lunes, 13 de abril de 2020

Efectos medioambientales del coronavirus, ¿suficientes?





Día de la Tierra (22 de abril)

OBJETIVO DE LA JORNADATomar conciencia de la armonía que podemos y debemos vivir con la casa común de la humanidad: la Tierra, adoptando actitudes respetuosas con ella y potenciadoras de esa armonía que debe haber.
Es ya típica la expresión de: “Cuando salgamos de esto…” y no pocas veces uno tiene la sensación de que “esto” es sólo un paréntesis y que una vez apabullado el coronavirus y reducidas drásticamente sus amenazas en Europa, China y Norteamérica… volverá todo a lo mismo de antes.
Llevábamos décadas hablando del “calentamiento global, efecto invernadero, contaminación, destrucción de la capa de ozono,… y el cambio climático consecuente”, se celebraban cumbres, conferencias y demás actos protocolarios que se quedaban en simples declaraciones de buenas intenciones,… pero nuestro planeta Tierra seguía sufriendo los desmanes de un sistema inhumano y antinatura, depredador y sin escrúpulos. Este sistema ahora… ha ralentizado drásticamente su modus operandi ¿gracias a quiénes?: a los distintos gobiernos que han dictado normas obligando a la ciudadanía al confinamiento y a mantener únicamente aquellas actividades productivas y de servicios indispensables para la supervivencia; y han hecho eso gracias a un elemento microscópico: el coronavirus. Es decir ¿podíamos parar este tren?, ¡se podía!, pero no había voluntad política. Gracias a esa voluntad política se ha frenado la incidencia del coronavirus pero… ¿garantiza eso algo?, ¿es sostenible esta situación de “inacción” a todos los niveles?.

INACCIÓN.
Los gobiernos se han limitado a dictar normas para “reducir la actividad comercial e industrial, cancelar actividades deportivas, culturales, académicas, de ocio,…” pero sólo momentáneamente y sin dar muestra alguna de lo que se prevé para el “día después”. Lo del “cambio climático” sigue estando aparcado y todo dependerá de lo que hagan los principales agentes de esta debacle cuando se llegue al “día después” en el que muy probablemente tratarán de reactivar la economía mediante los métodos anteriores en tal de repartir entre los accionistas y mercaderes los beneficios monetarios correspondientes a las inversiones, al gran delito que es la especulación. La actualidad política muestra debates en los cuales se denuncia la falta de inversión en investigación y para ello algunos gobiernos como el español plantea la idea de nacionalizar y expropiar capitales y propiedades (pero curiosamente no tocan para nada medidas contundentes para el fraude ni para evitar la evasión de capitales a paraísos fiscales; ¿sólo es un despiste?).
Las empresas ¿buscarán de nuevo el máximo de beneficio con el mínimo de inversión aunque sea a costa de la explotación de los trabajadores, el fraude y los atentados contra la naturaleza?. ¿Se volcarán en la utilización de las energías renovables en lugar de las no-renovables como hasta ahora han hecho?. ¿Recibirán las ayudas de los gobiernos los autónomos para poder mantener el ritmo competitivo y devorador de las grandes empresas?.... Hay muchas preguntas en este capítulo que están en el aire.
La ciudadanía en general tiene en esto un papel más trascendental que nunca. Dependerá de en qué gastemos nuestro dinero para que las empresas produzcan una cosa u otra y también dependerá de nuestros hábitos de consumo para que la producción de una serie de elementos se haga de una manera… o de otra. Para ello juegan decisivamente unos señores llamados “Criterios de Consumo” o lo que ya se inventó hace tiempo: Consumo Responsable. Y ahí entran estrategias que dependen sólo de nosotros, no del Estado ni de las empresas y sin embargo dependerá de cómo traduzcamos esos criterios en actitudes y hechos para que las empresas sobre todo cambien o reformen sus modos de producir y distribuir sus productos. Pero también hay dudas: ¿Vamos a volver a coger el coche para cualquier desplazamiento?, ¿no podemos utilizar más y mejor el transporte público para ir al trabajo, o coger la bicicleta, o caminando incluso?. ¿Vamos a seguir consumiendo como lo hacíamos antes en cantidades absurdas, innecesarias y generando la basura que estábamos amontonando?. No podemos quedarnos con la expresión “Cuando todo esto pase volveremos a…”. Eso es inacción también.

