-El año que viene está previsto que el proyecto FIARE se integre plenamente
en Banca Popolare Etica (BPE) de Italia. ¿Cuáles son los pasos?
La última asamblea de BPE aprobó la creación del área del Estado español casi por unanimidad. Hemos hecho un estudio de viabilidad que concluyó en junio, que ha sido aprobado por los Consejos de Administración de FIARE y de BPE y ha sido enviado al Banco de Italia, que tiene que dar el visto bueno este mes de octubre y esperamos que no haya problemas. Por ley el Banco de España no puede decir que no.
-¿Es la primera vez que BPE tendrá oficinas fuera de Italia?
La organización de BPE tiene cuatro áreas en Italia (noroeste, nordeste, centro y sur de Italia) y la quinta área será la del Estado español.
Aunque técnicamente y el método de la participación es el mismo, va a haber un proceso de descentralización que estamos concretando con FIARE para adaptar el servicio a la realidad del Estado español. Pueden abrirse una o más filiales en el Estado español. Los sitios elegidos son Bilbao, Barcelona y Madrid. Si se abre una sola será en Bilbao. Hemos hecho una investigación con nuestros clientes y el 90% de nuestros clientes tiene un código postal diferente al código de las dieciséis oficinas del BPE que hay en Italia. Es un buen indicador de que es un banco con el que se puede trabajar a distancia. Va a tener un servicio bancario casi completo, como otros bancos (cuentas corrientes, tarjetas electrónicas...).
Las personas socias de BPE son 30.000 y las de FIARE son 3.000, pero muy activas y mejor organizadas que las italianas.
Una vez se dé este paso, BPE va a dejar de ser un banco italiano para ser un banco europeo.
-¿Qué supone y cómo lo valoras?
Es un paso en un camino emprendido hace siete años y que va a traer consigo que haya una única cooperativa, que es la actual cooperativa Banca Popolare Etica (BPE), en la cual se crea una área autónoma que abarca al Estado español. Esta cooperativa tiene un componente participativo muy fuerte.
Casi seguro que el primer año se va a perder por las inversiones que se requieren, sobre todo en programas informáticos, pero es normal y lo asumimos, porque pensamos que hay muy buenas posibilidades de desarrollo. Con la crisis y la situación de los bancos en el Estado español es un buen momento para hacer un banco alternativo. Puede ser algo cómico, porque mientras los otros bancos recortan, nosotros abrimos nuevas oficinas.
-¿Puedes explicar más lo del compomente participativo?
BPE cuenta con una estructura asociativa voluntaria de sus miembros, que es paralela a la estructura operativa y hay interacciones entre ambas a todos los niveles. A diario hay una relación entre una coordinadora de los asociados reconocidos por BPE como grupos de inciativa territoriales -que se crean a partir de doscientos socios- con las oficinas del banco que está en el territorio. Esta relación significa que van a dar su opinión sobre los proyectos que se van a financiar desde el punto de vista ético y social. A su vez, esos grupos participativos realizan otras tareas como buscar nuevos personas asociadas, nuevo capital social, realizar actividades políticas. La BPE es una alternativa porque vive precisamente de ese trabajo participativo.
El aspecto participativo es un poco revolucionario, porque si se utiliza el mecanismo cooperativo dentro de un banco hay la posibilidad de que con poco dinero de mucha gente se hacen grandes cosas.
Por otra parte, dentro de los bancos éticos, BPE es uno de los más comprometidos a nivel político. Políticamente, no propiamente como banco, apoyamos la campaña "no con mi dinero", que sirve para que la gente piense dónde va su ahorro en los bancos convencionales.
La última asamblea de BPE aprobó la creación del área del Estado español casi por unanimidad. Hemos hecho un estudio de viabilidad que concluyó en junio, que ha sido aprobado por los Consejos de Administración de FIARE y de BPE y ha sido enviado al Banco de Italia, que tiene que dar el visto bueno este mes de octubre y esperamos que no haya problemas. Por ley el Banco de España no puede decir que no.
-¿Es la primera vez que BPE tendrá oficinas fuera de Italia?
La organización de BPE tiene cuatro áreas en Italia (noroeste, nordeste, centro y sur de Italia) y la quinta área será la del Estado español.
