viernes, 28 de noviembre de 2014

Pan, Trabajo y Techo




Desde "Justicia y Paz Tenerife" apoyamos la  convocatoria al considerar estas reivindicaciones como “derechos sagrados”.

El pasado 22 de marzo la HOAC y la JOC, movimientos de Acción Católica en el mundo obrero, expresamos públicamente nuestra solidaridad y apoyo a las Marchas de la Dignidad. En esta ocasión, nos volvemos a solidarizar con esta convocatoria porque entendemos que su reivindicación de «pan, trabajo y techo» es justa, legítima y necesaria.

La convocan y apoyan entidades y personas que ”no se contentan con promesas ilusorias, excusas o coartadas. Tampoco están esperando de brazos cruzados la ayuda de ONGs, planes asistenciales o soluciones que nunca llegan o, si llegan, llegan de tal manera que van en una dirección de anestesiar o de domesticar.”(1)

Pan, trabajo y techo son nuestros derechos. Este es el lema de la convocatoria y pensamos que son algunos de los requisitos mínimos para que la sociedad que intentamos construir no deje a nadie en las cunetas y sea más decente.

Las organizaciones convocantes “no trabajan con ideas, trabajan con realidades… tienen los pies en el barro y las manos en la carne. ¡Tienen olor a barrio, a pueblo, a lucha!”

PAN.  El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable.

TECHO. “Una casa para cada familia. Un techo, para que sea hogar (…) Son crueles las imágenes de los desalojos forzosos, imágenes tan parecidas a las de la guerra. Y esto se ve hoy.

TRABAJO. El desempleo juvenil, la informalidad y la falta de derechos laborales no son inevitables, son resultado de una previa opción social, de un sistema económico que pone los beneficios por encima del hombre.”

“¿Por qué nos acostumbramos a ver cómo se destruye el trabajo digno, se desahucia a tantas familias, se hace la guerra y se abusa de la naturaleza?Porque en este sistema se ha sacado a la persona humana, del centro y se lo ha reemplazado por otra cosa. Porque se rinde un culto idolátrico al dinero. Porque se ha globalizado la indiferencia: a mí ¿qué me importa lo que les pasa a otros mientras yo defienda lo mío? Porque el mundo se ha olvidado de Dios, que es Padre; se ha vuelto huérfano porque dejó a Dios de lado.

Este sistema ya no se aguanta. Tenemos que cambiarlo, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro y que sobre ese pilar se construyan las estructuras sociales alternativas que necesitamos. Hay que hacerlo con coraje, pero también con inteligencia. Con tenacidad, pero sin fanatismo. Con pasión, pero sin violencia. Los cristianos tenemos algo muy lindo, una guía de acción, un programa, podríamos decir,revolucionario. Les recomiendo vivamente que lo lean, que lean las bienaventuranzas y que lean el pasaje de Mateo 25.”

Necesitamos revitalizar nuestra democracia. Digamos juntos desde el corazón: ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo. Queridos hermanas y hermanos: sigan con su lucha, nos hacen bien a todos. Es como una bendición de humanidad.”

Como Iglesia enviada y comprometida con la Evangelización del mundo obrero y del trabajo, nos sumamos a esta petición de pan, trabajo y techo para todas las personas, fuertemente enraizada en el magisterio de la Iglesia.

Nos comprometemos a implicarnos en la construcción de una sociedad más decente y a seguir transmitiendo la “…esperanza que no defrauda, esa fuerza que nos mantiene en pie”.
(1) Todos los textos entrecomillados pertenecen al discurso del  Papa Francisco en el Encuentro Mundial con Movimientos Populares.


CONCENTRACION EN TENERIFE:
Subdelegación de Gobierno
29 DE NOVIEMBRE DE 2014
11:30 Horas 

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