jueves, 22 de octubre de 2015

Documento de "Trata con fines de explotación sexual en Tenerife" (2ª parte)

Para enlazar con el artículo previo, pulsar sobre el siguiente link:
PERSONAS VÍCTIMAS DE TRATA Y CAUSAS DE LA TRATA.

La trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

La trata de seres humanos con fines de explotación sexual, especialmente de mujeres y niñas (sus principales víctimas) es una gravísima violación de los derechos humanos que constituye una forma moderna de esclavitud y una de las formas más crueles de violencia de género.
No es un fenómeno nuevo, aunque en los últimos años se ha intensificado, fundamentalmente por la cada vez mayor desigualdadentre países, la feminización de la pobreza, la persistencia dela discriminación de las mujeres, el desempleo, la falta de educación y la imposibilidad o limitación de acceso a los recursos.

La trata con fines de explotación sexual genera enormes beneficios y está directamente vinculada a la prostitución y a la demanda de ésta. La primera existe porque existe la segunda.
En las últimas décadas hemos experimentado un aumento del negocio sexual, que convierte el cuerpo de las mujeres en objetos de consumo, donde prima la ley de la oferta y la demanda, bajo el control de redes criminales que comercian con ellas, vulnerando su dignidad y violando gravemente sus derechos humanos fundamentales.
En España han proliferado los negocios relacionados con el sexo, a través de la prensa, de la red y de establecimientos, lo que permite apreciar un consumo creciente de prostitución.

Es necesario citar la importancia de “la demanda” en este tipo de trata. La demanda impulsa un mercado que se sirve de la trata para abastecerse:
“Los usuarios de la prostitución, los propietarios de esclavos o los consumidores de productos fabricados por víctimas de la trata, entre otros, son responsables de generar la demanda que propicia la trata de personas…, no es necesario que una persona esté directamente involucrada en el mercado de la explotación para considerar que forma parte de la demanda de la trata”.

Su gravedad y naturaleza han motivado la lucha desde las instancias internacionales a las nacionales y locales. Exige una implicación decidida de todas ellas pues la trata es :
  • Una ofensa contra la dignidad humana.
  • Una violación de los derechos humanos más elementales.
  • Una actividad económica ilegal.
  • Una de las principales fuentes de financiación del crimen organizado.
  • Una actividad que se desarrolla a través de fronteras internacionales.
España es uno de los principales países de destino de la trata con fines de explotación sexual. Además, constituye un país de tránsito hacia otros países. Aunque la lucha se ha intensificado en los últimos años, sigue habiendo dificultades para recoger de manera clara y unificada datos correspondientes a este delito por parte de las autoridades.

Factores causantes de la trata.

Las causas básicas de la trata son diversas y a menudo difieren de un país a otro. En su búsqueda de una vida mejor, las personas desfavorecidas caen a menudo en manos de delincuentes que se aprovechan de su situación y las explotan. Las dificultades económicas, los conflictos, la delincuencia y la violencia social, los desastres naturales y otros factores adversos de ese tipo ponen en una situación desesperada a millones de personas, haciéndolas vulnerables a la explotación y esclavitud.

Las redes aprovechan estas circunstancias de vulnerabilidad para captar a las mujeres en las que el deseo de mejorar sus condiciones de vida, las lleva a emigrar si es necesario. Los tratantes, que pueden pertenecer a una red organizada o actuar de manera individual, consiguen atraerlas a través del engaño, con ofertas de trabajos inexistentes y promesas de una vida mejor. En algunas ocasiones, las formas de captación no son tan sutiles, utilizando incluso el secuestro o rapto.

Una vez que se introduce a las mujeres y/o niñas en la red de explotación, las formas para mantenerlas dentro son múltiples. Para mantenerlas esclavizadas se recurre a técnicas que van desde agresiones brutales hasta el confinamiento más represivo, pasando por el empleo de técnicas menos evidentes. En cualquier caso, algunas de las estrategias con las que los tratantes ejercen este control pueden ser las siguientes:
  • La servidumbre por deuda (obligaciones financieras, compromiso de honor de satisfacerla deuda). Las deudas se van sumando, el viaje, el alquiler, las comidas, los abortos, las asistencias recibidas, etc.
  • Aislar del público, limitando el contacto con personas ajenas y vigilando todo contacto  para que éste sólo sea superficial.
  • Aislar de los familiares y miembros de su etnia y comunidad religiosa.
  • Confiscar de pasaportes, visados o documentos de identidad.
  • Usar la violencia contra las víctimas o su familia o amenazar con aplicarla, incluyendo prácticas culturales y religiosas(como el vudú) con aquellas mujeres que por su origen son especialmente vulnerables.
  • Amenazar con deshonrar a las víctimas revelando las circunstancias a la familia.
  • Decir a las víctimas que si toma contacto con las autoridades serán encarceladas o deportadas por violar las disposiciones de inmigración.
  • Controlar el dinero de las víctimas (por ejemplo, guardándolo para que “esté bien seguro”). 
El objetivo es atemorizar a las víctimas. Además, su aislamiento se ve acentuado por el hecho de que muchas de ellas no hablan el idioma del lugar de destino y provienen de Estados donde se teme la acción de la ley.
Las víctimas de la trata suelen padecer condiciones inhumanas de vida, medios sanitarios deficientes, nutrición insuficiente, inadecuada higiene personal, ataques brutales,tanto físicos como emocionales, a manos de los tratantes, condiciones peligrosasdel lugar de trabajo, riesgos derivados de su ocupación y carencia general de unaatención de salud de calidad.
Todo esto ocasiona en las víctimas un profundo sufrimiento físico, mental, emocional y social no sólo a las mujeres que la sufren, sino también a sus familias. El sufrimiento originado por la trata dura toda la vida y de ahí que sea preciso un acompañamiento a largo plazo y en todos los ámbitos de la vida de las víctimas.

