Carta No.189: El desafío de construir la igualdad de género
“No se puede conseguir un mundo mejor, más justo, más inclusivo y plenamente sostenible sin la contribución de las mujeres. Así que debemos trabajar, todos juntos, para ofrecer la igualdad de oportunidades a hombres y mujeres, en todos los contextos, para lograr una situación de igualdad en la diversidad, estable y duradera…
El pensamiento de las mujeres es diferente al de los hombres, están más atentas a la protección del medioambiente, su mirada no se dirige al pasado sino al futuro… dan a luz con dolor para lograr una gran alegría: dar vida y abrir vastos y nuevos horizontes” Papa Francisco, marzo 2023Ante las nuevas elecciones afloró el tema de la igualdad de género. Inicialmente el Consejo Nacional Electoral (CNE) sostuvo que las listas de candidatos para presidente y vicepresidente sean paritarias a partir de las elecciones de 2025, argumentando que las del 2023 son extraordinarias, pero que aplicarán el 30% de paridad en las listas para asambleístas.
Ante esta decisión del CNE, varias organizaciones ciudadanas levantaron su voz, señalando que la ley dice “elecciones subsiguientes posteriores a la vigencia de la ley” por lo que debe aplicarse ya. Esto muestra la lucha por la paridad que promueven varias organizaciones, especialmente de mujeres, que sienten un machismo vigente y la vulneración de sus derechos en los procesos democráticos.
Por la presión social, el Tribunal Contencioso Electoral determinó que los binomios presidenciales y listas pluripersonales deben cumplir la paridad entre hombres y mujeres. Aunque este parece un gran logro para cumplir la Constitución de la República, que reconoce el derecho a una vida libre de violencia en el ámbito público y privado (art. 66), y establece que el Estado promoverá la representación paritaria de mujeres y hombres y que en las candidaturas a las elecciones pluripersonales se respetará su participación alternada y secuencial (art. 65). El camino para lograr una verdadera igualdad aún es largo.
No porque haya una participación del 50% significa que se haya superado el machismo. Poner en las listas a mujeres de candidatas no garantiza que se hayan escogido a las mejores ni reconoce el gran valor que tienen a nivel profesional, social, cultural, ético y familiar, pues en algunos casos se las escogen de ‘relleno’. Hay mujeres que contribuyen a eso, porque, al igual que los hombres, aceptan candidaturas sin tener la experiencia ni la capacidad profesional o técnica y, lo peor, buscando sólo el interés personal y no el de el bien común.
Es valiosa la presencia de mujeres líderes que, además de cumplir con el rol de madre, esposa, compañera, en nuestra sociedad machista, lo cual implica doble esfuerzo, sacrificio, riesgo, trabajan por el bien de la sociedad con entrega, eficiencia, dedicación, detalle, ternura, servicio, belleza, laborando incansablemente por una sociedad más justa, solidaria, inclusiva, equitativa.
Estos nuevos roles que las mujeres cumplen para servir a la sociedad, exigen a los hombres una responsabilidad y participación mayor en el cuidado y atención de los hijos, como en las tareas domésticas para que las mujeres no realicen jornadas extenuantes.La participación en igualdad de condiciones en la vida social, cultural, política y económica garantiza que, tanto las políticas públicas y privadas, como los valores, las normas y las prácticas culturales, reflejen los preocupaciones y experiencias conjuntas y los tengan en cuenta, pues los intereses de unos generan desequilibrios que socavan el desarrollo sostenible del país.
Hay igualdad de género cuando las
medidas aplicadas “de arriba abajo” se complementan plenamente con el apoyo
recibido “de abajo arriba”. El respeto
de la diversidad cultural y los derechos culturales es compatible con la
igualdad de género si se inscriben en un marco de derechos humanos que
favorezcan la integración y el acceso a los derechos y las responsabilidades.
La promoción y valorización de la igualdad de género está directamente
relacionada con el respeto de la dignidad humana, esencial para el desarrollo
integral y para la construcción de la justicia y la paz. ·
#ComuniquemosEsperanza
Versión original: http://www.justiciaypaz.org.ec/2023/06/carta-no189-el-desafio-de-construir-la.html
PARA LA REFLEXIÓN Y LA PRAXIS:
- ¿En qué ha de consistir la "igualdad de género" según esta carta?.
- ¿Qué situaciones de desigualdad de condiciones en la vida social, cultural, política, económica, etc... encontramos en Canarias?. ¿A qué creemos que son debidas esas desigualdades?.
- ¿Cómo podemos aquí eliminar estas desigualdades y las injustiucias que generan, además de perdernos un desarrollo más armónico en nuestra sociedad?.
- ¿Cómo en la Iglesia también podemos trabajar para unas mayores y mejores condiciones?.
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