El trabajo infantil
es un tema que preocupa a nivel mundial. Miles de niños son forzados a realizar
tareas muy duras diariamente.
Tal vez te estés
preguntando cuál es el límite entre el trabajo o la explotación infantil y las
tareas que sanamente un niño de cierta edad puede realizar.
A veces la línea que
separa este tipo de crimen de aquellas tareas que ayudan al desarrollo de la
niñez puede ser muy delgada.
Es importante tener
en cuenta la cantidad de horas a las que el niño esta sometido a realizar la
tarea, al igual que los objetivos que hay detrás de la misma.
También dentro de la
niñez hay un rango de edades, y no es lo mismo un niño de 4 años realizando un
trabajo duro, que uno de once vendiendo limonada.
Sin embargo, la
Organización Internacional del Trabajo es muy clara al momento de definir el
Trabajo Infantil:
Es aquél que priva a
los niños de vivir su etapa de niñez de manera natural. Son las tareas que les
impiden desarrollarse adecuadamente y de manera digna.
Traducido a acciones
cotidianas, el trabajo infantil es aquél que:
- No les permite escolarizarse como corresponde. Sea porque no pueden asistir regularmente a clases o porque disponen de poco tiempo para estudiar, el proceso de aprendizaje se ve interrumpido o alterado.
- Compromete su integridad física y su salud mental. A veces la tarea significa un mayor esfuerzo físico del que pueden soportar. También, y no menos importante, la salud mental del niño está en riesgo, ya que tiene que vivir situaciones para las que no está psicológicamente preparado.
- Afecta sus relaciones personales. El trabajo físico les quita tiempo a los niños para jugar e interactuar con sus pares, lo cual es fundamental para un desarrollo adecuado.
Según datos
divulgados por Unicef, se estima que son aproximadamente 150 millones los niños
que trabajan en todo el mundo, de entre 5 y 14 años.
Esta cifra viene
disminuyendo en los últimos años, aunque de todas maneras es una cifra muy
elevada.
Cuando se analiza la
distribución geográfica de esos niños, África es el continente que encabeza la
lista. En promedio, uno de cada cuatro niños africanos realiza trabajo
infantil.
Asia ocupa el segundo
lugar y los datos indican que un niño de cada ocho realiza trabajo remunerado
en este continente.
En América Latina,
esta cifra disminuye a uno de cada diez.
A nivel mundial, se
viene registrando un lento descenso de la cantidad de niños que realizan
trabajos infantiles. No obstante, en África la cifra continúa aumentando.
Tipos de trabajo
infantil.
Dependiendo de la
cultura del país, del nivel socio-económico del lugar y de cuán severas sean
las políticas sociales, el Trabajo Infantil se presenta de distintas maneras.
Una de las peores
formas de trabajo infantil es aquélla que supone claras condiciones de
esclavitud.
En este caso los
niños suelen ser separados de su familia y reciben escasa o ninguna remuneración,
solo trabajan por el alimento.
Otras dos modalidades
que también se encuentran entre las peores formas de trabajo en niños son la
prostitución y la pornografía infantil.
Sin embargo, más allá
de las distintas formas, Unicef distingue entre dos grandes tipos de trabajo
infantil:
- Niños que trabajan dentro del núcleo familiar. Junto a sus padres y hermanos en familias de campesinos o artesanos, los niños trabajan y aportan a la economía de la casa. En este caso, la situación típica responde a una gran pobreza de la familia, la que no dispone de infraestructura ni de las mínimas garantías sociales. En estos casos el niño suele trabajar pocas horas y si bien lo hace en condiciones precarias, toda la familia participa de tales condiciones.
- Los niños trabajan bajo órdenes de terceros. Muchas veces son empresas multinacionales las que contratan este tipo de mano de obra. Otras veces son personas que tienen negocios fraudulentos y se aprovechan de condiciones de vulnerabilidad. Es en este segundo grupo se encuentran generalmente los peores casos de explotación infantil.
¿Sabes cuáles son los
productos que más mano de obra infantil emplean?. Te mostramos a continuación el
“top five”:
1- Extracción de oro: Este metal, muy
preciado en el rubro de la joyería y la electrónica, es una causa importante de
trabajo infantil.
El trabajo de
extracción en las minas artesanales subterráneas, emplean a miles de niños. Es
un trabajo que supone condiciones ambientales extremas, muchas de ellas
sumamente tóxicas para el organismo.
