosotros mismos y también con el medio
natural.
¿Sería difícil transladar esto a mil y un ámbitos diferentes?. Si observan
cómo lo hicimos nosotros descubrirán que es lo más simple del mundo y sin
embargo los beneficios son enormes. Sólo se trata de QUERER y ponerse a ello.
Las claves, a nuestro juicio, son las mismas o pueden ser las mismas en
todas partes:
- Analizar nuestra realidad y
atrevernos a imaginar cómo querríamos que fuese.
- Determinar claramente lo que
queremos conseguir y el cómo.
- Buscar la manera de lograr la
máxima autonomía, autogestión en el desarrollo del proyecto sin depender de grandes presupuestos, arrimándonos a lo simple y sencillo.
- Creer en nosotros mismos;
abandonar radicalmente los conceptos de "usuario, beneficiario y
demás" para pasar a denominarnos todos "participantes"
porque de hecho todos somos capaces y adoptar la dinámica del aprendizaje
y trabajo colaborativo en todo cuanto queramos llevar a cabo.
El sábado 27 de septiembre de 2014 nos reuniremos todos los miembros del
"Proyecto XERCO" para almorzar juntos (bien sea junto al mar o en la
montaña) aportando cada cual lo que quiera llevar, juntos evaluaremos con
detalle el proceso llevado hasta la fecha y programaremos la etapa que abarcará
lo que queda de este año 2014 hasta el verano del 2015.
Están todos ustedes también invitados.Si quieren encontrarnos en facebook... ésta es nuestra dirección: https://www.facebook.com/rona.davis.31?fref=ts
No hay comentarios:
Publicar un comentario