Hay que
señalar que desde sus mismos orígenes el mundo obrero ha hecho uso de sus
propios medios de comunicación. No ha habido ninguna tendencia del mundo obrero
que a lo largo de la historia haya renunciado a contar con sus propios medios;
ni utópicos, ni socialistas, ni anarquistas, ni comunistas. El objetivo de
estas publicaciones siempre ha sido el mismo: extender las ideas y principios
de las organizaciones a las que pertenecían y velar por los intereses de los
trabajadores de cada época. Entre los estudiosos de los medios obreros se
considera que éstos han venido cumpliendo tres funciones: propagandística,
organizativa y formativa.
La
prensa obrera ha servido en ocasiones como medio de alfabetización de
determinados sectores sociales. La publicación de estudios, de interpretaciones
de la realidad social… ha favorecido la formación de sus lectores. El afán de
formación incluso ha estado presente en las declaraciones de principios de la
prensa obrera. Los valores tradicionales del mundo obrero como la solidaridad,
la fraternidad, el internacionalismo, la emancipación, la revolución, la
asociación… no sólo constituían el punto de referencia de estas publicaciones,
sino que en muchas ocasiones eran los nombres que adoptaban.
La
prensa obrera ha pasado por diversas fases desde su nacimiento. En los primeros
momentos surgen infinidad de intentos que en muchos casos se quedan en simples
proyectos o inicios prontamente abortados. Entre 1870 y 1874 hubo un notable
aumento de publicaciones sociales. Toda organización obrera aspiraba a contar
con su propio órgano de expresión.
En el
campo de las publicaciones socialistas destaca El Socialista.
En las
dos primeras décadas de nuestro siglo las publicaciones obreras experimentan un
auge debido al desarrollo de la actividad sindical y a las importantes
movilizaciones obreras como las agitaciones andaluzas o la huelga general de
Barcelona de 1902. La aparición de los partidos comunistas trajo consigo nuevas
publicaciones tales como El Comunismo y Mundo Obrero. La II República supuso
una explosión de la prensa social, se multiplicaron los periódicos y revistas
en todos los puntos de España.
Esta
explosión de la prensa obrera fue cortada de raíz en el franquismo; únicamente
las publicaciones del Sindicato Vertical contaban con el beneplácito del
régimen. Durante los primeros años del franquismo también fueron publicadas
algunas revistas clandestinas.
Fueron
las publicaciones de la HOAC y de la JOC las que heredaron la tradición de la
prensa obrera. Ello fue posible gracias a que no estaban obligadas a pasar la
preceptiva censura civil. El ¡Tú! en primer lugar (hasta su digna desaparición)
y el Boletín de la HOAC (hoy Noticias Obreras) después, fueron las chinas en el
zapato del régimen.
Con el
advenimiento de la democracia se abre una nueva etapa en el mundo de la
comunicación obrera. El avance espectacular de los medios audiovisuales, la
fragmentación del mundo del trabajo, la disolución de la conciencia obrera son
fenómenos que han afectado profundamente a la difusión de las publicaciones
obreras.
III.-
La influencia de los medios de comunicación social en el mundo obrero.
La familia, la escuela y los
propios medios de comunicación social son las instituciones que ejercen
la mayor influencia en la configuración de la conciencia de los individuos.
Desde esta perspectiva para calibrar la influencia de los medios en el mundo
del trabajo será preciso hacer una aproximación a la incidencia de las otras
instituciones. Todas las clases sociales consideran a la familia como un
aspecto muy importante en sus vidas. Las variaciones son muy poco
significativas y van del 86% de la clase trabajadora al 82% de la clase alta.
La incidencia de la familia en sus miembros es prácticamente idéntica en todas
las clases sociales.
Si bien
es cierto que el nivel educativo alcanzado en la escuela no agota la influencia
del mismo en la formación de la conciencia de los individuos, no se puede
obviar que es un dato determinante. Casi la mitad de la clase trabajadora no ha
completado sus estudios primarios.
Conforme
se escala en la pirámide social, mayor es el nivel educativo. La influencia de
la institución escolar es mucho menor
entre los trabajadores que entre otras clases.
En
cuanto al uso específico de los medios de comunicación social las clases
trabajadoras presentan características
peculiares que las diferencian del conjunto social.
Por lo
que se refiere al tipo de medios utilizados destaca el hecho de que el consumo
de televisión por parte de los trabajadores es mayor en una hora diaria
respecto a las clases media y alta. En cambio, mientras el 57% de la clase alta lee
diarios esta cifra se reduce al 19% de los trabajadores. La proporción de
trabajadores que lee revistas es del 45% frente al 71% de la clase alta. Y si
hablamos de la radio, ésta es escuchada por un 43% de trabajadores frente al
63% de la clase alta.
