Evangelio del 12 / Jul / 2020
Lecturas: https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2020-07-12
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La parábola del sembrador es una
invitación a la esperanza. La siembra del evangelio, muchas veces inútil por
diversas contrariedades y oposiciones, tiene una fuerza incontenible.
A pesar de todos los obstáculos y dificultades, y aun con resultados muy diversos, la siembra termina en cosecha fecunda que hace olvidar otros fracasos.
A pesar de todos los obstáculos y dificultades, y aun con resultados muy diversos, la siembra termina en cosecha fecunda que hace olvidar otros fracasos.
No hemos de perder la confianza a causa
de la aparente impotencia del reino de Dios. Siempre parece que «la causa de
Dios» está en decadencia y que el evangelio es algo insignificante y sin
futuro. Y sin embargo no es así. El evangelio no es una moral ni una política,
ni siquiera una religión con mayor o menor porvenir. El evangelio es la fuerza
salvadora de Dios «sembrada» por Jesús en el corazón del mundo y de la vida de
los hombres.
Empujados por el sensacionalismo de los
actuales medios de comunicación, parece que solo tenemos ojos para ver el mal.
Y ya no sabemos adivinar esa fuerza de vida que se halla oculta bajo las
apariencias más desalentadoras.
Si pudiéramos observar el interior de
las vidas, nos sorprendería encontrar tanta bondad, entrega, sacrificio,
generosidad y amor verdadero. Hay violencia y sangre en el mundo, pero crece en
muchos el anhelo de una verdadera paz.
Se impone el consumismo egoísta en nuestra sociedad, pero son bastantes los que descubren el gozo de una vida sencilla y compartida. La indiferencia parece haber apagado la religión, pero en no pocas personas se despierta la nostalgia de Dios y la necesidad de la plegaria.
Se impone el consumismo egoísta en nuestra sociedad, pero son bastantes los que descubren el gozo de una vida sencilla y compartida. La indiferencia parece haber apagado la religión, pero en no pocas personas se despierta la nostalgia de Dios y la necesidad de la plegaria.
La energía transformadora del evangelio
está ahí trabajando a la humanidad. La sed de justicia y de amor seguirá
creciendo. La siembra de Jesús no terminará en fracaso. Lo que se nos pide es
acoger la semilla. ¿No descubrimos en nosotros mismos esa fuerza que no
proviene de nosotros y que nos invita sin cesar a crecer, a ser más humanos, a
transformar nuestra vida, a tejer relaciones nuevas entre las personas, a vivir
con más transparencia, a abrirnos con más verdad a Dios?.
José Antonio Pagola
https://www.gruposdejesus.com/15-tiempo-ordinario-a-mateo-131-23/
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