LA PRIMERA
"IGLESIA-MEZQUITA-SINAGOGA"
Escrito por Stephen Evans.
La ciudad de Berlín tiene en sus planes
establecer un hito histórico religioso: musulmanes, judíos y cristianos se dan
las manos para construir un lugar donde juntos puedan practicar su fe: la
llamada "The House of One" (literalmente, La Casa de Uno, en alusión
al monoteísmo), será una sinagoga, una iglesia y una mezquita bajo un solo
techo.
Para ello se convocó un concurso
arquitectónico, que ya tiene un ganador. El llamativo diseño es de un edificio
de ladrillos con una torre alta y cuadrada en el centro. Frente al patio,
abajo, quedarán los lugares de oración para las tres religiones.
El edificio ocupará un lugar destacado en
el corazón de Berlín: Petriplatz.
La ubicación es muy significativa, según
uno de los tres líderes religiosos involucrados, el rabino Tovia Ben Chorin.
"Desde mi punto de vista, la ciudad donde se planeó el sufrimiento de los
judíos es ahora la ciudad donde se construye un centro para las tres religiones
monoteístas que dieron forma a la cultura europea", dijo a la BBC.
¿Se pueden llevar bien? "Podemos. Que
haya gente en nuestros grupos que no pueda es nuestro problema, pero tenemos
que empezar por algo y eso es lo que estamos haciendo".
El imán involucrado, Kadir Sanci, ve
"The House of One" como "una señal al mundo de que la gran
mayoría de musulmanes son pacíficos y no violentos". También es, dice, un
lugar donde culturas diferentes pueden aprender unas de otras.
Cada una de las tres áreas del edificio
será del mismo tamaño, pero de distinta forma, señala el arquitecto Wilfried
Kuehn.
"Cada uno de los espacios singulares
está diseñado de acuerdo con las necesidades religiosas y particularidades de
cada fe", afirma. "Por ejemplo, hay dos niveles en la mezquita y en
la sinagoga, pero sólo uno en la iglesia. Habrá un órgano en la iglesia y
lugares para lavarse los pies en la mezquita".
Kuehn y su equipo de arquitectos
investigaron diseños para los tres tipos de lugar de adoración y encontraron más
similitudes de las que esperaban.
"Lo interesante es que al remontarse
en el tiempo, comparten muchas tipologías arquitectónicas. No son tan
diferentes", dice Kuehn.
"Por ejemplo, no es necesario que una
mezquita tenga un minarete; es únicamente una posibilidad, no una necesidad. Y
una iglesia no necesita una torre. Se trata de ir a los orígenes, cuando estas
tres religiones eran cercanas y compartían gran parte de la arquitectura".
En el pasado, diferentes credos han usado
los mismos edificios, aunque no en el mismo periodo. Las mezquitas en el sur de
España se convirtieron en catedrales después de la Reconquista cristiana. En
Turquía, las iglesias se convirtieron en mezquitas.
En Reino Unido, viejas capillas galesas a
veces se han convertido en mezquitas conforme cambian los vecindarios.
La mezquita de Brick Lane, en el este de
Londres, comenzó como iglesia en el Siglo XVIII, se convirtió después en
sinagoga y finalmente se convirtió al Islam, para cubrir las necesidades
religiosas de la comunidad musulmana recién llegada.
Pero eso es diferente a tener a las tres
religiones bajo un mismo techo.
La idea fue del lado cristiano del
triángulo.
El pastor Gregor Hohberg, un párroco
protestante, comenta que será construido donde alguna vez estuvo la primera
iglesia en Berlín, en el Siglo XII.
La iglesia de St Petri fue gravemente
dañada al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Ejército Rojo liberó
Berlín. Lo que quedó fue destruido en el periodo de posguerra por las
autoridades de Alemania Oriental.
Hace seis años, unos arqueólogos
descubrieron restos de un antiguo cementerio y se decidió que algo debía
hacerse para resucitar a una comunidad y su lugar de oración.
El proyecto se expandió y cambió de un
edificio de una sola fe al plan actual de tres. Ahora se está recaudando el
dinero para convertir los planos de los arquitectos en un edificio.
"Cada fe mantendrá sus costumbres
distintivas dentro de sus propias áreas", dice el pastor Hohberg.
"Bajo un techo: una sinagoga, una mezquita, una iglesia. Queremos usar
estas salas para nuestras propias tradiciones y oraciones. Y deseamos usar
juntos la sala del medio para diálogos y discusiones y también para la gente
sin fe".
"Berlín es una ciudad donde la gente
viene de todo el mundo y queremos dar un buen ejemplo de convivencia".
No siempre fue así en Berlín.
Stephen Evans (BBC)
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