El
capítulo 6º “Educación y espiritualidad
ecológica” de la “Laudato
Si’” dice:
“Muchas cosas tienen que
reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar. Hace falta
la conciencia de un origen común, de
una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos”. (nº 202).
“La educación ambiental ha ido
ampliando sus objetivos. (…)”. Hoy tiende “a recuperar los distintos niveles del equilibrio ecológico: el interno
con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres
vivos, el espiritual con Dios” (nº 210).
“El mundo es algo más que un
problema a resolver, es un misterio
gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza”. (nº 12).
- Favorecer la relación padres/madres-hijos
aportando espacios de tiempo relativamente largos en los cuales se pueda
ampliar la comunicación familiar más allá de lo académico y la dinámica
ordinaria del hogar.
- Acrecentar la relación con el medio natural,
fomentando en cada marcha la observación y contemplación de los elementos
de la naturaleza en todas sus formas de vida, sus relaciones entre sí y
con el medio físico.
- Impulsar prácticas y actitudes coherentes
con esta observación del medio natural de tal manera que lleven a un mayor
compromiso con él: reflexión sobre aquello que observamos, respeto a toda
forma de vida, defensa de la naturaleza, colaboración con entidades
comprometidas en la rehabilitación y cuidado del Medio Ambiente,…
- Desarrollar valores sociales tales como el respeto mutuo entre los miembros del grupo, compañerismo, solidaridad, labor cooperativa, amistad, tolerancia, generosidad, equilibrio en el binomio libertad-responsabilidad, corresponsabilidad, comunicación abierta,…
Claves para su desarrollo.
Puede
apuntarse quien quiera pero priorizamos en la inscripción a las familias con
hijos.
No hacemos distinción alguna entre personas: ni de edad,
procedencia, raza, cultura, creencia o increencia, sexo o tendencia sexual,…
Procuramos
la no-masificación; que no se
sobrepase el número de 30 personas por marcha, por razones de operatividad.
Sostenible y accesible a todas las
economías.
El
único gasto “oficial” es el “seguro de
responsabilidad civil”. Se abona una cuota anual de 10 € por adulto de
manera que pueda cubrirse entre todos dicho seguro.
Evitamos
gravar el mantenimiento de la actividad con gastos añadidos; de esa manera
favorecemos que puedan participar aquellas familias o personas de economías humildes.
El transporte lo resolvemos compartiendo
los vehículos rentabilizando al máximo su espacio y dejando los que no son
necesarios en el “punto de encuentro”.
La alimentación corre a cargo de cada cual
y siempre invitamos a que cada familia aporte también “algo para compartir”.
Corresponsabilidad.
Intentamos
que las tareas necesarias para el desarrollo del proyecto estén repartidas
entre sus miembros:
- Responsable de
Economía (recoger las cuotas anuales y entregarlas a la entidad (JyP
Tenerife).
- Responsables de
logística (buscar posibles nuevas rutas accesibles a todos los miembros
del grupo: niños y adultos), ofrecer al grupo las distintas opciones.
- Responsables de
juegos (buscar juegos de distintos tipos para niños y adultos donde todos
podamos jugar en momentos de descanso: después del almuerzo sobre todo).
¡Nos vamos de marcha!.
Solemos hacer una marcha por mes y elegimos el sábado
como día ideal para que nos quede libre el domingo para descansar, acudir al
culto (la mayoría somos cristianos aunque seamos de distintas iglesias),…
Así
que… una semana antes, a través del whatsapp, recordamos los acuerdos tomados
al final de la última marcha y nos citamos a las 9 de la mañana en el “punto de encuentro” (es donde acudimos todos antes de ir al punto en que iniciaremos la
marcha).
Llegado
el día, una vez que ya estamos todos los que van a poder participar nos
repartimos en los coches de manera que los ocupemos al máximo dejando aparcados
los que no sean necesarios.
- Nos presentamos
unos a otros (si acaso hay nuevas incorporaciones).
- Exponemos
nuestras expectativas para esta marcha (cada cual las suyas).
- Proponemos
alguna dinámica que fomente: la comunicación entre los miembros del grupo,
el conocimiento de los elementos naturales que hallaremos durante el
camino.
- Recordamos
alguna norma o recomendación que consideremos positiva: caminar por el
sendero o pista sin invadir el espacio silvestre, procurar ir en grupo
para favorecer la comunicación y la ayuda mutua cuando ésta sea
necesaria,…
Iniciamos la marcha y se ponen en
funcionamiento las dinámicas que se propusieron.
Durante
el trayecto suele haber muchos momentos de “descanso”: para hacernos fotos,
para contemplar algo que nos llamó la atención, para compartir unos frutos
secos u otras cosas,…hasta que se hace la hora del almuerzo en que nos
detenemos todos para sacar la comida que cada cual lleva preparada, la
compartimos y como siempre que se comparte… siempre sobra.
