jueves, 14 de diciembre de 2017

EL HOMBRE Y LA MADRE TIERRA: Optar por el decrecimiento responsable

ACTUAR: ¿qué podemos hacer?.
ESCENARIO DE LAS ALTERNATIVASOptar por el Decrecimiento responsable.

Desaparición de ricos = desaparición de pobres.

Necesitamos:
  1. Partir siempre del conocimiento de la realidad desde las periferias (Tercer Mundo) al centro (Primer Mundo), porque del análisis crítico de la realidad de los empobrecidos, sobre todo del  Tercer Mundo, llegaremos al descubrimiento de los opresores, sobre todo del Primer Mundo.
  2. Dar respuestas desde realidades concretas a resolver, como son Techo, Tierra y Trabajo para todos, descubiertas desde la realidad social de los oprimidos. Desde las víctimas podemos y debemos descubrir a los victimadores, desde las favelas descubrir los rascacielos.
Son necesarios los proyectos para dar solución a realidades concretas, que muchas veces no admiten espera, pero todo proyecto de cooperación tiene que ser un catalizador o plataforma de un proceso educativo liberador, que lleve a las personas a devenir en SUJETOS de su propio desarrollo integral, personal y comunitario.
Por eso tiene razón el hermano Papa Francisco cuando dice: “La Biblia nos recuerda que Dios escucha el clamor de su pueblo y quisiera yo también volver a unir mi voz a la de Ustedes: “Las famosas tres T”: Tierra, Techo y Trabajo para todos nuestros hermanos y hermanas. Lo dije y lo repito: son derechos sagrados. Vale la pena, vale la pena luchar por ellos. Que el clamor de los excluidos se escuche en América Latina y en toda la tierra” (Discurso a los Movimientos Populares en Bolivia).

Y también:
  1. Meditar constantemente el comportamiento del Jesús de la historia de su tiempo para que sea en lo más íntimo de nuestro ser el Cristo de nuestra fe que nos hace saber y sentir el por qué y el cómo de nuestra vida. Hay que provocar, como El la insurrección de las conciencias: la de los opresores como Zaqueo para que cambien, y la de los oprimidos como Bartimeo para que hagan oír su propia voz.
  2. Actuar siempre comunitariamente, religados con todos y con todo, y por tanto cultivar una ecología integral: terrestre, humana, social, cósmica, sicológica, mental, espiritual. El estado del mundo, nuestro propio estado corporal, están ligados al estado de nuestra mente, de nuestros sentimientos, al sentido que tenemos de la existencia, al valor que damos a nuestros actos, a la razón que damos de nosotros mismos, al por qué y al para qué vivimos, a la valoración que hacemos de todos y de todo para nosotros y para las generaciones futuras: hombres, peces, animales, árboles, plantas...
  3. Nuestra religación al Universo es tal que éste está influyendo constantemente en nosotros y nosotros en él: tenemos que estar en comunión permanente con él: ser su mente, su corazón, su sentimiento, su inteligencia, su reconocimiento, su afecto, su ternura, su amor.Es tan grande esta religación que incluso las abejas de una colmena captan si nos acercamos a ellas con confianza o desconfianza, con seguridad o con miedo. Confían en nosotros en la medida en que confiamos nosotros en ellas. Esto pasa con todos los seres vivos, incluso las plantas.
  4. Meditar un poco cada día para sentirnos libres por dentro y por fuera de la sociedad capitalista de consumo y pensar con Platón que “buscando el bien de los demás, encontramos el nuestro”. Dar y darnos a todos y a todo, sin esperar nada a cambio, porque “manos que no dais, ¿qué esperáis?”. Querer a los seres humanos y a la Tierra como a nosotros mismos, porque la tierra es el futuro de la vida inmanente de la Humanidad.

Por eso tiene razón el hermano Papa Francisco cuando dice: “Digamos juntos desde el corazón: ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ningún pueblo sin soberanía, ninguna persona sin dignidad, ningún niño sin infancia, ningún joven sin posibilidades, ningún anciano sin una venerable vejez”. (Discurso a los Movimientos Populares en Bolivia).

