"Una situación que nos desborda"

"Son las 12:00 horas del último día del curso. Me encuentro sentada en la mesa de la sala de profesores. En unos instantes el claustro va a votar el 8° de los puntos del orden del día. En él se decide mi futuro próximo, el del próximo curso, y con él, mi salario. Soy profesora de la asignatura de Religión católica y hoy el Claustro decide, en su votación, dedicar una de las dos sesiones de 45 minutos de la asignatura de Religión a la profundización curricular de otra de las áreas citadas.

Según la legislación vigente, corresponde a los Centros educativos, anualmente, decidir, para cada uno de los cursos de la etapa, cuales de las siguientes áreas -Ciencias de la naturaleza, Ciencias Sociales, Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas, Religión y Valores Sociales y Cívicos- será objeto de profundización curricular.

Para cualquier persona que no conozca la situación de los profesores de religión puede pasarle inadvertido el hecho de que decidir la profundización curricular de cualquiera de las áreas antes mencionadas y no de la Religión causa graves perjuicios a la asignatura de Religión, al alumnado y, consecuentemente, al profesorado de Religión ya que repercute directamente en lo siguiente:

1°. Porque decidir la profundización curricular de cualquiera de las áreas antes mencionadas supone reducir el tiempo semanal que se dedica a la asignatura de Religión, el número de sesiones a impartir, tiempo que, en los Centros con sesiones de 45 minutos, puede suponer quedarse con una sola sesión a la semana por nivel, es decir pasar de dos sesiones semanales de 45 minutos a una.

2º. Porque el tiempo dedicado a la impartición de esta materia se reduce en contra de la decisión de los padres que optan porque sus hijos reciban una educación en ella.

Y, 3º. Porque este profesorado, no los profesores de las otras materias, percibe su salario por el número de horas efectivamente impartidas, y de no ser elegida, el profesor de Religión puede pasar a percibir hasta la mitad de salario.

Es inaudito que sea el Claustro de profesores quien decida sobre el futuro del área de Religión, de los alumnos y del salario de los profesores de esta área. En este sentido, ya el año pasado los profesores de Religión, padres y personas en contra de dicha medida, se manifestaron ante la Consejería de Educación frente la resolución que ésta adoptó de dejar una sesión semanal por curso, o sea, al área de Religión le asignó el mínimo recogido en la nueva Ley de Educación (LOMCE), una sesión semanal de 45 minutos, dejando en manos del Claustro de profesores de cada centro educativo la decisión sobre una segunda sesión.

Esta situación deja al descubierto, en contra del derecho de los padres, hasta donde llega el interés de la Comunidad Autónoma de que la Religión habite en la Escuela junto con los demás saberes en situación de legalidad constitucional, equivalencia o proporción con las otras áreas.

La educación tiene la función de introducir a la persona en la realidad según la totalidad de los factores que la componen y uno de estos factores es el Misterio; añado más, para que la educación sea integral es necesario que despierte y haga emerger las preguntas últimas que constituyen lo más profundo de la persona, ¿y yo, quién soy?, ¿por qué merece la pena vivir?. Por ello necesitamos una Escuela donde nuestros alumnos sean acompañados en la apasionante aventura que es vivir".

Lourdes Lería.

Es la carta de una profesora de Religión, una docente, una maestra que cree en su trabajo y, sobre todo, es consciente de que no está ahí "por su capricho" sino que hace lo que hace y está donde está para dar cumplimiento al derecho constitucional de los padres y madres de este país contemplado en el Art. 27.3 de la Carta Magna de todos los españoles".

¿Es la única trabajadora de la Enseñanza que lamenta esta situación?... por desgracia no; como ella todos los docentes que dan Religión en Primaria en la Comunidad Autónoma de Canarias.

¿Qué esta pasando?.

