Queridos amigos y amigas:
Me llamo Nemonte Nenquimo y soy líder waorani, madre y guardiana de la Amazonía.
En estos momentos, el gobierno ecuatoriano está intentando vender la selva al mejor postor sin hacer mucho ruido y ha ofrecido más de tres millones de hectáreas a la industria petrolera.
Y no son tierras vacías, ¡están repletas de vida!. La selva vibra con el olor de la lluvia, la sabiduría de nuestros mayores y la risa de nuestros hijos e hijas. La selva es nuestra casa.
Pero si el plan prospera, el silencio invadirá nuestro hogar y todas las formas de vida que han acompañado a mi pueblo desde tiempos inmemoriales podrían perderse para siempre. Y por eso queremos demandar al gobierno.
Dentro de unas semanas, los waorani y otras comitivas de pueblos indígenas hemos organizado una marcha hasta Quito para exigir a la Corte Constitucional que no permita la venta ilícita de nuestro territorio. Pero movilizar a varias comunidades de los rincones más recónditos de la Amazonía conlleva ciertos gastos. Y necesitamos tu ayuda urgente.
Si los miembros de entidades reivindicativas a las que les importan las cosas de la Casa Común de la humanidad nos ayudan con sus donaciones, podremos destapar la traición del gobierno, contratar al mejor equipo legal para pelear hasta el último permiso y tejer un movimiento de resistencia indígena para defender nuestra tierra sagrada. Contacta con quienes conozcas, dales a conocer nuestra situación y pídeles su apoyo económico o bien para difundir estas cosas que están pasando aquí.
Hace seis años representé a mi pueblo en una batalla histórica que culminó con una victoria en los tribunales. Conseguimos detener la venta de 200 000 hectáreas custodiadas por mis ancestros durante generaciones. Y no lo habríamos logrado sin el respaldo de miembros de entidades como Avaaz.
Pero el verdadero tesoro de nuestra tierra no es el petróleo, sino la vida que alberga. Es aquí donde la cordillera andina se funde con la exuberante cuenca amazónica e incontables riachuelos desembocan en el Amazonas, sustentando la vida de millones de personas e infinidad de especies.
Nos enfrentamos a contratos de sumas astronómicas y a una industria basada en la destrucción. Esta selva es nuestra vida y el futuro de nuestros hijos e hijas. Como guardianes de la Amazonía, no permitiremos que los políticos hagan negocio con ella.
Ya les hemos parado antes y, con tu ayuda, podemos volverlo a hacer. Si conseguimos dinero suficiente, podríamos:
- Ayudar a financiar una ola de litigios liderados por indígenas para salvar más de 3 millones de hectáreas de selva amazónica de las garras del extractivismo.
- Apoyar la resistencia indígena en toda la Amazonía, patrocinando marchas indígenas a la capital de Ecuador, reuniones con representantes políticos y organizaciones, y acciones mediáticas para concienciar sobre los daños de las industrias extractivistas.
- Reservar un fondo de viajes de emergencia para que los líderes indígenas puedan acudir a las cumbres sobre clima y biodiversidad y tengan la oportunidad de hacerse oír allí donde se toman las decisiones.
- Impulsar las campañas de Avaaz para mejorar el acceso a la tierra y los derechos de los pueblos indígenas tanto de la Amazonía como del planeta entero.
Ser waorani es un acto de resistencia en sí mismo. Llevamos en la sangre el defender nuestra tierra, ya sea con lanzas, litigios o movilizaciones sociales. Hoy, más gente que nunca apoya nuestra causa y nuestro modo de vida. Te necesitamos otra vez.
PARA CONTRASTAR Y AMPLIAR:
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