Finalmente:
  1. Cuidar de la creación, o dimensión global de la ecología, es cuidar también de nosotros mismos, como la alimentación, la higiene, el orden porque “conserva el orden y el orden te conservará a ti”. Pero hay otras áreas en las que tal vez ni pensamos para cuidarlas bien, como el cerebro, pues en él funcionan billones de billones de dendritas, que pueden crecer a lo largo de toda la vida. Las dendritas tienen un papel fundamental en el aprendizaje y la memoria, al igual que las enfermedades degenerativas. El hábito de pensar, recordar  y estar mentalmente activos origina nuevos tejidos de dendritas. La lectura, el estudio, la concentración de la memoria para recodar  son un buen ejercicio para mantener la mente en buen funcionamiento, pero la alimentación deficiente, las malas dietas, la deshidratación, la falta de oxígeno limpio, la falta de escuela, originan su deterioro. Por eso los pobres llevan siempre las de perder.
  2. Unirnos a todos los movimientos que luchan por la dignidad del Hombre-Mujer y de la Tierra, de la cual somos sencillamente unos huéspedes durante unos cuantos años, pero a la cual le podemos hacer mucho bien desde un compromiso eco-político, eco-económico, eco-feminista comprometido con la biosfera desde lo más diminuto a lo más complejo de la vida.
  3. Optar decididamente por el DECRECIMIENTO para consumir sólo lo justo materialmente para que haya para todos y la tierra no se agote, pero aumentar mucho el consumo de alegría, de naturaleza, de paz, de reconciliación cósmica, de aire limpio, de sabiduría; de sintonía con las flores, los animales, los pájaros, las plantas; aumentar mucho el consumo de fraternidad con el Universo, de ternura hacia todos y hacia la Madre Tierra, que es con mucho el planeta más bonito del Universo  hasta ahora conocido con los más potentes telescopios.

Optar por el Decrecimiento, supone:
  1. Salirse del capitalismo consumidor.
  2. Reducir el nivel de consumo: el despilfarro es un crimen contra el hombre y la tierra:

En España hay una mala distribución de recursos: en la primera década  de este siglo la diferencia de consumo de recursos era de 5 los que más, y de 1 los que menos. Ahora la diferencia está en 7 a 1. La crisis disparó el consumo de los de arriba y redujo el de los de abajo, porque se vieron obligados a consumir menos.

Hay que:

Desmitificar el crecimiento económico ya que no crea necesariamente cohesión social: China crece mucho y al mismo tiempo está creciendo la desigualdad. Lo mismo que pasó en España con la crisis, potenciado con  decisiones políticas, que favorecieron a los que más tienen, golpeando a los que menos y aumentando las desigualdades.

El crecimiento económico asimétrico, cuanto más crece más deteriora el Medio Ambiente, despilfarra más recursos, come y bebe de los países pobres, produce esclavos del consumo vía exigencias de la productividad y la publicidad; vía oferta de crédito necesario para comprar, vía caducidad por mala calidad para que el producto tenga un tiempo limitado de duración (obsolescencia programada) para provocar la necesidad de sustituirlo por otro nuevo: usar y tirar. Ejemplos: móviles, ordenadores y televisores, electrodomésticos, cambio de modas...
A veces somos víctimas de las grandes cifras. Ejemplo: El gasto sanitario de EE.UU. es 20 veces superior al de Cuba (20 a 1), sin embrago la esperanza de vida es similar, porque en Cuba se vive de forma ecológicamente más sana: al haber menos transporte se anda más, al haber menos producción animal se come más fruta, más verdura, etc.

La Huella Ecológica nos dice que estamos consumiendo recursos irreemplazables. Hay que reducir industrias depredadoras de recursos como automóviles, trenes de alta velocidad, construcciones faraónicas. El Ave consume 3 veces más energía que el tren tradicional para recorrer el mismo trayecto, solo reduce tiempo.

El futuro del Hombre y la Madre Tierra nos exigen  apostar, si o si, por productos y energías renovables. Tenemos de plazo más o menos hasta el año 2030 para ir aplicando progresivamente el decrecimiento. De no hacerlo caeremos necesariamente en el colapso de todo el Sistema Tierra.

Es necesario reducir grandes infraestructuras, fomentar la sobriedad, la sencillez de vida, la solidaridad y el voluntariado a favor de todos y de todo, repartir el trabajo, y optar necesariamente por una democracia directa, participativa y autogestionaria, de tal manera que todos nos sintamos responsables de todo.

Es preciso rechazar todo lo que perjudica la capa de ozono: Unos 200 países, reunidos en Kigali, Ruanda firmaron un acuerdo el 15 de octubre de 2016 para la eliminación progresiva de los hidrofluorocarbonos (HFC), que se encuentran en refrigeradores, aerosoles y espumas  y que tienen un fuerte impacto sobre el calentamiento global por destruir la capa de ozono. El acuerdo modifica el Protocolo de Montreal, firmado en 1987 para preservar la capa de ozono y podría evitar un calentamiento del planeta  de 0,5 grados durante este siglo.

Apoyar todos los movimientos antimilitaristas, pues vale más morir por una idea que matar por ella. Oponernos frontalmente a toda clase de guerra, nuclear, física, química, bacteriológica, biológica, ideológica...,pues todas causan gravísimo daño a todo el sistema Tierra.

Por eso tiene razón el hermano Papa Francisco cuando dice: “La guerra siempre produce daños graves al medio ambiente y a la riqueza cultural de las poblaciones, y los riesgos se agigantan cuando se piensa en las armas nucleares y en las armas biológicas”, (Laudato Si,57).

Un cordial abrazo a tod@s.- Faustino

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