Apoyamos la campaña "Enlázate por la Justicia"

La comunidad cristiana católica, tenemos un reto, y es vincular el anuncio del Evangelio y el trabajo por el Reino y su Justicia, con una sensibilidad en las cuestiones medioambientales y con nuestro estilo de vida.

ENLÁZATE POR LA JUSTICIA.

Enlázate por la Justicia, es una iniciativa que agrupa a 6 entidades de la Iglesia cristiana católica de España: Cáritas, CONFER, CEDIS, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (red de entidades para el desarrollo solidario).

Lleva a cabo una Campaña “Si cuidas el Planeta, combates la pobreza” entre junio de 2016 y 2019, para sensibilizar sobre las consecuencias que el modelo de desarrollo actual y ciertos estilos de vida, tienen sobre el planeta.

Y Propiciar un cambio, para construir una sociedad solidaria y un planeta habitable para hoy y sobre todo, pensando en las generaciones futuras.

Enlázate por la Justicia nos propone un DECÁLOGO VERDE para facilitar nuestra reflexión:

1- Apoyarás la causa de los pobres. Recuperar la armonía perdida con el planeta, el equilibrio roto. El abuso de la tierra se extiende al abuso de las personas.

2- Redescubrirás el valor de la simplicidad en tu propia vida. Laudato Si, invita a buscar la sencillez, a plantearnos la vida desde la sostenibilidad.

3- Valorarás la importancia de tus comportamientos cotidianos. Pensar y vivir desde la lógica de los cuidados, porque finalmente resulta que todo está relacionado. Todo merece ser cuidado.

4- Apreciarás la diversidad de nuestro mundo. Es el cuidado de la Creación por excelencia, de todo lo vivo: personas, animales, plantas, insectos, la vida que no se ve porque es pequeñita. Pero también cuidar los ecosistemas y las formas de vida tradicionales.

5- Animarás una conversión personal, eclesial y comunitaria. Hablamos de cambiar nuestro estilo de vida, pero ¿por qué estilo apostamos?. Como cristianos, nos fijamos en Jesús, cómo vivía: era una persona sencilla, que no tenía posesiones, pero sí muchos amigos de todas clases a quienes consideraba su familia. Ponía a la persona en el centro. Celebraba la vida comiendo y bebiendo con los amigos y las personas que encontraba por los caminos. Vivía en la naturaleza: caminaba, subía al monte para rezar o lo hacía en un campo de olivos. Cuidaba de los demás, sobre todo de las personas más vulnerables, creaba comunidad…

6- Impulsarás las decisiones necesarias, aunque sean costosas. Mejorar el mundo es responsabilidad de todos. Políticos, tecnología… están al servicio de las finanzas más que de las per- «Enlázate por la Justicia» llama a implicarnos en el cuidado del otro, de los otros y del planeta que nos acoge, desde la propia tradición espiritual.

7- No supeditarás tu acción a los intereses económicos. Invitación a corregir una visión práctica y distorsionada de la economía en la que prima maximizar el beneficio a corto plazo, y donde la economía financiera es más importante que la economía real, la que está al servicio de las personas.

8- Bucearás en la propia tradición espiritual. Todas las religiones, las tradiciones espirituales tienden a facilitar el camino del anhelo humano: la armonía, la paz, el sentido de la vida, la transcendencia. Invitamos a volver a esa fuente y beber de ella.

9- Asumirás los consensos científicos: la ciencia evidencia cada día que nuestra forma de vida está contribuyendo al deterioro ambiental. No podemos ser indiferentes a esto. No podemos esperar a que otros lo resuelvan.

10- Superarás los paradigmas tecnocráticos. La tecnología no es buena ni mala en sí misma. Como todo, depende del uso que se le dé. A día de hoy no está al servicio de la familia humana ni de los más empobrecidos. No podemos esperar que la tecnología nos salve. Podrá ayudar, pero la parte de responsabilidad personal y comunitaria no la suple la tecnología.

En síntesis: Escucharás el clamor de la Tierra y de los pobres. Hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres (LS, 49).

Bienaventuranzas del siglo XXI

1. Bienaventurados los sobrios, los austeros, quienes consumen sólo lo necesario, los disponibles para los otros en sus necesidades, porque ellos son Justos.
2. Bienaventurados los que no contaminan, los que trabajan por conservar el planeta, porque ellos son verdaderos Hijos de la Tierra.
3. Bienaventurados los que se ponen en lugar de los otros, porque ellos sabrán acoger a los necesitados y serán llamados Hermanos.
4. Bienaventurados los que se esfuerzan y trabajan por establecer relaciones solidarias y estructuras democráticas, porque ellos abrirán nuevos caminos y serán llamados Hijos de la Paz.
5. Bienaventurados los que se afanan por buscar nuevas relaciones entre las personas, un nuevo modelo de organización social y un código ético para una civilización planetaria donde las fronteras sean caminos de entendimiento, porque son nuestros Poetas y Profetas.
6. Bienaventurados los que se arriesgan y padecen incomprensión por compasión con los marginados, porque ellos son Humanos.
7. Bienaventurados los que no se ocupan todo el día del negocio y ofrecen su tiempo sin pedir nada a cambio, los que no se corrompen, los que denuncian con grave riesgo de sus vidas la corrupción, el engaño, los abusos, las violaciones, los totalitarismos, porque ellos crearán las riquezas necesarias y son nuestros caminos.
8. Bienaventurados los que acogen al que tiene SIDA, al rechazado por inmigrante, por su color, etnia, pobreza, porque no tiene techo, por su orientación sexual, al que nadie presta, ni alquila casa, porque de ellos es el futuro de esperanza.
9. Bienaventurados los parados, los que tienen un contrato de esclavitud y un salario de miseria, los enfermos abandonados, los ancianos solos, las madres separadas y abandonadas que nadie quiere contratar, las mujeres maltratadas, los niños esclavos, los niños de la calle, los niños maltratados y violados, los pueblos oprimidos, las afectados por las guerras, los olvidados de esta tierra, los juzgados y encarcelados injustamente, los perdedores..., cuando oigamos sus gritos para exigir y luchar por un mundo justo, por otro mundo posible. Sin su justicia y rehabilitación no existe naturaleza humana posible, su urgente rehabilitación nos hará dignos y libres.
10. Bienaventurados los que ofrecéis información, los preocupados porque todos aprendan, los abiertos a las opiniones y al diálogo, porque vosotros hacéis posible la comprensión, la solidaridad y el amor.

No podemos servir a dos señores, estamos en una encrucijada y encontraremos el camino si tenemos un corazón humano y escuchamos el grito de los que sufren, el lamento de nuestra tierra violada.

Comunidades parroquiales de San Lorenzo, Buzanada y La Camella - ARONA.