Reclama
mayor implicación a las empresas compradoras de cobalto.
Los
mineros llegan a trabajar 24 horas seguidas y no tienen guantes o máscaras.
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Amnistía Internacional ha denunciado, a través de un informe, el trabajo infantil y
otros abusos en las minas de cobalto en la República Democrática del Congo (RDC).
Este mineral, tan preciado en la actualidad, se usa en diversos productos tecnológicos, entre los que destaca la batería de los teléfonos móviles.
Este mineral, tan preciado en la actualidad, se usa en diversos productos tecnológicos, entre los que destaca la batería de los teléfonos móviles.
El
movimiento en favor de los derechos humanos, junto con African Resources Watch
(Afrewatch), ha elaborado este informe basándose en pruebas recopiladas en las
minas y en entrevistas con mineros y comerciantes en la RDC, así como en el
análisis de los materiales empleados por las empresas.
Un
total de 87 mineros de cobalto fueron entrevistados, 17 de ellos niños, de
cinco minas del sur de la RDC entre abril y mayo de 2015. También fueron
cuestionados 18 comerciantes de este material y se siguió a los vehículos que
transportan el cobalto de las minas a los mercados donde las grandes compañías
compran el mineral.
Las
empresas deben conocer el origen de sus productos.
Para
AI, empresas líderes de electrónica, como Apple, Samsung o Sony, no están
asegurándose de que el cobalto que usan no se haya extraído gracias al trabajo
infantil.
"Los
escaparates glamurosos y el marketing de las empresas de tecnología son un
fuerte contraste con los niños que cargan con rocas, y los mineros en túneles
estrechos y artificiales, que se arriesgan permanentemente a un daño
pulmonar" ha indicado Mark Dummett, investigador de negocios y derechos
humanos de Amnistía Internacional.
"Millones
de personas disfrutan el beneficio de las nuevas tecnologías pero no se
preguntan como se han fabricado. Es el momento de que las grandes empresas tomen
responsabilidad en la extracción de los materiales con los que se hacen sus
productos", ha añadido Dummett.
El
reportaje explica como los comerciantes compran el cobalto de las minas donde
trabajan niños para vendérselo a Congo Dongfang Mining (CDM), filial del
gigante chino de la industria mineral Zhejiang Huayou Cobalt Ltd (Huayou
Cobalt). Esta empresa procesa el cobalto para luego vendérselo a tres
fabricantes de baterías en China y Corea del Sur. A su vez, Huayou Cobalt y CDM
venden cobalto otros productores de baterías que se las suministran a empresas
automovilísticas y de tecnologías, como Apple, Microsoft, Samsung, Sony,
Daimler y Volkswagen.
El
director ejecutivo de Afrewatch, Emmanuel Umpula, ha criticado "la
paradoja por la cual algunas de las compañías más ricas e innovadoras son
capaces de comercializar dispositivos muy sofisticados sin necesidad de mostrar
de donde provienen los materiales utilizados".
Trabajo
infantil y condiciones laborales deplorables.
Amnistía Internacional ha denunciado que los mineros que trabajan para los proveedores
de CDM se enfrentan al riesgo de problemas de salud a largo plazo y a
accidentes laborales. Al menos 80 mineros murieron bajo tierra en el sur de la
RDC entre septiembre de 2014 y diciembre de 2015. Muchos de estos accidentes
son ocultados y los cuerpos de dejan enterrados entre los escombros, acusa la
organización.
Además,
la amplia mayoría de los trabajadores de las minas trabajan varias horas al día
con cobalto sin el más básico equipamiento de protección, como guantes, ropa de
trabajo o máscaras para protegerse de problemas respiratorios o dermatólogos.
El otro
problema es la existencia de trabajo infantil. Los niños trabajan 12 horas al
día en las minas, llevando pesadas cargas para sólo recibir uno o dos dólares
diarios. Según UNICEF, aproximadamente 40.000 niños trabajaron en 2014 en minas
en el sur de la RDC.
Uno de
estos niños mineros es Paul, de 14 años y huérfano. Comenzó a trabajar con 12 y
ha las estancias prolongadas bajo tierra le hacían estar constantemente
enfermo. "En ocasiones pasaba 24 horas en los túneles. Llegaba por la
mañana y me iba a la mañana siguiente. Tenía que hacer mis necesidades bajo
tierra. Mi madre adoptiva quería que fuera al colegio, pero mi padre adoptivo
se opuso y me explotó haciéndome trabajar en la mina", explica Paul.
"Extraer
materiales que permiten funcionar a un coche eléctrico o un smartphone debería
ser una fuente de prosperidad para los mineros. La realidad es que estos pasan
una vida agotadora por casi nada de dinero. Las grandes empresas tienen el
poder de cambiar esto", ha denunciado Dummett.
AI reclama
mayor compromiso a EE.UU. y China.
Actualmente
no hay regulación del mercado global del cobalto. Este material no está bajo
las reglas de "minerales de conflicto" de EE.UU., que cubren el oro,
el coltan/tantalio, el estaño y el tungsteno extraídos en la RDC.
Amnistía Internacional y Afrewatch, dentro de sus denuncias, ha reclamado también a
China que pida a las empresas chinas que operan en el exterior, que investiguen
de donde proceden sus productos y si se produce violación de los derechos
humanos en estas operaciones. En concreto, ambas organizaciones piden que
Huayou Cobalt confirme quién está involucrado en la extracción y venta de su
cobalto y que se asegure que no está comprando mineral extraído con trabajo
infantil o en condiciones de riesgo.
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