Aunque técnicamente y el método de la participación es el mismo, va a haber un proceso de descentralización que estamos concretando con FIARE para adaptar el servicio a la realidad del Estado español. Pueden abrirse una o más filiales en el Estado español. Los sitios elegidos son Bilbao, Barcelona y Madrid. Si se abre una sola será en Bilbao. Hemos hecho una investigación con nuestros clientes y el 90% de nuestros clientes tiene un código postal diferente al código de las dieciséis oficinas del BPE que hay en Italia. Es un buen indicador de que es un banco con el que se puede trabajar a distancia. Va a tener un servicio bancario casi completo, como otros bancos (cuentas corrientes, tarjetas electrónicas...).
Las personas socias de BPE son 30.000 y las de FIARE son 3.000, pero muy activas y mejor organizadas que las italianas.
Una vez se dé este paso, BPE va a dejar de ser un banco italiano para ser un banco europeo.
-¿Qué supone y cómo lo valoras?
Es un paso en un camino emprendido hace siete años y que va a traer consigo que haya una única cooperativa, que es la actual cooperativa Banca Popolare Etica (BPE), en la cual se crea una área autónoma que abarca al Estado español. Esta cooperativa tiene un componente participativo muy fuerte.
Casi seguro que el primer año se va a perder por las inversiones que se requieren, sobre todo en programas informáticos, pero es normal y lo asumimos, porque pensamos que hay muy buenas posibilidades de desarrollo. Con la crisis y la situación de los bancos en el Estado español es un buen momento para hacer un banco alternativo. Puede ser algo cómico, porque mientras los otros bancos recortan, nosotros abrimos nuevas oficinas.
-¿Puedes explicar más lo del compomente participativo?
BPE cuenta con una estructura asociativa voluntaria de sus miembros, que es paralela a la estructura operativa y hay interacciones entre ambas a todos los niveles. A diario hay una relación entre una coordinadora de los asociados reconocidos por BPE como grupos de inciativa territoriales -que se crean a partir de doscientos socios- con las oficinas del banco que está en el territorio. Esta relación significa que van a dar su opinión sobre los proyectos que se van a financiar desde el punto de vista ético y social. A su vez, esos grupos participativos realizan otras tareas como buscar nuevos personas asociadas, nuevo capital social, realizar actividades políticas. La BPE es una alternativa porque vive precisamente de ese trabajo participativo.
El aspecto participativo es un poco revolucionario, porque si se utiliza el mecanismo cooperativo dentro de un banco hay la posibilidad de que con poco dinero de mucha gente se hacen grandes cosas.
Por otra parte, dentro de los bancos éticos, BPE es uno de los más comprometidos a nivel político. Políticamente, no propiamente como banco, apoyamos la campaña "no con mi dinero", que sirve para que la gente piense dónde va su ahorro en los bancos convencionales.
-¿Por qué en este momento de crisis es idóneo para dar el paso?
La crisis afecta también a Italia y allá la gente empieza estar comprometida con una actividad financiera diferente. Hoy los bancos tienen un problema de confianza muy fuerte, pero eso no le sucede a la Banca Etica, porque es transparente. Hay sólo tres bancos en el mundo que publican todas sus operaciones financieras en la página web: la BPE, primera en hacerlo, un banco de Inglaterra y otro de Alemania. La confianza hace que el ahorro nos llegue con más facilidad. Otra ventaja comparativa con los grandes bancos es que éstos restringen sus inversiones en la economía real, algo que no sucede en El BPE porque es su propia razón de ser.
-Entonces, ¿en qué invierten los grandes bancos?
Un banco grande sólo emplea una parte pequeña del ahorro para invertir en la economía real (50% en Italia y en torno al 35% en el sistema anglosajón de grandes bancos internacionales), y el resto va a instrumentos fondos de inversiones, especulaciones financieras, productos inmobiliarios, actividad interbancaria, derivados financieros... Un banco que va a invertir en la economía real tiene que tener un 8% de lo que invierte en capital social y el dinero es bloqueado por varios años, pero si invierte en otros productos financieros tiene mucha menor necesidad de capital social y el dinero está más libre. Eso explica por qué los bancos arriesgan en el mercado financiero. Por contra la BPE no quiere hacer instrumentación financiera, sólo la mínima parte, sino inversiones en la economía real. Hay una buena posibilidad de desarrollo en el Estado español. El movimiento de indignados nos ayuda mucho en eso, porque hay una respuesta concreta.
