No pocos han vociferado por activa y por pasiva, sobre todo desde
plataformas como I.U., P.S.O.E. y sindicatos como UGT, CC.OO. y STE, durante el
proceso de redacción y aprobación de la L.O.M.C.E. que "esta reforma
educativa era una ley de ordeno y mando de la Conferencia Episcopal Española en
el sistema educativo español".
A la vista de lo que dice REALMENTE esta ley -y no lo que algunos dicen que
dice- se deduce clarísimamente que "no ha habido una ley de Educación en
España más ambigua y contraria a garantizar el respeto al marco legal -que
ampara a la asignatura de Religión y al derecho de las familias a elegir la
"formación que quieran para sus hijos"- que esta ley: