El
Santa Marta Group: una potente alianza de jefes de Policía y oficinas de
obispos contra la trata.
Cecilia
Taylor Camara es la representante de los obispos de Inglaterra y Gales en la
lucha contra la trata de personas.
Cecilia
Taylor-Camara, natural de Sierra Leona afincada en el Reino Unido, es la
Secretaria de la Oficina para Migraciones de la Conferencia Episcopal de
Inglaterra y Gales y miembro del “Santa Marta Group”, constituido por voluntad
del Papa Francisco para coordinar los esfuerzos en la lucha contra el tráfico
de seres humanos.
¿Cómo
se inició este esfuerzo para luchar contra la trata de seres humanos?.
- En los
últimos cuatro años, es decir, a partir del momento en que se iniciaron los
trabajos para la organización de las Olimpiadas de 2012, los obispos de
Inglaterra y Gales han dedicado muchas energías y recursos para desarrollar un
proyecto de lucha contra el tráfico de seres humanos que tuvo inmediatamente el
apoyo de las fuerzas de policía. Por las estadísticas de organismos
internacionales sabemos que la trata de seres humanos constituye la segunda
actividad criminal más lucrativa en el mundo.
»La
Organización Mundial del Trabajo estima que casi 21 millones de personas en el
mundo son víctimas del trabajo forzado, de las cuales once millones y medio son
mujeres y niñas y nueve millones y medio hombres y niños. De estas, casi 19
millones son víctimas explotadas por privados o empresas, mientras que 2
millones son explotadas por estados o grupos rebeldes. Entre las que están
explotadas por privados o empresas, más de cuatro millones y medio son víctimas
de explotación sexual forzada.
»Además,
sabemos que el trabajo forzado genera casi 150.000 millones de dólares en
ganancias ilegales cada año, siendo el trabajo doméstico, la agricultura, la
construcción, la manufactura y la industria de entretenimiento los sectores más
productivos. En este contexto, los migrantes y las poblaciones indígenas son
los más vulnerables a los distintos tipos de trabajo forzado y explotación.
Estas
cifras son impresionantes. ¿Por qué no hay entonces una respuesta legal más
eficaz por parte de los Estados?.
- La
verdad es que las cifras son estimaciones basadas en los datos recogidos por la
Organización Mundial del Trabajo. A causa de las características de
clandestinidad del tráfico de seres humanos y de la complejidad del trabajo de
recogida y análisis de datos, somos conscientes del hecho de que estos números
no reflejan la realidad, porque las proporciones de la explotación a nivel
mundial son aún más elevadas. Sin embargo, estas estimaciones nos sirven como
guía para entender mejor las causas y las condiciones de la explotación.
»Por
ejemplo, en Gran Bretaña, el Ministerio del Interior (Home Office) llevó a cabo
en 2014 un sondeo que evidenció la existencia de entre 10.000 y 13.000
potenciales víctimas de tráfico de seres humanos, mientras que las autoridades
competentes encontraron sólo 1.748 casos concretos en todo el país. De hecho,
hay muchas personas vulnerables a la explotación en nuestras ciudades que pasan
a ser visibles en la indiferencia general.
¿Y qué
se puede hacer, concretamente, ante estas situaciones?.
- Como
católicos, estamos llamados a defender los derechos y la dignidad de los pobres
y de los vulnerables, no sólo en nuestras ciudades y comunidades, sino también
a nivel mundial. Nos inspira y sostiene el compromiso del Papa Francisco, que
ha hecho de la lucha contra el tráfico de seres humanos una prioridad de su
pontificado.
»En una
reciente entrevista concedida a la revista «America», el Papa Francisco
afirmaba que la pobreza, la corrupción y el tráfico de seres humanos son los
tres grandes males de nuestro mundo moderno. Añadía que el tráfico de seres
humanos es un crimen contra la humanidad y pide que nuestras estrategias y
competencias estén sostenidas y reforzadas por la misericordia del Evangelio,
que nos lleva a estar al lado de los hombres y las mujeres que son víctimas de
este crimen.
»Creo
que este compromiso evangélico hace que seamos distintos a otras organizaciones
que trabajan en este mismo ámbito, pues nosotros reconocemos en la persona de
cada víctima nuestra común dignidad humana y transformamos nuestro trabajo a su
favor en un signo de solidaridad y amor.
