martes, 23 de junio de 2020

"Nunca tantos debieron tanto a tan pocos"


25 de junio, día de la gente del mar.


     Con estas palabras reconocía Churchill el sacrificio de los pilotos de la RAF y su defensa en 1940 de la amenaza nazi.

     Esta célebre frase retrata la realidad  que los hombres y mujeres de un país vivieron en  aquel momento,  gracias al sacrificio de unos pocos  que lucharon  en defensa de la libertad y la justicia, movidos por el espíritu de solidaridad y en contra de la tiranía, el sufrimiento  y la ambición  que genera el egovirus (Gn2,7 ) que anida en el corazón humano, promotor  de todos los  males, crímenes y  guerras y de los desequilibrios sociales y ecológicos que podemos  enumerar por miles.

     Nuestra sociedad está viviendo  una situación con el Covid-19, en la que de igual manera, unos pocos, como es el caso de los sanitarios, han luchado para salvar la vida de muchos, a costa del  trabajo, fatigas sacrificios e incluso  de la vida de muchos de ellos. Y la sociedad, consciente de esto, ha  aplaudido desde el confinamiento de sus casas, este gesto de los sanitarios,  que habla, que contiene, el clamor  de la solidaridad.

      En el marco  del acontecimiento reseñado, la gente de la mar (Asociaciones de marinos mercantes) hizo  sonar las bocinas  de su barcos  en toda España, para hacerse eco y homenajear así a cuantos ofrecían sus vidas en favor de los demás.

      Esos barcos, todos ellos, son tripulados por hombres y mujeres  que transportan más del 90 % del comercio /producción internacional, y como es fácil deducir, son en gran medida, responsables del bienestar de toda la sociedad que vive  en la  Tierra Suelo añadir, cuando intentamos visibilizar a la gente de la mar, que miremos la lámpara que nos alumbra y recordemos  que, gracias al trabajo del marino, tenemos hoy  la luz que nos ilumina y la energía que precisan nuestras industrias y transportes  Todos ellos no suman millón y medio  de personas, las que intentan aliviar las necesidades de  siete mil millones  de seres humanos que hoy pisan nuestros continentes y nuestras islas  Esto  que reseño, me recuerda el lema del Día del Marino  del año 2016: En la mar para todos.

      En este tiempo de confinamiento, los marinos  han tenido que vivir lo  que acontece en la cotidianidad de su realidad: confinados siempre, cuando  están navegando, sin ninguna excepcionalidad, y en este caso, sin alivio alguno al llegar a puerto, pues no han podido saltar a tierra en estos meses de confinamiento.  Aun  más, cuando después de seis o nueve meses que podían durar sus contratos, y en consecuencia, sin poder  ver a su familia por lo general, se encuentran, al querer volver casa, que las fronteras están cerradas y han de seguir trabajando, a pesar del cansancio  añadido que esto significa Sucede también que los marinos que necesitan incorporarse al trabajo, tampoco pueden reiniciar su actividad laboral  por igual motivo.

      En la  labor de sensibilización del Stella Maris, recordamos algunos aspectos  de su vida laboral  en el que viven estos trabajadores, con el fin de acercar el mundo de la mar al corazón de la gente de tierra,  y además con el propósito de despertar  en la sociedad, el reconocimiento que merecen, y promover la lucha de todos  porque el derecho y la justicia se comprometan en la mejora de  su bienestar integral:
  • emigrantes y forasteros permanentes, sin descanso semanal;
  • aislados;
  • con el mayor indicie de siniestralidad  laboral (25 veces más que cualquier otra actividad);
  • lejanía familiar;
  • soledad (la mayor de las pobrezas en boca de Teresa de Calcuta);
  • rutina;
  • sin atención espiritual;
  • …en la orilla: ignorados.

      Estas realidades que ya hablan de un déficit de bienestar integral, podemos complementarlas con estas otras que empobrecen la convivencia a bordo:  tripulaciones reducidas, multinacionales, multiculturales, multilingüísticas. Para mayor pesar, nuestra sociedad tiene conocimiento de situaciones de abandonos de buques con sus tripulaciones a bordo, sin ser repatriados ni por sus armadores, ni sus estados de origen, y ni siquiera  por el estado del puerto donde están atracados, como es su deber, (firmado en acuerdos internacionales), al fallar las responsabilidades de los dos anteriores.  En alguna ocasión, como sabemos por experiencia ( Muezzinoglu en Tenerife), con dos policías al pie de la escala real  para impedir que bajen a tierra, incluyendo al capitán.

      Lamentablemente no quedan aquí sus males pues además sucede, como sabemos por los medios de comunicación, que sufren el terrorismo de la piratería, con todo los males que contiene, miedo, muertes y sufrimiento.

      Todos  los temas abordados  en este escrito, en relación a la vida de la gente de la mar, nos recuerda  un término que el Papa Francisco y el cardenal Turkson, responsable del Dicasterio para el Desarrollo Integral Humano, suelen emplear en sus manifestaciones, al referirse al mundo de la mar: INVISIBLES. Esto lo explica todo.

       Recientemente el Secretario General de la OMI, KitackLim, y los representantes del sector destacaron su reconocimiento a la gente de mar que trabaja en primera línea con el fin de que el comercio de productos esenciales siga fluyendo durante la pandemia. Reiteraron la necesidad de que se designara a los marinos, los trabajadores portuarios y el personal conexo como trabajadores clave.  De ahí que el lema del Dia del Marino de este año (25 de junio) sea "La gente de mar son trabajadores clave", debido a su labor en el mantenimiento del flujo de bienes vitales (alimentos, medicinas, suministros médicos, entre otros) en el marco de la pandemia del COVID-19.

       El recuerdo de las Asociaciones de marinos a nivel Nacional al inicio de este escrito, y la palabra  SOLIDARIDAD que ha sonado con fuerza  en este acontecimiento del coronavirus, me invita a sugerir  el papel magnífico que esas asociaciones pueden jugar ayudando a VISIBILIZAR  el mundo de la mar en los medios  de comunicación, y en trabajar  en el objetivo de la mejora del BIENESTAR  INTEGRAL del Marino,  de modo especial en los puertos, promoviendo las JUNTAS DE BIENESTAR.

      Con lo expuesto pretendemos  que  nuestra sociedad no solo reconozca la importancia del trabajo del marino en nuestras vidas, sino que así mismo manifieste su SOLIDARIDAD con la gente de la mar invitando a los medios de comunicación y redes sociales  hacerse eco de la realidad del mundo marítimo   el  jueves 25 de Junio, Día del Marino y de este modo, contribuir a la VISIBILIZACION de la gente de la mar, de cuyo trabajo, insistimos dependen nuestras vidas.

Stella Maris Tenerife  

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