sábado, 15 de abril de 2017

En honor de nuestra Casa común





Día de la Tierra (22 de abril)

OBJETIVO: Tomar conciencia de la armonía que podemos y debemos vivir con la casa común de la humanidad: la Tierra, adoptando actitudes respetuosas con ella y potenciadoras de esa armonía que debe haber.
La Carta de la Tierra es una declaración de principios éticos fundamentales para la construcción de una sociedad global justa, sostenible y pacífica en el Siglo XXI. La Carta busca inspirar en todas las personas un nuevo sentido de interdependencia global y de responsabilidad compartida para el bienestar de toda la familia humana, de la gran comunidad de vida y de las futuras generaciones. La Carta es una visión de esperanza y un llamado a la acción.
La Carta de la Tierra se preocupa especialmente por la transición hacia estilos de vida sostenibles y el desarrollo humano sostenible. La integridad ecológica es uno de sus temas principales. Sin embargo, la Carta reconoce que los objetivos de la protección ecológica, la erradicación de la pobreza, el desarrollo económico equitativo, el respecto a los derechos humanos, la democracia y la paz son interdependientes e indivisibles. Por consiguiente, el documento ofrece un nuevo marco ético integral inclusivo para guiar la transición hacia un futuro sostenible.
La Carta es el producto de un diálogo intercultural que se llevó a cabo durante una década a nivel mundial en torno a diversos objetivos en común y valores compartidos. El proyecto de la Carta de la Tierra comenzó como una iniciativa de las Naciones Unidas, pero se desarrolló y finalizó como una iniciativa de la sociedad civil. En el año 2000, se concluyó el documento y la Comisión de la Carta de la Tierra, una entidad internacional independiente, la dio a conocer públicamente como una carta de los pueblos, durante una ceremonia el 29 de junio en el Palacio de Paz, en la Haya, Holanda.
La redacción de la Carta de la Tierra abarcó el proceso más inclusivo y participativo que se haya efectuado jamás en torno a la creación de una declaración internacional. Este proceso es precisamente la fuente de su legitimidad como marco ético rector. La legitimidad del documento se ha fortalecido aún más mediante el respaldo obtenido de más de 6.000 organizaciones, lo que incluye a diversos organismos gubernamentales e internacionales.

PARA AMPLIAR:
PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
DINÁMICA:
  1. Se subdivide el grupo/clase en grupos de no más de 4 miembros cada uno.
  2. Se reparte el articulado de la "Carta de la Tierra" a partes iguales entre los subgrupos del aula.
  3. Determinar entre todos los objetivos que se pretenden alcanzar con este trabajo.
  4. Cada subgrupo debe llevar a cabo un análisis de los artículos de esa carta que le han correspondido y exponerlos en el aula mediante la técnica que elijan: mural, power point, vídeo, dramatización, canción, poema,... de tal manera que todos los grupos aterricen en los objetivos que se persiguen al trabajar este documento.
  5. Al final de cada exposición se hace una síntesis: tanto de los aspectos teóricos como de propuestas para la acción para que esa teoría se pueda concretar en nuestro presente: aquí y ahora.
  6. Concluídas todas las exposiciones se abre un diálogo abierto en el que:
    • Se llegue a una síntesis teórica sobre la Carta de la Tierra.
    • Se debata sobre las diferentes propuestas para concretar en hechos y actitudes la teoría que ya todos sabemos.
    • Se llegue a un compromiso de grupo y también a uno personal para hacer efectivo el compromiso con nuestra casa común: la Tierra.
  7. El profesor/a procurará acompañar a todos los grupos en este proceso de tal manera que haya "corresponsabilidad" en el desempeño de la actividad, se "cumplan los objetivos propuestos" y se mantenga el "hilo conductor" en la exposición de los diferentes grupos.

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