Hasta la finalización del curso académico 2013/14 el Área de Religión en la escuela era para toda Primaria de dos sesiones de 45' cada una. Ya a punto de acabar dicho curso la viceconsejera del anterior gabinete de la "Consejería de Educación del Gobierno de Canarias" -que presidía el consejero Don José Miguel Pérez (PSOE)- determinó sin entrar a debatir ni negociar nada que "a partir del curso 2014/15 inclusive las sesiones de Religión quedaban reducidas a la mitad", quedando por lo tanto una sesión libre que "se dedicaría a profundización curricular".

Debido a que esto suponía una clara contradicción con la voluntad de más del 80% de padres y madres que año tras año eligen Religión para sus hijos -en condiciones dignas y no sólo testimonial- hubo movilizaciones, se recogieron en menos de un mes más de 80.000 firmas en papel, sin contar las que se obtuvieron a través de una plataforma digital,... pero la respuesta de la viceconsejera y del equipo socialista fue el silencio y el desprecio absoluto a la voz de la población.
Resulta llamativo cómo los partidos políticos que gobernaron en coalición antes de las últimas elecciones autonómicas rechazaban de plano la LOMCE y, sin embargo, fueron de los primeros y a toda velocidad quienes implantaron inmediatamente sus directrices en las aulas. Lo dejamos en pregunta: ¿de verdad estaban en contra de la LOMCE... o acaso sólo interesaba hallar algo que pudiera perjudicar el normal desarrollo de la asignatura de Religión y a su profesorado, lesionando así la voluntad mayoritaria de las familias?.
Lo de ahora mismo es el último cartucho que quemó este equipo que cesaba en las últimas elecciones autonómicas.
Tanto en el curso 2014/15 como para el 2015/16 quien tenía que decidir "a qué se le dedicaba esa sesión de profundización curricular" no era la consejería sino los claustros -así lo ordenó la Consejería de Educación cesante-, con lo cual se producen situaciones tan esperpénticas e injustas como las siguientes:

1. Los propios compañeros de trabajo deciden "qué sueldo va a tener su compañero/a de Religión". (Al decidir el número de sesiones. marcan el sueldo que el profesor o profesora de Religión percibirá puesto que éste, en Canarias, no tiene reconocida ninguna remuneración por cualquiera otra actividad que no sea dar Religión).
2. Se hace responsables a los claustros de los resultados como si ellos fuesen los propietarios de los centros docentes o la parte contratante del profesorado de Religión.
3. Se lesionan, por lo tanto, los derechos laborales del profesorado de Religión, se le ningunea y menosprecia institucionalmente de manera injustificada (éste tiene capacitación pedagógica y titulación adecuada al ejercicio docente: además de la titulación exigida por la Iglesia cuenta también con la de cualquier maestro o maestra en su especialidad correspondiente).

Pero no es esto lo más grave. No hay que olvidar que "la asignatura de Religión está en la escuela en virtud del Art. 27.3 de la Constitución Española" y, por lo tanto, es por VOLUNTAD DE LOS PADRES Y MADRES", no del profesorado de Religión ni de la Iglesia.

El profesorado de Religión sólo es el medio a través del cual se puede dar la "formación ética y moral de acuerdo con las creencias de las familias" que apuntan a sus hijos en Religión de manera LIBRE, es la única asignatura optativa en Primaria.

Si se restringe el tiempo dedicado a la asignatura o se torpedea constantemente el normal desarrollo de esta asignatura en la escuela -como así ocurre constantemente en algunas comunidades autónomas- no sólo se están lesionando los derechos laborales de sus trabajadores sino también y sobre todo "se está perjudicando claramente a las familias obligándoles a aceptar unos horarios escolares que son claramente insuficientes para poder dar esta materia con un mínimo de dignidad y contraste con el resto de áreas del conocimiento".

