Comisión ecuatoriana Justicia y Paz. Carta No. 194 – 23 julio 2023
"No sucumbir a una concepción reduccionista de la justicia social, que se centra exclusivamente en los indicadores económicos y sociales, sino basarse en tres pilares: dignidad humana, solidaridad, subsidiariedad.” Papa Francisco, mensaje a la OIT, en la Cumbre Mundial del Trabajo, junio 2023.
En el país como en la región, si sólo se centra y prioriza la mirada en indicadores económicos, se pierde de vista los grandes y graves problemas sociales que niegan la dignidad humana, especialmente de los sectores más vulnerables. El gobierno central y los locales, además de los políticos, ahora en campaña, dejan de lado las condiciones que determinan como vive la población en general.
Ponen atención al crecimiento del producto interno bruto - PIB, la inflación, las exportaciones, las importaciones, el déficit fiscal, la deuda externa e interna, las reservas internacionales, la inversión extranjera, las recaudaciones tributarias, el gasto público, etc., relegando la dura situación de la gran mayoría de ecuatorianos, donde: 1 de cada 3 vive en pobreza; 2 de cada 3 no tienen empleo adecuado; 1 de cada 3 niños menores a 5 años nacen y viven con desnutrición crónica; hay más de un 9% de trabajo infantil; 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia (psicológica, física, sexual o patrimonial); el 27% aún bebe agua contaminada; solo el 50% de los más de 100 mil jóvenes se gradúan cada año, accede a la universidad; 120 mil ecuatorianos migraron en 2022...
Esta realidad es mucho más grave en el sector rural y en la población más pobre, que es indígena, a sabiendas de que 1 de cada 3 ecuatorianos trabaja en la agricultura para sostener la alimentación de todo el país.
Los gobiernos, al igual que los candidatos, tienden a dejar de lado los grandes problemas sociales y solo hablan sobre violencia, delincuencia, inseguridad, corrupción, empleo… con propuestas poco significativas y mayormente demagógicas en temas sociales y menos para el sector rural. El Frente Social del gobierno está siempre relegado, sin líderes capaces, con funcionarios acomodados, sin recursos financieros, materiales ni técnicos, sin innovación ni integración, generando trabas, dando mala atención y culpando siempre a los demás.
Tal vez esto es reflejo de un Estado indiferente, una burocracia indolente, una idiosincrasia afianzada en lo material y en lo económico, todos buscamos dinero, los ricos para enriquecerse más, los pobres para sobrevivir y dejamos para ‘cuando se pueda’, o para ‘cuando algo sobre’ los temas de salud, inclusión social, educación, vivienda, saneamiento, alimentación, nutrición, deporte y bienestar.
Tema clave son los subsidios, criticados porque se dan a los sectores populares, mientras se ocultan los auxilios económicos que se dan a los grupos económicamente poderosos, que son más costosos para el país. Se olvida que hay grandes brechas de inequidad y desigualdad y que no podemos poner en iguales condiciones a los que menos tienen con los que más, pues eso sólo crea mayor dominación.
En todas estas áreas sociales se debe implementar la subsidiaridad, si queremos que los excluidos mejoren sus condiciones para construir una sociedad más justa y humana. Es necesario retomar la ‘dignidad humana’ como principio fundamental, que la persona sea el centro de la sociedad por encima del dinero o lo material, que los derechos y deberes humanos de cada uno y de todos primen. El desarrollo integral debe ser la consigna de la labor cotidiana, el crecimiento en humanidad - el norte social, si queremos que en nuestra sociedad haya justicia y equidad.
Es imprescindible la solidaridad,
siempre se puede dar una mano y ayudar a quien más lo necesita y actuar
concretamente, tanto en hechos pequeños como en las políticas públicas o en las
grandes acciones de sociales. Es tarea
de todos: políticos, empresarios, religiosos, familias, comunidades,
profesionales... Esto no se improvisa,
se aprende y comprende desde pequeños y se desarrolla a lo largo de toda la
vida. Como Comisión de Justicia y Paz
sentimos que es nuestro deber, trabajar arduamente por la dignidad que todos tenemos
como hijos de Dios.
Versión original: http://www.justiciaypaz.org.ec/2023/07/carta-no194-urgente-atencion-la-crisis.html
Para contactar: cjusticiaypaz@gmail.com
PARA LA REFLEXIÓN Y LA PRAXIS:
- ¿Qué realidades sociales se mencionan en el artículo a las cuales los gobernantes y la clase política suele prestar nula atención?. ¿Cuáles son las caisas de ese proceder según lo que esta entrada dice?.
- ¿Qué realidades sociales hallamos en Canarias y en el resto de España donde se observa este mismo mal de fondo?.
- ¿Qué respuestas o caminos de solución se plantean en el artículo para alcanzar la verdadera igualdad y equidad y se puedan resolver los graves problemas sociales?. ¿Qué otras estartegias añadiríamos desde lo que nosotros conocemos?.
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