Personas especialmente vulnerables.

La trata de seres humanos no conoce fronteras, ni edad, ni género . Por lo tanto podemos decir que no existe un único perfil de víctimas de trata, aunque si podemos hablar de personas especialmente vulnerables para ser captadas por las redes.

Según cifras y estimaciones realizadas por fuentes internacionales, aproximadamente el 95% de las víctimas de trata por exploración sexual son mujeres y niñas.
En no pocas sociedades, las niñas están menos valoradas y se espera de ellas que sacrifiquen su educación y asuman responsabilidades domésticas y la carga de las dificultes de la familia, como el cuidado de sus padres y hermanos. Esta discriminación basada en el sexo hace que las mujeres y las niñas sean desproporcionadamente vulnerables a la trata.

La pronta identificación de las víctimas de la trata de personas es requisito previo para que se reconozca su condición de tales y, en consecuencia, tengan acceso a la asistencia y protección, esto es una labor del Estado que en los últimos años ha contado con nuevos instrumentos jurídicos que la facilitan pero que todavía le queda obstáculos por superar. 
Pero también es importante la conciencia social que tengamos de este problema y la formación adecuada de todos los agentes implicados en él. 
La complejidad del fenómeno no permite establecer una forma única para saber cuándo alguien está siendo víctima de trata, ya que cada experiencia es diferente. Pero, a pesar de esto, se pueden presentar actitudes  o circunstancias comunes que permitan la identificación.
Algunos indicadores generales, que se recogen en la Guía Básica de la Red Española contra la trata, son:
  1. Carencia de documentos de identidad o documentos falsos.
  2. Ausencia o escasez de dinero, sin ningún tipo de control sobre él.
  3. Incapacidad de mudarse a otro sitio o dejar su trabajo.
  4. Aislamiento de sus familiares y miembros de su etnia o comunidad religiosa.
  5. Incapacidad de comunicarse libremente con amigos o familiares.
  6. Coste excesivo pagado por su viaje, normalmente pagado en forma de deuda.
  7. Aislamiento social: limitación del contacto con otras personas, medidas de vigilancia.
  8. Incapacidad o dificultades de comunicarse en el idioma del país en el que se encuentra, sobre todo, si su estancia es ya prolongada.
  9. Sufrimiento de lesiones y abusos verbales o psicológicos con el fin de intimidar, degradar o atemorizar. 
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) también establece algunos criterios que pueden presentar personas que han sido objeto de trata con fines de explotación sexual:
  1. Trasladarse de un burdel a otro o trabajar en diversos locales.
  2. Ser escoltadas cuando van y vuelven del trabajo, compras, etc.
  3. Tener tatuajes u otras marcas que indiquen que son “propiedad” de sus explotadores.
  4. Trabajar muchas horas por día o tener pocos o ningún día libre.
  5. Dormir donde trabajan.
  6. Vivir o viajar en grupo, algunas veces con otras mujeres que no hablan el mismo idioma.
  7. Tener muy pocas prendas de vestir.
  8. Tener prendas de vestir que son en su mayoría del tipo de las que se utilizan para el trabajo sexual.
  9. Saber decir sólo palabras relacionadas con el sexo en el idioma local o en el idioma del grupo de clientes.
  10. No tener dinero en efectivo propio.
  11. Ser incapaces de mostrar un documento de identidad. 
Otros indicadores más específicos están relacionados con: los lugares en los que se encuentra, la conducta no verbal y verbal, la salud física y mental, la edad de la víctima, etc.
Hay que destacar que la presencia de estos indicadores no prueba que una persona esté siendo víctima de trata, pero sí levanta sospechas y la situación debe ser investigada.

Llama la atención también el número de mujeres que se ven involucradas en la trata de seres humanos, «no sólo como víctimas (lo que ya sabíamos), sino también como tratantes (lo que se hace constar en este informe). Las mujeres delincuentes desempeñan un papel más destacado en la esclavitud moderna que en casi todas las demás formas de delincuencia. Es necesario hacer frente a este aspecto, especialmente a los casos en que las antiguas víctimas se han tornado en autoras de los delitos».

PARA AMPLIAR Y CONTRASTAR:

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