Por otra parte, se da también la situación de que ahora mismo la asignatura de Religión puede darse con plenas garantías en la enseñanza privada: allí goza de un horario proporcional con el resto de áreas y se le dota de los medios que sean necesarios para poderla impartir con dignidad. En la enseñanza pública esta presencia es cada vez menor y en peores circunstancias con lo cual, de seguir así y no desandar lo mal andado, ocurrirá que la mayoría de familias de este país que confía sus hijos a la enseñanza pública perderá completamente el mismo derecho que asiste a las que puedan apuntar sus hijos a la enseñanza privada. ¿Es eso equitativo y justo?, ¿a esto le llaman respeto a las mayorías, escuchar al pueblo y practicar la tolerancia y demás valores democráticos?.

Proponemos.

Desde "Justicia y Paz Tenerife", viendo cómo esta situación se prolonga de manera completamente injustificada y produce claros perjuicios en primer lugar a las familias y en segundo lugar al profesorado que imparte la asignatura de Religión en la enseñanza pública queremos ofrecer a continuación algunas ideas que puedan ayudar a rectificar, subsanar errores y emprender un verdadero diálogo con la sociedad movido más por el afán de servir a la ciudadanía que de imponer pre-juicios o ciertas ideologías partidistas:

1. ATENDER  A LA VOZ MAYORITARIA DE LA POBLACIÓN que pide, curso tras curso, en más del 80% la asignatura de Religión para sus hijos en la escuela a la que que todos tienen acceso: la pública. Este respeto a la mayoría es perfectamente compatible con el que se le debe a las minorías ya que "quien no quiere Religión sencillamente no la tiene".
2. OTORGAR A LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN DOS SESIONES SEMANALES por grupo de aula. Consideramos que la valoración que la LOE hacía de estos mínimos era la acertada pues se acerca más y mejor al ideal de diálogo y encuentro fe-cultura en las aulas. Por otra parte, esta decisión no entraría en contradicción con la LOMCE puesto que ésta contempla la posibilidad también que sea de dos sesiones semanales que, en el caso de muchos centros canarios, serían de 45' cada una de ellas.
3. EQUIPARAR LAS CONDICIONES LABORALES DEL PROFESORADO DE RELIGIÓN Y SUS COMPETENCIAS EN LOS CENTROS a las del profesorado interino. Esto aportaría una mayor y más efectiva justicia para con este colectivo que, por otra parte, gracias a su dilatada formación en muy distintas disciplinas, puede aportar un gran beneficio al desarrollo del Proyecto Educativo de los centros docentes.
4. UN MAYOR DIÁLOGO Y ACERCAMIENTO REAL DE POSTURAS CON TODOS LOS AGENTES IMPLICADOS en el desarrollo de esta asignatura que tanto bien está haciendo no sólo a la "formación en el hecho religioso" (distinta de la catequesis, cuyos ámbitos entendemos que son exclusivamente la familia y/o las parroquias) sino también a la "formación en valores" y la reflexión y desarrollo de "cuestiones de sentido"; (estos "agentes implicados" deberían ser reflejo de la gran mayoría de madres y padres que eligen curso tras curso Religión para sus hijos que son verdaderamente a quienes se refiere el Art. 27.3 de la Constitución Española).
5. CONSENSUAR UN ACUERDO MARCO QUE GARANTICE LOS DERECHOS DE TODOS Y DÉ ESTABILIDAD a los centros, dignidad a sus trabajadores y a las áreas que en ellos se imparten.
6. ...

El objetivo esencial es demostrar con hechos y actitudes coherentes que el Art. 27.3 de la Constitución Española -entre otros elementos legales que dan fundamento al área de Religión- es algo válido "para que las familias puedan optar con LIBERTAD a la formación que quieran para sus hijos de acuerdo con sus criterios éticos y morales" y que ese derecho se pueda desarrollar en condiciones dignas y con los medios necesarios sin el constante acoso y vueltas de tuerca año tras año convirtiendo el trabajo del profesorado de Religión en una situación que, efectivamente, les desborda y genera una angustia y sufrimiento inmerecidos,... ¿hasta cuándo van a tener que aguantar esto?.

Creemos que las propuestas que planteamos son perfectamente viables y no dañan en modo alguno a nadie y sí aportan importantes beneficios a todas las partes.

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