PENSEMOS.
Según un artículo en la web https://www.ambientum.com/ambientum/cambio-climatico/que-ensena-el-coronavirus-frente-al-cambio-climatico.asp es ilusorio pensar que “el coronavirus está solucionando todos los problemas medioambientales” y prueba de esa falsa ilusión son los siguientes datos:
  1. En Estados Unidos, algunas ciudades han detenido programas de reciclaje ya que funcionarios se preocupan por el riesgo de propagación del virus en los centros de reciclaje.
  2. En los países europeos particularmente afectados, las opciones de eliminación de residuos se han reducido.
  3. Italia ha prohibido a los residentes infectados clasificar sus desechos.
  4. La industria ha aprovechado la oportunidad para revocar las prohibiciones de bolsas desechables, a pesar del hecho de que expertos ambientales dicen que los plásticos de un solo uso igual pueden albergar virus y bacterias.
  5. Empresas que alguna vez alentaron a los consumidores a traer sus propias bolsas o contenedores tienden cada vez más hacia empaques de un solo uso. A principios de marzo, Starbucks anunció que prohibía temporalmente el uso de vasos reutilizables.
  6. Dado que los consumidores chinos están recluidos en sus hogares, ha habido un aumento en la cantidad de basura doméstica a medida que las personas compran cada vez más en línea y ordenan comida a domicilio, que usualmente viene con muchos empaques.
  7. Los desechos médicos también están en aumento. Los hospitales en Wuhan produjeron en promedio más de 200 toneladas de tales desechos por día durante el brote, por encima de su promedio anterior de menos de 50 toneladas.
  8. China ha pedido a las plantas de tratamiento de aguas residuales que fortalezcan sus rutinas de desinfección para evitar que el coronavirus se propague a través de las aguas residuales, principalmente a través de un mayor uso de cloro. Una cierta cantidad de este químico tóxico ha llegado al agua potable de la nación, aunque el Gobierno dice que la concentración está por debajo del límite permitido actual de 0,3 miligramos por litro.
Esas imágenes anecdóticas de animales invadiendo las zonas urbanas, imágenes vía satélite en las que se muestra un descenso de la contaminación atmosférica en zonas como Este de China, Europa Occidental, EE.UU. y también en muchos otros puntos del planeta donde la productividad y el tráfico aéreo y rodado se basa en el uso de los combustibles fósiles,… quedan muy bonitas pero si sólo se quedan en eso…
Siguen existiendo los grandes problemas mediambientales y las amenazas depredadoras y aniquiladoras del medio natural, la contaminación sólo se ha reducido mínimamente; nuestros esquemas consumistas y productivos y los movimientos políticos a nivel internacional no muestran signos de que se quiera aprovechar esta ocasión para “plantearse otras maneras de ESTAR en el planeta y garantizar en él la vida y la armonía de quienes en él estamos”.

