Buena falta hace, porque Africa es un dolor, es el continente del planeta donde más se sufre, donde más injusticias se comenten, donde peor se vive, donde mayor es la fragilidad, donde menos esperanza de vida hay, donde más golpea el terrorismo enraizado en un contexto de gran pobreza, donde el latrocinio de las Multinacionales de los países ricos es más grande y descarado, pero este saqueo de los bienes africanos apenas sale en los medios de comunicación, porque no interesa…
La semana pasada hemos
conocido el secuestro de más de 300 niños en Nigeria por Boko Haram; otras 276
niñas menores lo fueron en 2014 y aun se desconoce el paradero de 112. Del
secuestro de ahora fueron liberados 344 niños. En los últimos 12 meses hubo más
de 1000 actos terroristas con 12.507 muertos, según el Centro Africano de
Estudios Estratégicos, todos ellos a cargo de grupos como Boko Haram, Ansar Al
Sunna, Al Shabad, Alianza de Fuerzas Democráticas, Ansar al Sharia, que golpean
en los países más empobrecidos como Nigeria, Burkina Faso, Malí, Níger, Chad,
Senegal, Mozambique, Re.Demo.del Congo, Camerún, Somalia, Sudán, Togo, etc.
Boko Haram, es el más letal en Africa Subsahariana, con el agravante de que dos
tercios de los terroristas suicidas de Boko Haram son mujeres; de estas, una de
cada tres son menores de edad. Boko Haram adopta una estrategia consciente de
reclutamiento de mujeres y niños como terroristas suicidas. Estos grupos
terroristas negocian al mismo tiempo con el oro extraído en las minas de oro
burkinesas bajo su control, el tráfico ilegal de marfil, contrabando de armas,
drogas, recursos minerales o personas, ejecutando masacres de puro terror para
el control de ciudades o territorios. Muchos de los inmigrantes que andan por
nuestras ciudades proceden de alguno de estos países: cómo no van a huir,
atrapados entre el hambre, el miedo y un futuro sin ninguna esperanza.
¿Detrás del Covid-19, hay algo
más que virus?. Vamos a empezar con la ansiada vacunación que nos retrotraiga a
vivir por lo menos como antes de la pandemia: disfrutar, gastar, consumir,
divertirse, viajar, celebrar fiestas y juergas…, hasta que el planeta se enfade
y venga con más virus, más contagiosos, más letales, donde se salven los ricos
y poderosos y se mueran los pobres y los débiles. Algunos pensábamos que este
año íbamos a celebrar una Navidad algo más austera y coherente con el mensaje
de Belén y más solidaria con los empobrecidos, pero hace ya mucho tiempo que la
Navidad para mucha gente es sobre todo un gran mercado. Esta semana nos
comentaban desde un país africano: “hasta ahora el virus estaba sólo en la
capital, ahora ya está llegando a los pueblos”. La Superiora de una
Congregación religiosa que trabaja con los más marginados, lejos de la capital
del país, nos acaba de decir hoy mismo: “Ya tenemos dos Comunidades nuestras
contagiadas de coronavirus” ¿Cuándo llegará la vacuna a estos pueblos?. Hace
unos días Morgan Stanley y Credit Suisse predecían que el costo de las vacunas
alcanzaría los 9.000 millones de euros al año, pero sólo la Unión Europea tiene
previsto gastar unos 7.500 millones, y por tanto la previsión global se sitúa
en más de 26.500 millones. El tamaño del mercado generado por el COVID es tan
grande, que equivale a la suma de los 10 fármacos más vendidos del planeta
juntos. ¿Quiénes se van a llevar el inmenso negocio del COVID?: los de siempre.
Nos decimos unos a
otros ¡FELIZ NAVIDAD!, pero sólo será de verdad así cuando lo sea para toda la
humanidad, y lo será cuando el mensaje universal del Evangelio, que es
igualdad, fraternidad, justicia, amor, solidaridad, vida, cooperación, amistad,
lo sea de vedad para todos los seres humanos y toda la creación. Soñemos con
él, al menos con deseos infinitos de que así sea, para que la fuerza del deseo
contagie a los que aun no lo desean. Entre tanto, sí que os deseamos todo bien,
para poder compartirlo con quienes más lo necesitan.-
Faustino Vilabrille
faustino@faustinovilabrille.es
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