lunes, 7 de julio de 2025

Tiempo con los hijos

Los niños/as de nuestro tiempo no necesitan menos de sus padres y madres que los de otras generaciones y ellos lo reclaman, nos lo dicen de muchas maneras.

Sin embargo ¿habrá padres o madres que no quieran dedicar tiempo en cantidad y de calidad con sus hijos?. ¿Qué está pasando?.

Hace unos días, en el artículo Los móviles ¿y nuestros hijos?, señalábamos diversas causas de esta falta de tiempo y la mayoría de ellas o las que más peso tienen son estructurales, es decir, son de difícil cambio pues necesita removerse mucho y de raíz para que puedan cambiar los efectos.

Modelos antisociales.

1.- En el mundo laboral.

El trabajo es esencial como elemento de transformación social. Ya desde el Génesis se dice: Creced, multiplicaos, cultivad la Tierra(Gn.1,28) (otros han querido interpretar: “esquilmad la Tierra, depredadla, parceladla, aprópiensela y desposean a otros de ella, aniquiladla”, precisamente lo contrario de lo que dice ese versículo bíblico). Y también es un medio de vida pues a través del trabajo llega el sustento a las familias.

Pero este trabajo remunerado necesita unas condiciones para que sea digno y no una nueva forma de esclavitud y degradación humana:

  1. -Horarios que como mínimo respeten los 3/3: trabajo, descanso, vida social/familiar,
  2. -Salario digno, que permita cubrir al menos las necesidades básicas de las familias.
  3. -Seguridad en el trabajo: que haya medidas para garantizar la integridad física y la salud.

Al menos eso, pero… ¿se cumple?, no se cumple: cada vez hay menos tiempo de los padres y madres para sus hijos.

2.- Producción – consumo.

Nuestro modelo neoliberal (sobraría la palabra “nuestro” porque cada vez resulta ser más repugnante e inhumano) apuesta por “conseguir el máximo de beneficio con el mínimo de inversión pese a quien pese y pase lo que pase” y ello trae como consecuencias:

  1. -Que sólo cuenta aquello que aporta beneficios economicistas, monetarios y no para todos sino para algunos.
  2. -Provocar el consumismo atroz, cuanto más mejor, aunque sea sin necesidad, montando campañas publicitarias que tratan de hacernos creer que todo está en el tener ignorando el ser y nuestra conexión con todo el resto de la Creación.
  3. -Explotar los recursos naturales hasta esquilmarlos sin importar los medios para ello ni tampoco las consecuencias a medio y largo plazo (contaminación, destrucción de hábitats humanos y ecosistemas enteros, conflictos sociales incluso guerras,…) que no pagan ellos sino que, eso sí, lo pagamos todos sufriendo en ello no los más poderosos sino los más vulnerables y desprotegidos.
  4. -…

Y nosotros ¿vamos a seguir su hoja de ruta yendo a por lo que nos echen? o ¿no será mejor ir a por lo que necesitamos de verdad?. Con tantísima cortina de humo del consumismo y de focalizar la mirada en cosas que no son para nada esenciales muchos padres y madres dejan perder un tiempo precioso para ESTAR con sus hijos.

Y esto… ¿qué tiene que ver con la relación padres/hijos?.

Hay quien lo pregunta y es bien lícita la cuestión pero tiene todo que ver ya que el modelo que sustenta y es reforzado por estos modelos antisociales genera consecuencias en cascada que acaba redundando en precariedad también en las relaciones sociales y familiares.

Si tenemos que pagar un alquiler de 700 € al mes cuando nuestro sueldo apenas raya los 1.200 € mensuales y con lo que nos queda tenemos que comer todos, pagar electricidad, gas, agua, teléfonos, internet,… gastos de salud, ropa, transporte, colegio de los hijos, etc… o trabajan los dos miembros de la pareja o… y aceptar jornadas y condiciones laborales las que fueren porque si no las aceptas te quedas sin trabajo y sin trabajo… no comes tú ni nadie de tu familia.

¿Qué calidad de tiempo se puede ofrecer a los hijos si resulta que no tenemos garantizada ni la supervivencia?.

Necesitamos parar y pensar.

1.- Diálogo familiar.

Sentémonos y hablemos de nuestras realidades, lo que pensamos y sentimos padres e hijos respecto al tren de vida que llevamos, si nos llena o no, si nos ayuda o dificulta,… y veamos qué podemos hacer dadas las circunstancias que no podamos cambiar para vivir nuestra realidad de otro modo situando todo según un orden de prioridades que compartamos todos en la familia.

2.- Compromiso sociopolítico.

Las estructuras que generan injusticia, desigualdad, marginación y exclusión pueden ser transformadas a través de otras estructuras: AA.VV., sindicatos, partidos políticos,… Es desde la participación activa en ellas –no sólo con el voto cada cuatro años- que podremos hacer cambiar esas estructuras que llevan a que muchos padres y madres no tengamos unos espacios de tiempo dignos para disfrutarlos con nuestros hijos.

3.- Encuentros con otras familias.

Hay recursos sociales y eclesiales que invitan constantemente al encuentro entre familias donde se comparten ideas, experiencias, formación, propuestas para revitalizar la vida de pareja, de relación padres/hijos,… Aprovechémoslas.

4.- Día a día.

Aprovechemos cualquier instante, cualquier ocasión, cualquier medio,… para expresarle a nuestra pareja y a nuestros hijos todo nuestro amor incondicional, nuestro apoyo; no rehuyamos una partida de parchís, o una pateada por los montes, o un paseo por el parque mientras conversamos sobre cualquier cosa,… No demos nada por supuesto ni nada por perdido.

5.- …


Santi Catalán
santi257@gmail.com

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