1.- “Me
siento sucia, despreciable, indigna, a veces quiero suicidarme”.
Así se
expresaba recientemente una chica de 21 años por haber sido abusada por el
señor de la casa donde trabajaba su madre, cuando aún tenía 8 años, El “señor”
no era ningún clérigo, sino casado y con hijos.
El trauma todavía la sigue persiguiendo, además de estar aun a tratamiento psicológico. Es por lo condenamos radical y rotundamente toda pederastia, sea quien sea su autor.
El trauma todavía la sigue persiguiendo, además de estar aun a tratamiento psicológico. Es por lo condenamos radical y rotundamente toda pederastia, sea quien sea su autor.
Pero es
posible que los abusos perpetrados por clérigos dejen una huella más profunda,
precisamente por su condición de representantes
de una religión que proclama unos valores de respeto y alta consideración de la
persona humana y además lo hace en nombre de Dios, un Dios que quiere el bien
para todo ser vivo, y más al que El creó a su imagen y semejanza, aunque todas
las criaturas tienen su imagen de Dios, y gozarán también con El de la plenitud
definitiva, pues la Resurrección de Jesús es para todos los seres humanos y
para toda la Creación (Romanos, 8,18-23).
2.-
Dolor y lamento.
Es un
dolor y un lamento inconmensurable que en la Jerarquía de la Iglesia, desde
curas a obispos e incluso cardenales, haya tenido lugar una infección tan
grave, precisamente perpetrada con personas inocentes, especialmente queridas y
valoradas por Jesucristo como son los niños y niñas. Nos duele muy profundamente que personas marcadas por el Sacramento del
Orden hayan caído en la ciénaga tan sucia de la pederastia. Se
habla de 3600 niños abusados en Alania por más de 1000 sacerdotes implicados, y
“resarcido” cada niño con 5000 euros, o sea, 5.000.000: ¿cuántos niños del
Tercer Mundo se alimentaban con esto, en vez de tener que resarcir a los
abusados que bien lo merecen, y aunque esto nunca los compense como personas?.
Pero
aun nos duelen mucho más las víctimas, por ser víctimas y ser inocentes, como nos duelen otros hechos criminales
contra los niños, como es utilizarlos como armas e instrumentos de guerra,
manipulados hasta convencerlos para que maten a miembros de su propia familia y
quitarles toda intención de marcharse, diciéndoles que si vuelven con su
familia, esta los matará porque primero
mataron ellos.
3.- Aun hay más:
3.- Aun hay más:
A pesar
de los avances conseguidos en los últimos 25 años, si continúan las tendencias
actuales, y más aun agravadas con el cambio climático, 69 millones de niños se
morirán antes de 2030 sin cumplir ni 5 años, otros 167 millones vivirán sumidos
en la pobreza, 124 millones no accederán a la escuela, en Africa Subsahariana.
Y más: 247 millones de niños, ya ahora, no tienen lo imprescindible para
subsistir, y 750 millones de mujeres se
habrán casado siendo todavía niñas (Fuente: informes Unicef). Al paso que vamos
el objetivo de hambre CERO para 2030 será inalcanzable. Un ejemplo concreto: La
mitad de los países africanos tienen un
IDH inferior a 0,500, lo que supone carencias graves o muy graves en
todos los aspectos, acompañadas de grave riesgo de conflictos sociales, tal es
el caso de Malaui, donde el trabajo de la mujer genera el 80 por ciento de la
producción agraria, además de cuidar la casa y los niños, buscar leña y agua,
lavar, cocinar, y atender al marido, que pasa día tras día sin dar golpe. La esperanza de vida está en los
55 años, pero la de las mujeres es tan sólo de 38 años, porque viven en una
verdadera esclavitud desde que nacen hasta que mueren (Ver Mundo Negro,
septiembre 2018).
4.- La
mitad de los países africanos.
