Desde "Justicia y Paz Tenerife" apoyamos la convocatoria al considerar
estas reivindicaciones como “derechos sagrados”.
El pasado 22 de marzo la HOAC y la JOC, movimientos de Acción Católica en el mundo
obrero, expresamos públicamente nuestra solidaridad y apoyo a
las Marchas de la Dignidad. En esta ocasión, nos volvemos a
solidarizar con esta convocatoria porque entendemos que su reivindicación de
«pan, trabajo y techo» es justa, legítima y necesaria.
La convocan y apoyan entidades y personas que ”no se contentan con promesas ilusorias,
excusas o coartadas. Tampoco están esperando de brazos cruzados la ayuda de
ONGs, planes asistenciales o soluciones que nunca llegan o, si llegan, llegan
de tal manera que van en una dirección de anestesiar o de domesticar.”(1)
Pan, trabajo y techo son nuestros derechos. Este es el lema de la convocatoria y pensamos que
son algunos de los requisitos mínimos para que la sociedad que intentamos
construir no deje a nadie en las cunetas y sea más decente.
Las organizaciones convocantes “no trabajan con ideas, trabajan con realidades…
tienen los pies en el barro y las manos en la carne. ¡Tienen olor a barrio, a
pueblo, a lucha!”
PAN.
El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable.
TECHO.
“Una casa para cada familia. Un techo, para que sea hogar (…) Son crueles las
imágenes de los desalojos forzosos, imágenes tan parecidas a las de la guerra.
Y esto se ve hoy.
TRABAJO. El
desempleo juvenil, la informalidad y la falta de derechos laborales no son
inevitables, son resultado de una previa opción social, de un sistema económico
que pone los beneficios por encima del hombre.”
“¿Por qué nos acostumbramos a ver cómo se
destruye el trabajo digno, se desahucia a tantas familias, se hace la guerra y
se abusa de la naturaleza?Porque en este sistema
se ha sacado a la persona humana, del centro y se lo ha reemplazado por otra
cosa. Porque se rinde un culto idolátrico al dinero. Porque se ha globalizado
la indiferencia: a mí ¿qué me importa lo que les pasa a otros mientras yo
defienda lo mío? Porque el mundo se ha olvidado de Dios, que es Padre; se ha
vuelto huérfano porque dejó a Dios de lado.
Este sistema ya no se aguanta. Tenemos que
cambiarlo, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro y que sobre ese pilar se construyan las
estructuras sociales alternativas que necesitamos. Hay que hacerlo con coraje,
pero también con inteligencia. Con tenacidad, pero sin fanatismo. Con pasión,
pero sin violencia. Los cristianos tenemos algo muy lindo, una guía de acción,
un programa, podríamos decir,revolucionario. Les recomiendo vivamente que lo
lean, que lean las bienaventuranzas y que lean el pasaje de Mateo 25.”
“Necesitamos revitalizar nuestra
democracia. Digamos juntos desde el corazón: ninguna familia
sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos,
ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo. Queridos hermanas y
hermanos: sigan con su lucha, nos hacen bien a todos. Es como una bendición de
humanidad.”
Como Iglesia enviada y comprometida con la
Evangelización del mundo obrero y
del trabajo, nos sumamos a esta petición de pan, trabajo y techo para todas las
personas, fuertemente enraizada en el magisterio de la Iglesia.
Nos comprometemos a implicarnos en la
construcción de una sociedad más decente y
a seguir transmitiendo la “…esperanza que no defrauda, esa fuerza que nos
mantiene en pie”.
—
(1) Todos los textos entrecomillados pertenecen
al discurso del Papa Francisco en el Encuentro Mundial con Movimientos
Populares.
CONCENTRACION EN TENERIFE:
Subdelegación de Gobierno
29 DE NOVIEMBRE DE 2014
11:30 Horas
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