Por
tanto la orientación del consumo de medios de las clases trabajadoras se
inclina claramente hacia la televisión. Esta circunstancia está condicionando
el consumo que hacen de los otros tipos de medios. Hasta el punto de que la
prensa y revistas que leen son fundamentalmente revistas televisivas, del
corazón –que reproducen los esquemas televisivos- o deportivos; de modo que
existe estadísticamente la evidencia según la cual conforme más televisión se
consume, mayor es la lectura de este tipo de prensa. Territorialmente, por
ejemplo, cuanto menor es la capacidad económica de un lugar, mayor peso tiene
la difusión de prensa deportiva.
Este
específico consumo de medios de comunicación social nos remite directamente a
unos contenidos también específicos y diferentes de otras clases sociales. En
palabras de Sánchez Noriega en el Cuaderno de Noticias Obreras "Industrias de la conciencia y cultura de la satisfacción", “las clases trabajadoras se nutren de
contenidos afectivos-sentimentales y espectaculares en los medios de masas”.
Esto no quiere decir que estos contenidos no lleguen a otras clases, lo que se
pretende señalar es que “sólo ellos reciben sólo ésos [contenidos]. A saber:
culebrones o programas televisivos de sucesos, programas del tipo: ¿quién sabe
dónde…? O lo que necesitas es amor, deportes masivos, reportajes de famosos,
concursos, películas de vídeo con grandes contenidos de violencia, magazines de
radio que destacan por su superficialidad y espacios de radiofórmula basados
únicamente en música importada o letras convencionales”.
El peso
de los medios de comunicación social en la configuración de la conciencia de
las clases trabajadoras es ciertamente mayor que en otras clases sociales.
Debido fundamentalmente a dos circunstancias: por un lado a la menor incidencia
de otras instituciones como el sistema escolar, lo que provoca un mayor
protagonismo de los medios; y por otro al consumo específico que hace de los
medios, más orientados hacia el entretenimiento que hacia la información. Los
medios de masas son el primer elemento creador de ideología y de cultura en los
trabajadores, mucho más que la escuela…
IV.-
Las publicaciones de la Pastoral Obrera (HOAC y JOC) quieren ofrecer:
Un medio de prensa que recoja las
experiencias y problemas de los trabajadores y trabajadoras, con lenguaje
humano y aportando un conocimiento directo de la realidad.
- Ayudando a promocionar a la persona humana, fomentando la cultura de la solidaridad, el cooperatismo y los valores evangélicos.
- Ayudando a promover y desarrollar la conciencia obrera para que los obreros seamos protagonistas de nuestras vidas. Posibilitando la formación personal y en grupo de muchos trabajadores.
- Siendo voz de las aspiraciones, problemas y valores de las trabajadoras y trabajadores, y descubriendo la realidad desde una perspectiva cristiana.
- Es un asunto que aparece ante nosotros, sin necesidad de “poner la televisión ni que nos lo cuente nadie para saber que existe. Los podemos ver en cualquiera de nuestras ciudades, tirados en los parques o en los bancos, arrastrando su presente y atormentados por un futuro desalentador”.
- Es importante para la Pastoral Obrera acercarse al mundo obrero del vagabundo, del sin techo, del mendigo. Son personas que producen desinterés y desconfianza. Esta percepción, traducida en actitudes de rechazo, tiene su reflejo en los medios de comunicación masivos. Pensamos que los mass media no suelen ofrecer una visión realista, verdadera y humana del problema de la pobreza en general y, en particular de los vagabundos. Por ello, desde la Pastoral Obrera, queremos acercarnos a éstas personas porque ellas tienen derecho a la vida, a una vida digna.
- Defender la Familia, la Vida es defender a los que viven en condiciones de abandono.
Y los
cristianos del mundo obrero estamos llamados a manifestar ese amor y a poner
empeño más en las obras que en las palabras.
En este
sentido presentamos el siguiente proyecto de Vida y Trabajo:
“Carteros
de Dios”.
Pistas
de concreción:
Ámbitos
más cercanos: familia, amig@s, vecin@s, compañer@s, centros de trabajo, comités
de empresa, sindicatos, partidos políticos, asociaciones vecinales y personas
que tengan las características de los destinatarios…
Ámbitos eclesiales:
Parroquias, cofradías, movimientos de AC+, grupos de cristianos con los que
tenemos relación…
Lugares de ventas:
en zonas de aparcamiento y mercados y zonas de aglomeración.
- La venta en zonas de aparcamientos y mercados será necesaria para contactar con las personas que mendigan.
- De lo que se trata es de apadrinar a una de esas personas. Acogerlas y Ayudarlas a salir de la mendicidad.
Buscamos
seis personas voluntarias, y les ofrecemos:
- Realizar un curso de trabajo en equipo,
- Curso de Pastoral del Trabajo,
- Cooperatismo,
- Pedimos realizar una actividad voluntaria y de difusión y venta del ¡Tú!.
- Se pretende recoger o recaudar Tres Fondos Solidarios:
- Fondo para la Acogida y ayuda de las personas que sobreviven con la mendicidad.
- Fondo para desarrollar un proyecto productivo acorde con los deseos de las personas voluntarias y difusoras del ¡Tú!.
- Fondo Solidario para crear una emisora digital.
José Angel Hernández Duarte
Correo electrónico: jahduarte@gmail.com
Teléfono: 630106401
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