Esta
situación no es solo de Malaui, lo es también de casi la mitad de los países
africanos, en algunos aún peor, como en la República Democrática del Congo,
donde hay niñas que son violadas genitalmente ya a los 5 años. Y no hablemos de
niños-soldado alistados para la guerra o reclutados para guerrilleros, la gran
mayoría en países pobres. Se calcula que hay alrededor de 300.000 niños y niñas
menores de 18 años que participan en más de 30 conflictos en todo el mundo. Se
les utiliza como combatientes, mensajeros, porteadores y cocineros, y para
desempeñar servicios sexuales. Algunos son víctimas de secuestros o se les ha
reclutado por la fuerza, y otros se ven obligados a unirse debido a la pobreza,
el abuso y la discriminación, o en busca de venganza por actos de violencia
realizados contra ellos o contra sus familias. Hay más posibilidades de que los
niños y las niñas se conviertan en soldados si están separados de sus familias,
desplazados de sus hogares, viven en zonas de combate o tienen un acceso
limitado a la educación. En algunas ocasiones, puede que se unan a los grupos
armados porque es la única manera que tienen de obtener un alimento diario y
garantizar su supervivencia. La niñas son objeto especial de violencia, abuso y
explotación sexual.
5.-
Grandes riquezas de la Iglesia.
En
contraste con todo esto, y mucho más que existe, están las cuantiosísimas
riquezas que atesora la Iglesia Católica, y que no pone al servicio de los más
pobres de la tierra.
Pongamos
algún ejemplo: La Iglesia católica alemana, tan manchada por la pederastia,
cuya riqueza se estima en 26.000 millones de euros, recaudó en impuestos en
2016 un total de 6 mil millones de euros, un nuevo récord respecto a años
anteriores. Es la principal conclusión a la que ha llegado una investigación
del periódico Handelsblatt, que también ha revelado que la Iglesia se ha
beneficiado de este boom económico a pesar de que más de dos millones de
alemanes se han borrado de la Iglesia desde el año 2000. De esos 26.000
millones, según revela el citado periódico, 5 mil millones están dedicados a
pensiones para dignatarios eclesiásticos de alto rango (citado en Religión Digital 02/02/18). Un dignatario de triste memoria es Tarcisio Bertone, antiguo
secretario de Estado del Vaticano, cuyo ático para su vivienda de jubilación
fue reformado con un coste de 800.000 euros, la mitad a cargo de la fundación
que controla el Hospital Pediátrico Bambin Gesú de Roma (El economista
08/08/16).
En
Chile, donde la pederastia ha sido una epidemia, el 9 de agosto pasado, el
Arzobispado de Santiago vendió un céntrico terreno de 6700 metros cuadrados, al
lado de la parroquia de san Juan Evangelista, por el que la Iglesia se embolsó
30 millones de dólares (El mostrador 24/09/18).
Jesucristo
fustigó la riqueza y a los ricos en cuanto tales con palabras muy duras; por
eso, tanta riqueza en la Iglesia es la mayor negación del mensaje de Jesús; son
hechos muy negros de la realidad de la Iglesia actual, que sumando la
pederastia, tanta y tan difusa, debería llevarla a vestirse de saco y ceniza
como en los tiempos bíblicos y no dejar de hacerlo hasta que desaparezca el
dolor de los maltratados, no solo de los abusados sino también el dolor de
tantos millones de empobrecidos, porque una Iglesia que, enseñando amor a los
pobres, no comparte con ellos sus inmensas riquezas y los deja morirse de
hambre, de sed, de frío y desnudez, que todo esto hemos vito en América y en
Africa, es una Iglesia no sólo ajena, sino abiertamente contraía al mensaje de
Jesús. En el basurero de Guatemala, donde está lo más pobre de lo más pobre del
país, vimos miles de familias en la más absoluta miseria: la misionera que nos
acompañaba dijo: “aquí la Iglesia Católica no tiene presencia”, pero bien cerca
tenía un templo lujosísimo.