-¿Cómo se posiciona BPE ante la deuda soberana?
En deuda, una cosa es lo que se debe en sí y otra parte que tiene que ver con los intereses sobre la deuda. En Italia, por ejemplo, la parte de los intereses es mucho más grande que la parte de la deuda y en 20 años ha crecido muchísimo. Es muy negativo que el precio en intereses que se debe pagar por la deuda es decidido por el mercado internacional, éste va a jugar contra un país porque con los intereses se gana muchísimo dinero; así es imposible pagar la deuda. Es lo mismo que pasó en los años 80 con la deuda de los países en vías de desarrollo, que siempre subía y no se podía pagar. Se debería bajar muchísimo los intereses; un 7% de intereses es muchísimo. Con este porcentaje los bancos prefieren invertir en deuda que en cooperativas o en la industria. El problema es que todo eso lo va a pagar la gente, porque se van a cortar las ayudas. Hay que ser más claro sobre este tema de las reglas de juego. Es absurdo que haya las mismas reglas para los pequeños bancos cooperativos y los grandes bancos y que en los instrumentos financieros apenas haya riesgo. Ha de haber una tasa sobre transacción financiera. Hay cosas que se pueden hacer que no se hacen.
-La crisis alimentaria está muy vinculada con ese tipo de especulaciones
Es verdad que el mercado financiero sobre el tema agrícola es fuertemente especulativo, con fenómenos como el acaparamiento de tierras. Es un ejemplo claro de cómo la estructura financiera causa desastres en la economía real. Se denuncia, pero no es fácil dar nombres. Si digo que los grandes bancos están involucrados en el acaparamiento de tierras es verdad, pero es muy difícil demostrarlo con casos concretos, porque hay un montón de pequeñas sociedades implicadas y no hay transparencia alguna. Cuando sabes que los 29 bancos más fuertes del mundo van a invertir sólo el 35% en la economía real, ¿adónde va el resto? Seguro que al acaparamiento de tierras también.
-Deberían prohibirlo...
La política está de risa. Por ejemplo, es absurdo que se pueda hacer un derivado financiero -que cubre el riesgo- de la venta de cereal sin que se produzca cereal. Es algo que se hace muchísimo. Toda la especulación agraria funciona así. Hay gente que no sabe nada de cereales y que hace un derivado en con la perspectiva de que va a bajar o subir el precio y gana muchísimo; y la gente que produce el grano no sabe nada de eso. Eso se debe prohibir, pero en este momento la política está muerta. No está en la agenda política prohibirlo.
Si la finanza es transparente, se gana la confianza de la gente. Si la agricultura es transparente, se sabe qué se come, de dónde viene, y tiene también más posibilidades.
-¿Qué importancia tiene para BPE el mundo agrario?
La agricultura es un sector importante para BPE, pero es una importancia declarada, pero no practicada. Del total de inversiones que la banca hace, sólo una pequeña parte conecta con la agricultura. Supone un 2 ó 3% del total de inversiones. Refleja el porcentaje que supone en la economía de un país, pero queremos hacer un poquito más. Por ejemplo estamos interesados en apoyar proyectos basados en la relación entre personas agricultoras y consumidoras.
La agricultura es un sector importante para BPE, pero es una importancia declarada, pero no practicada. Del total de inversiones que la banca hace, sólo una pequeña parte conecta con la agricultura. Supone un 2 ó 3% del total de inversiones. Refleja el porcentaje que supone en la economía de un país, pero queremos hacer un poquito más. Por ejemplo estamos interesados en apoyar proyectos basados en la relación entre personas agricultoras y consumidoras.
-¿Y La Vía Campesina?
Para mí sí es un movimiento estratégico. Personalmente he estado muy comprometido con las acciones internacionales contra la Organización Mundial del Comercio (OMC). Estuve en Seattle, en Cancún. El tema de la soberanía alimentaria y el acaparamiento de tierra nos interesan mucho y queremos trabajar con La Via Campesina, que en el mundo agrario es uno de los referentes importantes. En el futuro va a ser posible utilizar la BPE para las relaciones entre el Norte y el Sur y proyectos agrarios de La Via Campesina en el mundo. En este sentido, si el trabajo va en la justa dirección, la transparencia y la confianza de los clientes de BPE del Estado español pueden ayudarnos a inventar un producto de ahorro idóneo al respecto.
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