ACTUEMOS.
Otra web: https://www.compromisoempresarial.com/coronavirus/2020/04/inesperados-beneficios-coronavirus-medio-ambiente/  con su contenido nos invita a reflexionar sobre nuestro mundo, nuestros modelos de desarrollo, el respeto y defensa de la naturaleza,… aprovechando esta coyuntura. Es el momento, nunca lo hemos tenido tan “a huevo”. Éstas son algunas de sus aportaciones:
  1. El ‘frenazo’ al que las industrias de gigantes como China se han visto obligadas como consecuencia de la pandemia, la reducción en el número y frecuencia de vuelos entre muchos destinos en todo el mundo, o la suspensión de grandes concentraciones y eventos deportivos, sociales y culturales, así como las precauciones a las que se están sometiendo los ciudadanos en sus movimientos particulares, está trayendo como consecuencia una clara bajada en el nivel de emisiones de gases contaminantes.
  2. Se teme que las medidas que adopten posteriormente tanto las autoridades como el propio sector empresarial para estimular la economía; “ahora la pregunta clave es si los impactos serán sostenidos, o si serán compensados e incluso revertidos y que las medidas que se adopten posteriormente para estimular la economía vuelvan a aumentar las emisiones contaminantes por encima de los promedios históricos para conseguir la recuperación financiera".
  3. El tráfico ilegal de fauna silvestre mueve alrededor de 20.000 millones de dólares al año y es el cuarto comercio ilegal más grande del mundo después de las drogas, el contrabando de personas y la falsificación.
  4. Estamos entrando en contacto con nuevas especies de vida silvestre y sus hábitats que antes no se producían. Por lo tanto, tenemos una serie de nuevas enfermedades vinculadas a nuevos contactos entre virus, bacterias y parásitos humanos desconocidos hasta ahora”
  5. Necesitamos “proteger los ecosistemas naturales, conservar las áreas no contaminadas del planeta, combatir el consumo y el tráfico de especies silvestres, reconstruir el equilibrio de los ecosistemas dañados y detener el cambio climático”.
  6. Necesitamos proteger la salud humana preservando la biodiversidad ya que la salud humana “puede protegerse precisamente defendiendo la naturaleza”. Los ecosistemas naturales, que tienen “un papel fundamental en la regulación de la transmisión y propagación de enfermedades infecciosas”.
  7. La destrucción de los hábitats y la biodiversidad causada por el hombre rompe equilibrios ecológicos que pueden contrarrestar los microorganismos responsables de ciertas enfermedades y crear condiciones favorables para su propagación”.
  8. Esta crisis de salud debe ser una llamada de atención”, señala por su parte en un comunicado reciente el Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF. “Y así debe ser, ya que deberá servir para generar una mayor conciencia social frente al cuidado del planeta y el uso racional de los recursos”.
  9. En este sentido, y según señala WWF-Italia en un reciente estudio, “existe un vínculo muy estrecho entre la propagación de las pandemias y el tamaño de la pérdida de la naturaleza, una problemática que se acentúa año a año”.
PARA AMPLIAR:
PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
DINÁMICA:
  1. Teniendo en cuenta que estamos "todos en casa" podemos subdividirnos en "parejas" o "pequeños equipos" e indagar sobre estos contenidos:
    • A)- CELEBRACIÓN: ¿Qué ses el "Día de la Tierra"?, ¿desde cuándo existe esta celebración y quién la impulsó?. ¿Qué objetivos pretende la celebración de esta jornada?. ¿Cómo la hemos celebrado hasta ahora en: casa, los colegios, la calle,...?. ¿Qué debiéramos hacer para darle mayor relevancia y sobre todo que sea algo más práctico y no tan teórico?.
    • B)- DATOS: ¿Qué datos tenemos acerca del descenso de la contaminación y de la recuperación de la vida vegetal y animal en el planeta?. ¿En qué sectores productivos, comerciales y de otros servicios ha aumentado la actividad en estos tiempos de coronavirus y en cuáles ha disminuído?. ¿Cómo ha influido eso en el planeta Tierra globalmente?.
    • C)- VÍDEO: ¿Qué nos llama la atención de lo que nos cuenta el vídeo que encabeza este artículo?. ¿Es suficiente eso que nos presenta?, ¿qué es necesario para que ese bienestar de la naturaleza no se quede en nada en cuanto pase la pandemia del coronavirus?. ¿De quién o de quiénes depende para que sea así?.
    • D)- NUESTRAS PRÁCTICAS: ¿Qué actitudes y prácticas podemos introducir en nuestro hogar para contribuir a mejorar la vida en el planeta Tierra y no volvamos a lo que antes había?. ¿Qué podemos hacer también para que nuestros hábitos de consumo, de uso del tiempo y espacios de ocio sean también como mínimo respetuosos con el Medio Ambiente?. ¿Cómo trabajar esta jornada en la escuela cuando ya podamos volver a ella?.
  2. Cada equipito:
    • Trabaja sobre el contenido buscando la información al respecto donde considere, sobre todo internet y personas de la familia (ya que no se puede salir de casa).
    • Hace una síntesis/resumen (que debe quedar muy clara para todos) de las ideas principales obtenidas en su trabajo de indagación.
  3. Hecha ya la síntesis:
    • Cada pequeño equipo expone sus conclusiones..
    • Buscan entre todos conclusiones prácticas que ayuden a generar compromiso e ilusión por sus propias realizaciones: consigo mismos y en su familia.
    • Sería ideal poder concluir el trabajo con un compromiso personal y familiar, un gesto, en el que mostrar el sentir de todos.

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