El
pasado jueves 28 de abril nos dábamos cita en la Parroquia Cruz del Señor, Pza.
Francisco Arteaga nº 1, de Santa Cruz de Tenerife no más de 50 personas pero
con un mismo corazón, con un mismo latido: reflexionar, meditar, orar por esta
casa común que es esta Tierra que Padre Dios nos regaló para que la hiciéramos
habitable, para que la trabajáramos, para que fuera hogar acogedor para todo
ser viviente y para que en este mismo suelo hubiera armonía en en conjunto de
todo lo creado.
Distintas
organizaciones de Iglesia nos estuvimos reuniendo previamente para al menos
ofrecer a todos los participantes en el día y hora previstos los instrumentos o
medios que sirvieran para esa reflexión, meditación y oración comunitaria.
Como
muy bien dijo Suso, "lo hicimos con mucho cariño" y con la confianza
de que todos sabríamos comprender que "lo importante no iba a ser esa
preparación previa sino la vivencia de cada uno en particular y la comunitaria
de aquel momento intenso en que pusimos ante nuestros ojos":
- La realidad de nuestra TIERRA. Una tierra que clama destrozada por tantos daños como le infrigimos: la hemos parcelado, hemos idolatrado las vallas que separan unas tierra de otras, hemos construido alambradas que separan y hieren, hemos dicho "mío" a lo que en realidad es "de todos".
- El don del AGUA. Tantas veces despilfarrada cuando en tantos lugares del planeta hay quien tiene que morir por no tenerla o beberla contaminada, en condiciones que atentan gravemente contra su salud. Tantas veces -y cada vez más- utilizada para el negocio de unos pocos cuando el agua, también, es un bien común.
- La biodiversidad. Tan generosa como es y sin embargo tan menospreciada por culpa de nuestro afán depredador y que ha ocasionado en el pasado pero también en el presente la desaparición de especies animales y vegetales. No hemos sabido leer nuestro propio cuerpo: nuestros miembros tan diversos pero todos imprescindibles para formar el todo.
- Nuestros hermanos los pobres y empobrecidos. Son todos esos seres humanos a los que les negamos incluso el derecho a nacer; son todos esos jóvenes a los que enviamos a las guerras; los ancianos, enfermos terminales, pozos sin fondo de la pobreza,... a los que hemos descartado,... porque no son rentables para el sistema.
- Derroche vs carencia. Mientras unos han de pagar gimnasios para perder kilos otros no pueden ni comer una sola vez al día. Mientras tiramos comida que está perfectamente antes de acabar en los contenedores... otros se afanan después en recuperarlo para poder aguantar un poco mejor la noche al raso.
El Papa
Francisco bien nos lo hace notar a través de la Laudato Si', especialmente en
los números 1, 2, 21, 22, 29, 30, 77, 91, 92, 158, 220,... dándonos a entender
que "la defensa del medio ambiente ha de entenderse como una defensa
integral de toda la Creación en la que el ser humano se halla presente también.
Necesitamos caminar hacia una ecología integral con criterios ético-sociales;
no tiene sentido defender una parte condenando al resto".
Agradecemos
desde estas líneas las ideas y materiales que nuestros hermanos en la península
nos hicieron llegar; nos fueron de gran utilidad.
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