sábado, 3 de febrero de 2018

Amnistía Internacional denuncia trabajo infantil y abusos en la República Democrática del Congo.


Reclama mayor implicación a las empresas compradoras de cobalto.
Los mineros llegan a trabajar 24 horas seguidas y no tienen guantes o máscaras.
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Amnistía Internacional ha denunciado, a través de un informe, el trabajo infantil y otros abusos en las minas de cobalto en la República Democrática del Congo (RDC).
Este mineral, tan preciado en la actualidad, se usa en diversos productos tecnológicos, entre los que destaca la batería de los teléfonos móviles.

El movimiento en favor de los derechos humanos, junto con African Resources Watch (Afrewatch), ha elaborado este informe basándose en pruebas recopiladas en las minas y en entrevistas con mineros y comerciantes en la RDC, así como en el análisis de los materiales empleados por las empresas.

Un total de 87 mineros de cobalto fueron entrevistados, 17 de ellos niños, de cinco minas del sur de la RDC entre abril y mayo de 2015. También fueron cuestionados 18 comerciantes de este material y se siguió a los vehículos que transportan el cobalto de las minas a los mercados donde las grandes compañías compran el mineral.

Las empresas deben conocer el origen de sus productos.

Para AI, empresas líderes de electrónica, como Apple, Samsung o Sony, no están asegurándose de que el cobalto que usan no se haya extraído gracias al trabajo infantil.

"Los escaparates glamurosos y el marketing de las empresas de tecnología son un fuerte contraste con los niños que cargan con rocas, y los mineros en túneles estrechos y artificiales, que se arriesgan permanentemente a un daño pulmonar" ha indicado Mark Dummett, investigador de negocios y derechos humanos de Amnistía Internacional.

"Millones de personas disfrutan el beneficio de las nuevas tecnologías pero no se preguntan como se han fabricado. Es el momento de que las grandes empresas tomen responsabilidad en la extracción de los materiales con los que se hacen sus productos", ha añadido Dummett.

El reportaje explica como los comerciantes compran el cobalto de las minas donde trabajan niños para vendérselo a Congo Dongfang Mining (CDM), filial del gigante chino de la industria mineral Zhejiang Huayou Cobalt Ltd (Huayou Cobalt). Esta empresa procesa el cobalto para luego vendérselo a tres fabricantes de baterías en China y Corea del Sur. A su vez, Huayou Cobalt y CDM venden cobalto otros productores de baterías que se las suministran a empresas automovilísticas y de tecnologías, como Apple, Microsoft, Samsung, Sony, Daimler y Volkswagen.

El director ejecutivo de Afrewatch, Emmanuel Umpula, ha criticado "la paradoja por la cual algunas de las compañías más ricas e innovadoras son capaces de comercializar dispositivos muy sofisticados sin necesidad de mostrar de donde provienen los materiales utilizados".

Trabajo infantil y condiciones laborales deplorables.

Amnistía Internacional ha denunciado que los mineros que trabajan para los proveedores de CDM se enfrentan al riesgo de problemas de salud a largo plazo y a accidentes laborales. Al menos 80 mineros murieron bajo tierra en el sur de la RDC entre septiembre de 2014 y diciembre de 2015. Muchos de estos accidentes son ocultados y los cuerpos de dejan enterrados entre los escombros, acusa la organización.

Además, la amplia mayoría de los trabajadores de las minas trabajan varias horas al día con cobalto sin el más básico equipamiento de protección, como guantes, ropa de trabajo o máscaras para protegerse de problemas respiratorios o dermatólogos.

El otro problema es la existencia de trabajo infantil. Los niños trabajan 12 horas al día en las minas, llevando pesadas cargas para sólo recibir uno o dos dólares diarios. Según UNICEF, aproximadamente 40.000 niños trabajaron en 2014 en minas en el sur de la RDC.

Uno de estos niños mineros es Paul, de 14 años y huérfano. Comenzó a trabajar con 12 y ha las estancias prolongadas bajo tierra le hacían estar constantemente enfermo. "En ocasiones pasaba 24 horas en los túneles. Llegaba por la mañana y me iba a la mañana siguiente. Tenía que hacer mis necesidades bajo tierra. Mi madre adoptiva quería que fuera al colegio, pero mi padre adoptivo se opuso y me explotó haciéndome trabajar en la mina", explica Paul.

"Extraer materiales que permiten funcionar a un coche eléctrico o un smartphone debería ser una fuente de prosperidad para los mineros. La realidad es que estos pasan una vida agotadora por casi nada de dinero. Las grandes empresas tienen el poder de cambiar esto", ha denunciado Dummett.

AI reclama mayor compromiso a EE.UU. y China.

Actualmente no hay regulación del mercado global del cobalto. Este material no está bajo las reglas de "minerales de conflicto" de EE.UU., que cubren el oro, el coltan/tantalio, el estaño y el tungsteno extraídos en la RDC.

Amnistía Internacional y Afrewatch, dentro de sus denuncias, ha reclamado también a China que pida a las empresas chinas que operan en el exterior, que investiguen de donde proceden sus productos y si se produce violación de los derechos humanos en estas operaciones. En concreto, ambas organizaciones piden que Huayou Cobalt confirme quién está involucrado en la extracción y venta de su cobalto y que se asegure que no está comprando mineral extraído con trabajo infantil o en condiciones de riesgo.

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