Países como Bolivia,
Colombia, Senegal e Indonesia, figuran entre los que más emplean a niños para
este tipo de tarea.
2- Cultivo de Algodón: Al ser la fibra
textil más usada, este cultivo demanda mucha mano de obra en el mundo entero.
En países como
Uzbekistán, los niños son obligados a trabajar en su cosecha durante el
descanso escolar.
También Brasil
registra un alto porcentaje de trabajo infantil en este sector.
En estos casos, las
políticas sociales no han tenido éxito al momento de frenar la situación.
3- Cultivo de Caña de
Azúcar: Es un caso muy
similar al anterior, con el agravante que las condiciones representan mayor
riesgo para los niños. Herramientas pesadas y filosas comprometen seriamente la
salud de los menores.
4- Fabricación de
Ladrillos: En países como Nepal,
Pakistán e India, es muy frecuente que cuando una familia contrae una deuda que
no puede pagar, envía a sus niños a fabricar ladrillos.
Desafortunadamente,
esta práctica es tradicional, y por eso aún se mantiene vigente. Estos niños trabajan
largas jornadas, muchas veces en condiciones climáticas adversas.
5- Cultivo de Café: Especialmente niños
africanos y latinoamericanos, son sometidos a exigentes condiciones de trabajo
en la industria cafetera.
En el momento de la
cosecha, suelen trabajar diez horas diarias, mientras que en la siembra, la
preparación de la tierra y los almácigos, trabajan hasta 8 horas diarias.
6- Otros: Conflictos armados. Coltán. Explotación sexual. Cultivo de la tierra. Pesca y acuicultura. Silvicultura. Ganadería.
Estos niños, en la
mayoría de los casos, son obligados por sus propios padres o familiares a
realizar trabajos remunerados.
Otra característica
es que quien contrata este tipo de mano de obra, paga menos que lo que le
correspondería a una persona mayor.
De esta forma se
establece un negocio en torno al trabajo de los niños, el cual alimenta y
potencia uno de los flagelos de la humanidad.
Incluso, en muchos
casos, la remuneración por el trabajo que estos niños realizan no es económica.
A cambio de largas horas de trabajo, se le da el alimento del día.
¿Por qué aún persiste
el trabajo infantil?.
Seguramente piensas,
como la mayoría de las personas, que el trabajo infantil es algo que no debiera
existir, ya que todos los niños tienen derecho a desarrollarse adecuadamente.
Si bien el número de
niños trabajadores viene disminuyendo lentamente y también se ha registrado un
descenso en la cantidad de niños empleados en las peores formas de trabajo
infantil, muchos aún continúan trabajando en terribles condiciones.
Los profesionales
explican esta realidad a través de las siguientes causas:
- La pobreza. La gran mayoría de los niños que forman parte del mercado de trabajadores infantiles pertenecen a hogares pobres. Esta es una causa que potencia la especie de círculo vicioso que se establece en torno al problema.
- Los niños salen del sistema educativo para trabajar, no se forman y por lo tanto continúan siendo pobres. Y las futuras generaciones siguen el mismo camino.
- La pobreza que se establece y se potencia con el transcurso de las generaciones no es solo económica.
- Al quedar excluidos del sistema educativo, el marco de valores se ve vulnerable a otras miserias.
- Vicios como el alcohol, el tabaco y el consumo de drogas comienzan a rondar prontamente el ambiente en el que se mueven los niños explotados.
- Políticas de estado ineficientes. Cuando los estados carecen de normas claras al respecto del trabajo infantil, inmediatamente se establece el problema.
- Muchos empresarios y pequeños propietarios visualizan en el trabajo infantil un mecanismo válido para que sus negocios sean más rentables. Esto se complementa con la falta de un marco legal que castigue severamente este tipo de delitos.
- Educación deficitaria. Cuando hay una demanda de un servicio, es que hay personas convencidas de que ese servicio es la solución para su negocio.
- En la demanda de trabajo infantil hay un claro déficit en términos de educación y valores. Estos se inculcan y transmiten en el hogar y en los ámbitos educativos.
- También es el entorno familiar el que muchas veces promueve la explotación de sus propios hijos, porque no es capaz de ver más allá de las necesidades básicas e inmediatas.
- Probablemente estas mismas personas hayan sido explotadas durante su niñez también.
Cuando haya menos
pobreza, más educación y mejores políticas de estado, seguramente esta
situación podrá mejorar.
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