lunes, 21 de mayo de 2012

Pobreza y deuda externa

Francesc Benítez
"Justícia i Pau". Barcelona

Cuando hablamos de "pobreza" nos estamos refiriendo a la suma de las vidas de cientos de millones de personas que no tienen garantizados sus derechos humanos fundamentales, como la disposición de alimentos y agua, o el acceso a la sanidad, la vivienda y la educación. Sin embargo, al hablar de "deuda externa" nos estamos refiriendo a un tipo especial de deuda: aquélla que tienen los países donde viven los cientos de millones de seres humanos a los que nos referíamos más arriba contraída con los países ricos, en los que se garantizan las necesidades básicas y los derechos humanos a sus habitantes. Este pago supone para los estados empobrecidos una transferencia anual total aproximada del triple de lo que haría falta para garantizar el acceso a la educación básica, la infraestructura sanitaria, la alimentación adecuada y el acceso al agua potable de todo ser humano.

¿Por qué los países pobres que solemos denominar "del Sur" pagan anualmente a los países ricos "del Norte" estas brutales cantidades de recursos económicos cuando sus habitantes no tienen garantizado su sustento, su salud y su educación?. ...  Es obvio que existe una gran injusticia implícita en esta situación.
Origen de la "deuda externa".
El origen de esta deuda externa se encuentra en los préstamos que los gobiernos de los países empobrecidos recibieron en el pasado de parte de los gobiernos "del Norte", de bancos privados extranjeros o de instituciones financieras internacionales como el  "Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o los Bancos Regionales de Desarrollo".
El pago anual de estos préstamos por parte de los países empobrecidos que incluye los intereses y amortizaciones del capital prestado es lo que se denomina "Servicio de la Deuda". Para hacernos una idea de la magnitud de las cifras, en 2005 los países empobrecidos debían unos 2'8 billones de dólares USA y ese mismo año pagaron aproximadamente unos 450.000 millones de dólares USA en cuanto al Servicio de la Deuda.
Lejos de lo que podría parecer teniendo en cuenta el compromiso adquirido por la comunidad internacional en la definición de los "Objetivos del Desarrollo del Milenio", la tendencia de la deuda externa y del Servicio de la deuda observada en el período entre 1995 y 2005 es de aumento.
El hecho de que casi la mitad de lo que los países del Sur pagan anualmente a los del Norte sean los intereses del préstamo, que también se han incrementado, hace que sea prácticamente imposible frenar la tendencia al crecimiento del total de la deuda con lo que ésta resulta impagable a efectos prácticos.
Consecuencias de estos pagos.
Aún pagando únicamente los intereses, estos países del Sur sufren consecuencias catastróficas. Existen significativos casos en que las cantidades que los estados abonan en cuanto al Servicio de la Deuda superan varias veces lo que destinan a Salud y Educación. Así mismo, si se compara lo que se paga anualmente debido a la deuda con lo que se recibe en concepto de ayuda por parte de los países del Norte, las cifras siguen siendo incongruentes: en 2005 los países del Sur pagaron al Norte por la deuda casi cinco veces más de lo que recibieron en concepto de "Ayuda Oficial al Desarrollo". Por tanto, volvemos al foco inicial: "los ciudadanos de los países empobrecidos son las principales víctimas de la presión y estrangulamiento que suponen para sus gastos públicos y economía la tiranía del pago anual de la deuda externa".
Si esta situación ya es en sí suficiente para calificar la deuda externa de INMORAL, el aspecto más grave es que en la mayor parte de los casos, la deuda es ILEGÍTIMA y se sustenta en su origen en "préstamos contraídos en contra de los intereses de los ciudadanos y del bienestar de la población". Así, podríamos encontrar multitud de casos en que inicialmente los préstamos fueron realizados para:
  • Financiar dictaduras.
  • Comprar armas que se usaron para amedrentar a las poblaciones civiles.
  • Financiar infraestructuras cuyo principal beneficiario eran empresas transnacionales del Norte.
  • Proyectos amparados en un falso desarrollo con graves impactos económicos y medioambientales.
  • ... destinatarios al final desconocidos: se perdieron por el camino sin llegar nunca al estado receptor debido a la corrupción o al soborno de sus élites.
Propuestas.
Una vez examinados muy por encima los aspectos de injusticia, inmoralidad e ilegitimidad que envuelven la deuda externa para los seres humanos que habitan en los países empobrecidos, planteamos a continuación algunas propuestas desde la sociedad civil comprometida con la solidaridad y la erradicación de la pobreza en el mundo:
  1. En primer lugar: Exigir a nuestros gobiernos la CANCELACIÓN incondicional de la deuda externa a los países deudores a quienes el actual "orden internacional" ha ido empobreciendo.
    • Lo que deben estos países representa aproximadamente un 4% de la deuda total mundial, con lo que el sistema financiero internacional prácticamente no se vería afectado por esta cancelación.
    • Existen ya el precedente de Noruega: En 2006 canceló una deuda que afectaba a Perú, Jamaica y Sierra Leona debido a su ilegitimidad manifiesta.
    • En el caso español, nuestro gobierno aprobó una insuficiente "Ley Reguladora de la Gestión de la deuda externa" en noviembre de 2006 y que jamás llevó a la práctica; España es acreedora de unos 9.500 millones de euros que deben un conjunto de unos 80 países.
  2. En segundo lugar: Desde los países del Norte se debe facilitar y colaborar plenamente en la ejecución de las denominadas "Auditorias Públicas Integrales de Deuda" por iniciativa propia o por parte de los estados deudores del Sur para determinar la legitimidad o ilegitimidad de la misma estudiando detalladamente:
    • Cuál fue su origen.
    • Quién tomó el préstamo.
    • Qué intereses había detrás.
    • En qué circunstancias se realizó.
    • Cómo se gestionó.

CONCLUSIÓN.
La Deuda Externa es uno de los ejemplos actuales más evidentes de "cómo los países del Norte impiden explícitamente al Sur la consecución de los "Objetivos de Desarrollo del Milenio", afectando transversalmente a la mayoría de los mismos (erradicación de la pobreza, salud, educación y desarrollo) y, por tanto, uno de los principales focos sobre los que la sociedad civil debe presionar a los estados e instituciones financieras internacionales para conseguir la erradicación de la pobreza en el mundo.
BIBLIOGRAFÍA:

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