7.- El
Hermano Francisco quiere renovar radicalmente la Iglesia.
Pero
los que más deberían ayudarle a sembrar la renovación, son los que menos
ponen la mano en el arado, porque si muy
grave es la conducta de los eclesiásticos abusadores, aun si cabe, es mayor la
de tantos obispos y responsables eclesiásticos que los ocultaron y encubrieron,
o se limitaron a cambiarlos de sitio como verdaderos aforados por el poder de
la Iglesia, sin escuchar a las víctimas e incluso imponerles silencio para que
todo quedase oculto y no desdorar la imagen pública de la Iglesia. Y más aun
los propios Obispos, con su poder omnímodo en sus Diócesis aforados desde Roma
por el poder de los Papas anteriores hasta que llegó Francisco, y les tuvo que
llamar severamente la atención, porque la pederastia era ya una enfermedad
endémica desde Australia hasta Pensilvania, dejando por el camino muchas
estaciones, como los obispos de Chile que fueron todos llamados al Vaticano por
Francisco, algunos ya dimitidos por culpa de la pederastia, porque el
poder piramidal de la Iglesia de arriba abajo, es tan grande que no sólo
es poder económico y aforador, sino también religioso, que es el más peligroso
porque se hiende hasta la raíces más profundas de la persona.
Si una
Iglesia que no se conmueve o sólo lo hace poco más que sentimentalmente, ante
800 millones de pobres que hay en el mundo y que mueren de hambre por miles
cada día, de los cuales casi 10.000 son niños, ante las exigencias de justicia
y amor que nos plantea el Evangelio, que no lo lee cuando dice: “vende todo lo
que tienes, dalo a los pobres y tú ven y sígueme”, y no es capaz de poner sus
riquezas a su servicio, parece que la pederastia le vino como un aldabonazo
atronador para que regrese al origen y fundamento de su existencia, y vuelva a
ser “camino, verdad y vida” para una humanidad y una Madre Tierra que tanto lo
están necesitando. Es tan grande la reforma que necesita la Iglesia, hacia el
interior de sí misma y hacia su misión en el mundo que parece estar pidiendo un
nuevo Concilio que retome por un lado las importantes enseñanzas del Vaticano
II, casi parece que intencionadamente olvidadas, y por otro la ponga plenamente
al día ante la realidad del mundo actual.
Está
luchando incansablemente para devolver a la Iglesia del rostro del Evangelio,
para que pueda ser plenamente reconocido en ella el gran mensaje de Jesús de
Nazaret, el mejor que ha conocido la humanidad hasta nuestros días. No ayudarle
es ser cómplice de la frustración de ese gran mensaje y como consecuencia de
los sufrimientos de la Humanidad y del
Planeta que la sostiene.
Un gran
abrazo a vosotros, amigos lectores, y especialmente para todos los abusados y
empobrecidos del mundo, y que los abusadores y encubridores retornen al abrazo
paterno del Padre y fraterno de Jesucristo.
Faustino
Vilabrille
PARA NUESTRA REFLEXIÓN:
Pudiera parecer que este tipo de denuncias hechas hacia dentro haga más daño que bien a la Iglesia porque puede ser utilizada por aquéllos que manifiestan constantemente auténtico odio, desprecio y burla hacia ella, pero:
- ¿Qué está diciendo realmente el hermano Faustino Vilabrille con esta reflexión?.
- ¿Son acaso estos agentes de la Iglesia, que han mostrado la antítesis de lo que es ser discípulos de Jesucristo, los únicos responsables del descrédito que sus actitudes y acciones han provocado?.
- ¿A qué conductas y actitudes nos invita esta reflexión?.
- ¿Qué pasos dar en nuestra comunidad parroquial, orden religiosa, comunidad cristiana, movimiento,... para ser más "camino, verdad y vida" para el mundo o al menos mejores referentes de Aquél a quien decimos anunciar?.
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