- Le
cuento una historia que concierne a Italia. Hace algunas semanas conocí a una
joven nigeriana, Olayinka, que había sido forzada a emigrar a Italia con
documentos falsos. La traficante, una cierta Madam Osu, tuvo problemas para
obtener los documentos falsos y un falso permiso de trabajo para poder entrar
en Italia. Algún tiempo después Madam Osu la comunicó a Olayinka que iría a
trabajar como niñera en una familia de Florencia durante la semana y como
camarera en un restaurante los fines de semana. Pero cuando Olayinka llegó a
Florencia, con documentos falsos, le dijeron que el único trabajo disponible
para ella era la prostitución en las calles de Florencia y que todo lo que
ganase debía entregárselo a Madam Osu.
»Tras
pagar casi veintisiete mil euros pidió que se considerase pagada su deuda. Pero
Madam Osu le dijo que los pagos acabarían cuando ella quisiera. Olayinka, muy
enfadada, abandonó la casa donde vivía pero tuvo un accidente de coche con otro
nigeriano, tras el cual fue deportada a Nigeria junto a otras personas.
»En
Benin City fue trasladada a una casa protegida gestionada por religiosas y allí
vivió casi dos años. Ahora Olayinka está completando sus estudios para trabajar
en una empresa de catering, pero sigue sufriendo por el trauma psicológico y
emocional causado por la explotación a la que fue sometida, que le ha provocado
una perdida completa de sus cabellos.
»Mientras
tanto, la familia de Olayinka sigue estando amenazada por Madam Osu, que aún
controla a jóvenes nigerianas en las calles de Florencia, además de dirigir un
negocio de artículos africanos en la estación central.
»Esta
información me llevó junto al comisario Kevin Hyland, el primer comisario
anti-esclavitud nombrado en Gran Bretaña, a visitar este local para verificar
las informaciones recibidas. Ahora estas informaciones han sido comunicadas
oficialmente a la EUROPOL para que las fuerzas de policía puedan monitorar este
caso en vista de una posible orden de arresto de los culpables.
»Pienso
que esta historia describe muy bien cómo la Iglesia católica une sus propios
esfuerzos al trabajo de las fuerzas de policía para acompañar y sostener a las
víctimas de explotación, además de reforzar los esfuerzos globales para
castigar a los criminales y que termine su impunidad.
- El
denominado «Santa Marta Group» es una alianza entre jefes de policía y obispos
de distintos países del mundo que han decidido llevar adelante, junto a la
sociedad civil, un trabajo para combatir el tráfico de seres humanos. El
objetivo del grupo es armonizar los recursos de la Iglesia católica con los de
las agencias de policía para prevenir las situaciones de explotación y de
esclavitud, para ofrecer atención pastoral y readaptación a la vida en las
comunidades de pertenencia.
»El
Grupo ha tomado este nombre precisamente porque en abril de 2014 el Vaticano
organizó una conferencia sobre el argumento del tráfico de seres humanos, a la
que participó también el Papa Francisco, el cual desde el inicio de su
pontificado ha hablado con mucha claridad sobre la cuestión y los desafíos para
la Iglesia católica. Como los 120 participantes y los 20 jefes de policía de
distintos países del mundo estaban alojados en la Casa Santa Marta, residencial
actual del Papa, se decidió dar este nombre a la alianza que se había
constituido.
»El
«Santa Marta Group» se propone desarrollar estrategias internacionales para
combatir este crimen, centrando la atención en la persona de la víctima en
particular. Se intenta por esto considerar el bienestar de las víctimas como
principio guía en la elaboración y aplicación de las leyes en materia.
»La
próxima conferencia del Grupo tendrá lugar en El Escorial, en España, del 29 al
31 de octubre de 2015 y ciertamente intentará, entre otras cuestiones, reforzar
la creación de una red mundial de organismos católicos, de la sociedad civil y
de las fuerzas de policía para promover las buenas prácticas en la lucha a la
explotación, además de la adecuada formación de quién trabaja en este ámbito.
Se intenta construir una base de datos de los recursos y un sitio web que pueda
ser un punto de referencia en la prevención y en el acompañamiento de las
víctimas.
»Es un
proyecto muy amplio, que seguirá desarrollándose para proteger las víctimas del
tráfico y de la explotación, las cuales a menudo son criminalizadas por
violación de las leyes migratorias y son perseguidas en lugar de ser ayudadas a
salir de estas formas de esclavitud moderna.
(Publicado
en VanThuanObservatory.org, traducido al español por Helena Faccia Serrano,
Alcalá de Henares).
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