lunes, 5 de diciembre de 2022

Una oportunidad poco aprovechada

Comentando el XXII CONGRESO ESTATAL DE VOLUNTARIADO.

Los días 30 de noviembre y 1 de diciembre se celebró en Santa Cruz de Tenerife, concretamente en el auditorio Adán Martín, el XXII Congreso Estatal de Voluntariado cuyo programa prometía dar mucho juego a buen número de cuestiones con el voluntariado relacionadas.

Sin embargo, más allá del autobombo que los responsables políticos se dieron por la “excelente preparación de este congreso y buen desarrollo del mismo” y el pelotilleo constante hacia las entidades de voluntariado allí representadas amén de muchísimos aplausos eso sí,… poco más se podría decir.

1.- FALTA DE ORGANIZACIÓN.

Organizado estaba, pero no se observó la eficiencia que podría esperarse de un acto así que contaba con un año entero para ser preparado:

  1. Excesiva improvisación.
  2. Mal cálculo de los tiempos para cada una de las intervenciones y actos que se llevaron a cabo y escasa priorización de lo importante sobre lo secundario.
  3. Escaso tiempo para la participación en los diálogos/debates que eran más que necesarios. Las “Mesas redondas” parecieron simples “discursos personales”.
  4. Hubo incluso quienes habiéndose inscrito dentro del plazo ni siquiera recibieron respuesta a su inscripción vía ofimática y, por supuesto, llegados al evento ni siquiera se les entregó absolutamente nada relacionado con este congreso a pesar de solicitarlo expresamente (al menos, eso sí, se les permitió estar, no se les echó fuera, algo es algo).
  5. El acto de “entrega de Premios Estatales de Voluntariado 2022” fue un claro exponente de lo que la organización de este congreso dejó bien a las claras.

2.- RESPETO, RESPETO, RESPETO.

Este congreso se sufragó con dinero público 100%. Había un equipo de personas que supuestamente debieran haber respondido a las expectativas pero, por lo que allí se evidenció o bien no funcionaron como un equipo o bien se coordinaron muy mal, o sencillamente hicieron dejación de sus responsabilidades. Eso es:

  1. Una falta de respeto a la ciudadanía que paga sus impuestos para que éstos se empleen en lo que toca y de la manera más responsable.
  2. Una falta de respeto hacia las entidades de voluntariado allí representadas y que merecían mucho más que un diploma o palabras que sonaran a hueco y con poca autenticidad.
  3. Una falta de respeto a todos los que venían de la península, aunque fuera con todos los gastos pagados, con expectativas que se dieron de tortazos con el pobre aprovechamiento del evento.

3.- Y LO MÁS GRAVE.

En la primera ponencia del día 1 se habló con muy buen humor de los números relacionados con el voluntariado a nivel nacional. Hay ya artículos en la red que hablan con bastante detalle del número de personas voluntarias que  hay en España y que crece, eso dicen los datos.

Sin embargo ¿se traducen esos números con una mejora de la sociedad y en sus relaciones consigo misma y con el entorno natural?, y si no se traducen en esa mejoría... ¿en qué estamos fallando... o qué elementos estamos dejando desatendidos o se nos escapan o simplemente ni les prestamos atención?.

Hubo una pequeña intervención de una de las personas asistentes al acto de “Conclusiones y Propuestas” que apuntaba una objeción global:

- “Por todo lo que allí se había escuchado y dialogado en los espacios organizados quedaba muy patente que el voluntariado incide en las CONSECUENCIAS de un sistema económico dirigido por el dinero y para el beneficio de unos pocos en detrimento de la mayoría; esa minoría que hace del beneficio económico su única referencia depreda la naturaleza e incluso no tiene remilgo alguno en pisotear los Derechos Humanos más elementales en tal de llenarse sus bolsillos mientras destruye el medio natural y genera pobreza, exclusión social y gente descartada que no le son rentables a este sistema; de poco sirve que el voluntariado a nivel nacional crezca o se feminice o lo que sea… si seguimos incidiendo casi únicamente en las CONSECUENCIAS mientras no incidamos en las CAUSAS de la degradación social y natural; los O.D.S. parece ser… sólo obligan a las clases sociales más humildes, no a los poderosos. ¿No nos estamos convirtiendo o somos ya un “simple parche para suavizar los problemas que genera el sistema curando a algunos mientras otros envenenan a todo el mundo?”.

Ésta es una de las claves por las cuales nuestra sociedad dista mucho de mejorar. Esa crítica global a lo que en este congreso se dio a conocer da o debiera dar pie para:

  1. No sólo conocer más a fondo la “Ley del Voluntariado” sino a revisarla y reformarla con valentía pues más bien parece hecha a medida de los condicionantes economicistas que no los intereses generales de nuestra Casa Común.
  2. Revisar el funcionamiento de todas las entidades de voluntariado desde dentro, con voz autocrítica, para que sigamos trabajando en la efectiva respuesta a las CONSECUENCIAS de este nefasto sistema que nos gobierna pero al mismo tiempo, y con más fuerza aún, incidiendo en las CAUSAS llevando a cabo una denuncia constante de todas las violaciones de la dignidad humana y de todos los atentados contra el Medio Ambiente.

CONCLUSIONES. 

Está bien el altruismo, por supuesto, porque es una de las señas de identidad del voluntariado; está muy bien que ahorremos dinero al Estado y también se lo ahorren quienes generan los problemas pero luego no cargan con las consecuencias; está muy bien hacer el BIEN a toda persona que lo necesita, a todo ser vivo, a todo cuanto nos rodea; está muy bien que dediquemos nuestro tiempo libre y lo ocupemos en cosas que nos llenan o agradan;… pero el voluntariado no puede ceñirse sólo a esto, ni siquiera a lo que dice la “Ley” oficial al respecto.

El Voluntariado está llamado a ser “agente de transformación social y de nuestras relaciones tanto con nosotros mismos como con el entorno natural”. Y porque somos “agentes de transformación social” (y ello no depende de nómina alguna ni por reconocimientos públicos oficiales o extraoficiales sino de nuestra voluntad libre y responsable):

  1. Necesitamos ser conscientes de que hay unas CAUSAS que llevan a los problemas que observamos,
  2. necesitamos ser críticos con lo que está en la raíz y luego actuar también sobre las CONSECUENCIAS pero con las ideas claras:
  3. es quien administra los impuestos la parte de la sociedad que tiene la obligación de hacer frente a quienes o a lo que genera esas consecuencias y ponerle remedio.
  4. Nosotros podemos apoyar o reforzar pero nunca suplir y muchísimo menos hacerle el juego a un sistema económico y economicista que lejos de cuidar la Casa Común, nuestro planeta entero, sólo lo mira como mercancía: tanto a personas como a otros seres vivos y sus hábitats.
Santi Catalán

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