"Hemos abandonado lo que es el cuidado de la creación, y sea por el
extractivismo, sea por la tala indiscriminada de árboles, la contaminación del
agua, estamos maltratando a nuestra Tierra", denuncia el presidente de los
obispos argentinos.
"Por eso el papa Francisco fue un profeta al anunciar que
rápidamente deberíamos ponernos de acuerdo y convocar a los gobiernos, convocar
a las autoridades mundiales a que podamos detenernos un poquito y pensar lo que
estamos haciendo con el planeta".
24.08.2019 | RD/AICA
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea,
compartió sus reflexiones ante los devastadores incendios que desde hace
semanas azotan la región de la Amazonía.
Mediante un comunicado, el prelado recordó que el 1° de septiembre se
celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación instituida
por el papa Francisco, y señaló:
“Nos encontramos justo en este momento ante el desastre del Amazonas y
también de otros lugares de la Tierra, pero el del Amazonas adquiere una
importancia ilimitada”.
“El Río Amazonas aporta el 20% de reservas de agua dulce del mundo y
tiene un porcentaje importante del carbono mundial, por eso es un pulmón para
la Tierra y eso es lo que estamos depredando los seres humanos”, advirtió.
En ese sentido, lamentó: “Hemos abandonado lo que es el cuidado de la
creación, y sea por el extractivismo, sea por la tala indiscriminada de
árboles, la contaminación del agua, estamos maltratando a nuestra Tierra. Por
eso el papa Francisco fue un profeta al anunciar que rápidamente deberíamos
ponernos de acuerdo y convocar a los gobiernos, convocar a las autoridades
mundiales a que podamos detenernos un poquito y pensar lo que estamos haciendo
con el planeta”.
“El calentamiento global adquiere una gravedad inusitada. Se han
provocado estos incendios que han causado terror porque a futuro inmediato ya
nos vemos con enormes problemas”, explicó monseñor Ojea.
"El papa Francisco junto con científicos, que además de científicos, son
personas sensatas, nos está llamando a detenernos y a pensar que estamos
haciendo”, detalló. “¿En qué lugar tenemos que ponernos para escuchar le grito
del pobre y el grito de la tierra?”, planteó, aclarando que “son un solo grito,
pero muchas veces la propaganda y los medios de comunicación, tantas cosas que
ofrece nuestra cultura nos hacen mirar para otro lado, decir que estos son
problemas que vendrán el día de mañana, quizá para otras generaciones”.
Por eso el papa Francisco fue un profeta al anunciar que rápidamente
deberíamos ponernos de acuerdo y convocar a los gobiernos, convocar a las
autoridades mundiales a que podamos detenernos un poquito y pensar lo que
estamos haciendo con el planeta.
Finalmente, encomendó al Señor “este momento tan delicado de la vida
nuestro planeta” y pidió “que nos enseñe a vivir el paradigma del cuidado, del
respeto y la protección de nuestra hermana Madre Tierra, lo cual implica
también el cuidado, el respeto y la protección de cada ser humano habitante de
este planeta”, concluyó.
Cuidar el Amazonas del maltrato.
Por otra parte, en su cuenta de Twitter, monseñor Ojea consideró que el
Amazonas es una región “que debe ser cuidada de un modo especial del maltrato”,
que los humanos hacen tanto a la Madre Tierra como a los hermanos más pobres
que habitan la cuenca del río.
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