¿Es
turismo, es vacaciones, es procesiones, es política turística o es fe?.
Sin
conciencia crítica ante la realidad concreta de cada situación histórica, es
imposible una fe adulta y madura coherente con el Evangelio.
Todos
sabemos muy bien que la fe sin compromiso no es fe aunque se vista de ropajes,
capuchones, películas, imágenes, procesiones, tambores y teatros.
Todos
los años vemos a muchas personas participar en las celebraciones de la llamada
Semana Santa, cada vez más en procesiones de siempre e incluso inventando otras
nuevas, pero lamentablemente cada vez menos en las celebraciones que le
deberían dar verdadero sentido. La gente no es culpable de actuar así, es
víctima de lo que le hemos enseñado desde la oficialidad de la religión.
Lo que
le sucedió a Jesús en los acontecimientos que celebramos en Semana Santa
tenemos que traducirlo y aplicarlo a la realidad de nuestro tiempo, incluso
hasta la muerte por las mismas causas por las que El fue asesinado.
Las
procesiones de Semana Santa en los países desarrollados apenas hacen otra cosa
que alimentar sentimentalismos, exhibiciones, turismo y presunciones, con
gastos cuantiosos en imágenes, ropajes, músicas, viajes, etc. mientras
Jesucristo está lleno de hambre, de enfermedad, de frío y miseria en millones
de personas concretas: todo esto es completamente contrario al mensaje de
Jesús. Esto no tiene nada que ver con lo que fue la realidad de la vida de
Jesús desde el Domingo de Ramos al Domingo de Pascua. Todo ese gasto y esfuerzo
es absurdo y debería dedicarse todo a los empobrecidos de Africa, Suramérica,
la India, Bangladés, etc., así como a denunciar las causas y los causantes de
los mismos.
DOMINGO
DE RAMOS: Manifestación a favor de Jesús.
Jesús
recibe un homenaje popular de gente que lo aclama, pero no de todos.
- Lo recibe de los pobres en quienes despertó la esperanza de una vida más digna.
- Lo recibe de los muchos enfermos a quienes devolvió la salud.
- Lo recibe de los muchos hambrientos a quienes dio de comer.
- Lo recibe de las mujeres más marginadas y despreciadas a quienes devolvió autoestima, dignidad y sentido de la vida.
- Lo recibe de quienes tenían hambre y sed de justicia, que fueron capaces de dejarlo todo para seguirlo.
- Lo recibe de los niños que se sienten atraídos por El porque los defendía, los bendecía y abrazaba.
Pero a
este homenaje se oponían furiosos todos aquéllos a los que Jesús había
denunciado: los fariseos, los sumos sacerdotes, los escribas y los letrados.
Eran todos aquéllos que vivían a costa de los demás, que se atreven a decirle a
Jesús: "mándales callar". Todos estos fueron los que lo llevaron a
ser condenado a muerte de cruz, la más dolorosa y cruel de aquellos tiempos.
¿A
quiénes debemos denunciar hoy?. ¿Quiénes son los que hoy rechazan a Jesús? ¿Quiénes son y dónde están?:
- Los grandes Bancos y Banqueros con sus Multinacionales, explotadoras del Hombre y la Madre-Tierra.
- Los paraísos fiscales, que solo son para los ricos, donde guardan el dinero robado a los pobres.
- Los que gestionan sus dineros a través de las SICAV en España, que solo tributan al 1 %. y acumulan 31.000 millones de €.
- Los parlamentarios que aprueban leyes injustas a favor de si mismos y de los de arriba con grave detrimento para los de abajo.
- Los políticos que lejos de concebirla como servicio al pueblo, buscan en ella una profesión para vivir.
- Los ricos de los países ricos que son ricos a costa de los pobres, porque ninguna riqueza es inocente.
- Los ricos de los países pobres, como pasa con algunos gobernantes africanos, inmensamente ricos en medio de millones de pobres:
- -Eduardo Dos Santos, Angola: 20.000 millones de $, y su hija Isabelita 3400 millones de $. IDH de 0,533, muy bajo.
- -Mahamed VI, Marruecos: 2800 millones de $. IDH 0,630 notablemente bajo.
- -Bongo Ondimba, Gabón: 2000 millones de $. 0,IDH 684 notablemente bajo.
- -Teodoro Obiang , Guinea Ecuatorial: 600 millones de $. IDH 0,591 muy bajo.
- Los propios países ricos que lo somos a costa de explotar las tierras y las materias primas de los países pobres, pues la riqueza de los ricos es la miseria de los pobres.
- Los gobiernos corruptos de los países pobres que, confabulados y corrompidos por las Multinacionales corruptoras, les quitan las tierras a sus propios campesinos, obligándolos a huir de ellas o emigrar, incluso apoyadas por los ejércitos, la policía o los sicarios de los países pobres. En los últimos años han pasado a manos de las multinacionales más de 227 millones de hectáreas, principalmente en Africa y Suramérica, solo en fincas mayores de 1000 hectáreas, con el agravante de ser dedicadas a monocultivos, con el consiguiente daño grave también para el medioambiente. Los africanos viven cada vez más en un continente propiedad de Europeos, Chinos, Japoneses, y norteamericanos, mediante el soborno de gobiernos y políticos africanos.
- Los jueces que a veces suavizan al máximo las sentencias para los de arriba y las endurecen sin contemplaciones para los de abajo.
- Algunos Cardenales, Obispos y asimilados, que siempre los vemos en procesiones pero nunca con el pueblo en manifestaciones en la calle contra los desahucios, los paraísos fiscales, los empresarios y políticos corruptos, la privatización de lo público, los recortes en sanidad y los servicios sociales, el fraude fiscal, los salarios de pobreza, la defensa de los inmigrantes, la violencia de género, los ataques cada vez más masivos al medioambiente, los gastos sanguinarios militares y el nefasto comercio mundial de armas, el espolio de las materias primas de los países pobres, la desigualdad cada vez más grande entre ricos y pobres, el comercio criminal de la droga, la trata infame de seres humanos, etc. Jesucristo optó preferencialmente por los más pobres e indefensos. Sin conciencia crítica ante la realidad concreta de cada situación histórica, es imposible una fe adulta y madura coherente con el Evangelio: la fe de esos señores ¿es coherente con el Evangelio?.
El
mensaje de Jesucristo: Hay un hecho muy importante en el mensaje y en las
palabras de Jesús que los Evangelios destacan sobremanera: la sensibilidad y el
compromiso extraordinario de Jesús ante los sufrimientos, el dolor, el desamparo
y necesidades de los demás, y muy especialmente si estos son pobres e
indefensos, hasta el punto de haber sentenciado: “dichosos los perseguidos por
causa de la justicia, dichosos los que tienen hambre y sed de justicia”.
Esta es
la tarea más importante a la que debemos dedicarnos toda la Iglesia, no con
asistencialismo sedante a los empobrecidos, sino con compromiso liberador y
transformador de tal manera que no haya ni opresores, ni oprimidos, ni ricos ni
pobres, ni empobrecedores ni empobrecidos, ni amos ni esclavos, ni verdugos ni víctimas, para que se acaben
de una vez los infiernos de este mundo, y “haya vida y vida en abundancia para
todos, pues para esto yo he venido”, dice Jesús.
Un
cordial abrazo a tod@s.- Faustino Vilabrille
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