Y concluimos la caminata, instante a partir del
cual:
- Llevamos a cabo
los juegos que tengamos preparados.
- Hablamos de los
elementos positivos y negativos de la marcha, nos planteamos propuestas de
mejora para la siguiente marcha.
- Hacemos un
esbozo de la próxima marcha: lugar, fecha, horario aproximado, medios
materiales necesarios,…
Con
frecuencia, tras volver a coger los coches iniciando el camino de regreso,
solemos parar en alguna cafetería a tomarnos algo, sentarnos alrededor de una
mesa, conversar tranquilamente,…
Y
llegados al punto de encuentro, cada cual recoge su vehículo y… ¡hasta la
próxima!.
Existía
un planteamiento teórico inicial pero la realidad actual –sin contradecir ese
punto de partida- es fruto de la interacción de los miembros que hoy lo forman
la cual ha llenado de riqueza, ha abierto nuevas posibilidades y permite
imaginar inéditos viables.
Una ocasión para la contemplación.
Como
bien se dijo en las jornadas de Justicia y Paz en Madrid los días 31 de marzo
al 2 de abril, “necesitamos recuperar la capacidad de asombro, de contemplación de la
naturaleza”. Xerco ofrece constantemente esa posibilidad y, de hecho,
esto es uno de sus elementos educativos clave.
En
todas las marchas hay alguna actividad que fomenta esta actitud. A veces nos
servimos de dinámicas tales como: “Fotografiar
con el móvil 3 animales terrestres o 3 aves distintas, 3 insectos, 3 árboles o
arbustos diferentes, 3 flores de distintos tamaños y colores, 3 rocas de
colores, texturas y dureza diferentes,… y subirlas al grupo de whatsapp”;
este tipo de actividades tiene gran éxito entre los niños/as pero en su afán
por conseguir su propósito implican a los adultos quienes, para nuestro
asombro, descubrimos cuán ignorantes somos de la enorme diversidad natural que
nos envuelve (no es sólo que no sepamos siquiera cómo se llaman esas plantas,
insectos, animales,… es que no sabemos cómo huelen, cómo son al tacto, cuánta
belleza hay en cada flor,… ¡y cuánta armonía se vive las 24 horas al día en la
naturaleza!.
Nada se pierde, en toda aparente
derrota hay una oportunidad.
A esa
conclusión llega el grupo cuando contempla un bosque de laurisilva donde las
raíces de los árboles, arbustos y hierbas se clavan en el frágil suelo cubierto
siempre por un tupido manto de hojarasca mientras sus ramas se entrecruzan
tejiendo una red siempre efectiva ante los vendavales,… puede contemplarse cómo
en esos movimientos provocados por el viento han caído ramas al suelo que,
lejos de significar un daño para los brezos, laureles, codesos, retamas,… son
una oportunidad para musgos, líquenes, hongos,… pero también para los insectos
que pululan sobre estos elementos rotos con la consiguiente llamada de atención
para los pajarillos, lagartos,… ¡todo
está conectado!, ¡todo se recicla!, ¡todo redunda en más vida y para la vida!.
Y si
caminamos sobre espacios cercanos al mar, por árido que pueda ser en ciertos
lugares, podemos observar la capacidad de adaptación de las plantas, insectos,…
al salitre del mar, a la escasez de humedad, al fuerte calor y la falta de
suelo fértil.
Todo
invita a la reflexión, al aprendizaje que nos aporta relacionar esos ejemplos
de la naturaleza con nosotros mismos y nuestras experiencias.
Desde
estas líneas invitamos a las comunidades
cristianas, a las parroquias, entidades educativas,… a poner en marcha en sus
ámbitos concretos proyectos similares a éste:
- No requiere
apenas inversión ni monetaria ni en infraestructura.
- Se adapta al
medio y a las personas participantes.
- Promueve las
relaciones humanas (familiares e interfamiliares), la convivencia en la
diversidad.
- Abre al ser
humano a la contemplación de la naturaleza produciendo en las personas no
sólo la admiración sino también la actitud del respeto, cuidado y
compromiso con el medio natural.
- Provoca deseos de conocer más a fondo todas las formas de vida presentes en la naturaleza y las relaciones que se producen entre ellas y el medio físico.…
No es
pues sólo una actividad para hacer ejercicio físico (que también), pasarlo bien
sin necesidad de maquinitas ni apenas dinero,… es sobre todo creación de conciencia
de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos.
Santi Catalán
PARA AMPLIAR:
Bonito lugar
ResponderEliminarHacer conciencia
Así s Gaby, ésa es la idea principal de este proyecto: hacer conciencia. Es el primer paso para todo proceso de cambio y transformación; si no tomamos conciencia de quienes somos, de dónde estamos y para qué... no habrá rumbo claro a seguir.
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