martes, 19 de septiembre de 2017

Tomar conciencia de la trata de personas con fines de explotación sexual





Día para la erradicación de la trata de personas (23 de septiembre)

OBJETIVO DE LA JORNADA:  Crear conciencia de la esclavitud en pleno siglo XXI que se produce en todas partes (la trata de personas es un signo evidente y muy claro), incluso en los países que se dicen "desarrollados".
¿Qué entendemos por "trata de personas con fines de explotación sexual"?.
En concreto, en el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, conocido como el Protocolo de Palermo (2000), se define la trata de personas en su artículo 3 como:

“la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.

Esta definición internacional hace el intento de aclarar y alcanzar consenso acerca del fenómeno de la trata, diferenciándolo tanto de la prostitución como del tráfico de migrantes. En su contenido se distinguen tres elementos constitutivos de la trata: por una lado, los actos que permiten conseguir a las víctimas (captarlas, trasladarlas, acogerlas y/o recepcionarlas); por otro, los medios que se utilizan para obligarlas (amenazas, uso de la fuerza, coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder, abuso de una situación de vulnerabilidad, concesión, así como recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra); y, por último, los fines para los que se quiere a esas víctimas (ganar dinero o favores a costa de las víctimas, para lo cual éstas son explotadas sexualmente, laboralmente, obligadas a la servidumbre, la mendicidad, la extracción de órganos u otros tipos de explotación). Según la ONUDD (2009: 2), de todas estas formas de trata de personas en el ámbito mundial, la explotación sexual es la detectada con más frecuencia (79%), lo que podría ser el resultado de un sesgo estadístico, ya que esta suele ser vista, a ojos de la ciudadanía, como mera prostitución (Cordero y otros 2012: 19).

Es importante resaltar que la trata de seres humanos con fines de explotación sexual es un fenómeno que está en expansión desde la lógica dominante de una sensibilidad “mercadocéntrica”, que tiende a objetualizar no sólo todas las cosas, sino también hasta a las personas. La esclavitud sexual genera grandes beneficios y los riesgos se minimizan a través de la violencia y del miedo que se ejerce sobre quienes la padecen. Se sabe que el número de víctimas, lejos de disminuir, va en aumento, aunque es muy difícil precisar, debido a su naturaleza clandestina y a los problemas relacionados con la detección, la identificación de casos de trata y la tolerancia social. La masificación de los desplazamientos humanos, la existencia de prejuicios sociales y el miedo, entre otros, son algunos de los aliados para la ampliación a pasos agigantados de este fenómeno, que sucede ante la impasibilidad de buena parte de la sociedad. Tomando como referente las cifras de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), se puede afirmar que existe más de un millón de personas que son víctimas de trata, entre las que el 80% son mujeres y, más de un 20%, víctimas de explotación sexual. 
Estas cifras han puesto en alerta a la comunidad internacional, llevándola a coordinar esfuerzos mediante la creación de organismos relacionados con la trata de personas. Destaca la Iniciativa Mundial de Naciones Unidas de Lucha contra la Trata de Personas (UN.GIFT), creada en marzo de 2007, en la que intervienen los siguientes organismos: la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Con la creación de la UN.GIFT estas instituciones pretenden promover la lucha mundial contra la trata de personas, sobre la base de los acuerdos internacionales alcanzados en la ONU, como es, entre otros, el ya mencionado Protocolo de Palermo. Sin embargo, este problema requiere estrategias globales y multisectoriales que comprendan los esfuerzos nacionales (de las instituciones estatales y los organismos no gubernamentales con alcance interno) y de organismos internacionales que incorporen una lógica de los derechos humanos que vaya más allá de los enfoques normativos y criminológicos (Cordero y otros 2012: 21).
PARA AMPLIAR:
PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué piensas acerca de esta esclavitud que aún existe hoy, en pleno siglo XXI?.
  • ¿Cuáles te parece que son las causas de esta esclavitud?.
  • ¿Qué consecuencias sufrirán las PERSONAS que padecen esta esclavitud?.
  • ¿Cómo podríamos colaborar, qué podríamos hacer, para erradicar esta gran violencia que es la trata de personas y ayudar a sus víctimas a salir de esta esclavitud?.

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