Eran
ya las 10’30 h de la mañana en la Pza. Weyler en Santa Cruz de Tenerife y poco
a poco se iba poblando el espacio de diferentes grupos políticos, sociales,
sindicales,… también otros tantos a título personal con sus respectivas
pancartas, banderas, silbatos, megáfonos,… cada cual conforme creyó conveniente
para la jornada que se presumía reivindicativa bajo un mismo motivo: celebrar juntos el “Día del
trabajador”.
Un
compañero de la HOAC y este menda nos unimos también haciendo piña (no llevábamos
pancarta alguna ni tampoco bandera), tan sólo un carrito arrastrando un gran
altavoz desde el que poder emitir un pequeño alegato relacionado con el TRABAJO
DECENTE que desde la plataforma “Iglesia por el Trabajo Decente” se compuso
hace poco. También un buen puñado de revistas del “TÚ” que íbamos repartiendo
entre la concurrencia dando pie al hacerlo para presentar “quiénes éramos y qué
contenido tratábamos de difundir”; reacciones hubo para todos los gustos: desde
quienes no querían tomarlo por considerar que habría que pagar algo por ello o
sabrían ellos por qué… hasta quienes con gusto lo tomaron y enseguida echaron
mano de su bolsillo para aportar siquiera un donativo en compensación.
Comprobamos,
dicho sea de paso, que la HOAC tiene entre las organizaciones del mundo obrero
y también entre las formaciones políticas llamadas “de izquierda” un muy buen nombre, y sus postulados son bien recibidos, bien comprendidos,…
y eso es ya un gran signo de esperanza para el encuentro, ampliación y
profundización en el diálogo Iglesia-Mundo obrero.
Nos
fuimos moviendo yendo de un grupo a otro y comprobando al mismo tiempo cómo
cada cual acudía al acto amplia y fuertemente motivado, mas… al mismo tiempo
muy poco dados a interactuar con los demás grupos allí presentes. Cada cual… en
su chiringuito. Esto se hizo más patente aún una vez se puso en marcha la
manifestación dejando de ser concentración y dirigiéndonos a la Pza. Candelaria
donde alcanzaría su final de recorrido.
La
Policía Nacional y la Local gentilmente nos escoltaron y custodiaron a lo largo
de todo el recorrido. Ningún incidente, salvo la inmensidad de problemas que
las pancartas de unos y de otros gritaban silenciosas y sus correspondientes
reivindicaciones: “salarios dignos, jornadas laborales no abusivas, seguridad
ante los riesgos laborales, estabilidad en el empleo,… asegurar jubilación y pensiones
dignas, eliminar la economía especulativa, creación de empleo, igualdad en la
remuneración hombre-mujer a igual trabajo,…” incluso hasta las proclamas
independentistas se dieron cita sin que tampoco por ellos nada se viera
alterado.
Cuando
los últimos grupos llegaron a la Pza. de la Candelaria ya el manifiesto había
sido leído. Un manifiesto que supuestamente era fruto del consenso entre las
diferentes fuerzas sindicales (CC.OO., UGT, Intersindical Canaria y
Sindicalismos de Base). Fue una de las notas en que se evidenciaba que… más
allá de las palabras de dicho texto… la realidad cantaba que “estamos muy lejos
de esa unidad sindical”. Estamos muy lejos de entender que “para lograr algo
que beneficie a todos es necesaria la unidad de todos los agentes que tienen en
su mano hacer esto posible: en primer lugar la unidad de todos los sindicatos
en defender conjuntamente al menos aquellos puntos que les son comunes a todos,
sin partidismos o alineamientos ideológicos a tal o cual formación política.
Curiosamente,
en todas las conversaciones que caminando sobre el asfalto manteníamos con unos
y otros… todos coincidían en que “sólo avanzaremos en estas mejoras que se
reivindican cuando dejemos los capillismos, cuando busquemos más aquello que
nos une que lo que nos separa, cuando busquemos de verdad defender los derechos
de TODOS los trabajadores de todo el mundo (y no sólo los que sean del gusto de
tal o cual ideología), cuando busquemos más el apoyarnos unos a otros y entre
nosotros que en sobresalir cada uno por su parte como si sólo uno fuera
poseedor de la verdad”.
No
pocos veíamos la necesidad de celebrar el 1º de mayo ¿quién sabe cuándo? sin
banderitas ni rojas, ni republicanas, ni independentistas, ni nacionales, ni
blancas, ni negras,… sino, en todo caso, con pancartas en las que sigamos
denunciando lo que es injusto y reivindiquemos aquello que devuelva la dignidad
a las personas y a la actividad que desempeñamos. Alguna persona decía: “Llevo ya
más de 20 años soñando con ese día y lo que percibo es que vamos a peor, cada
vez peor”.
¿Sería
posible formar una plataforma sindical en la que se hallen representados todos
los sindicatos canarios, independientemente de su número de afiliados, y
respetándose la ideosincracia de cada uno de ellos pero al mismo tiempo
empujando todos a una hacia aquellas reivindicaciones que hoy proclamábamos
desde el asfalto?.
Creo que, desde mi punto de vista hace falta una Gran Confederación Sindical en la que estén representados todas las organizaciones obreras... independientemente de su número de afiliados.
ResponderEliminarCada organización puede llevar su cartel o pancarta pero tod@s deben apoyar un manifiesto y una pancarta unitaria. Hoy, más que nunca, es necesario el Movimiento Sindical y es necesaria la Unidad Sindical... tenemos que trabajar en esa línea durante todo el año, para conseguir que las aportaciones, muy buenas, de las organizaciones sindicales lleguen a los trabajadores, a tod@s los Trabajadores...