Autor: Alejandro Córdoba.
Benedicto XVI, en la encíclica Caritas in Veritate, denunció la corrupción
y cuestionó el capitalismo sin alma. También Francisco, en la
Evangelii Gaudium, habla del capitalismo sin alma y dedica un capítulo muy duro
a cuestionar nuestro modelo económico. ¿Dónde nos llevarán esas propuestas?.
Caritas in Veritate
propuso que la práctica del amor fuera la guía para la acción. Y no sólo en el
ámbito de la vida privada, sino también del orden jurídico, político y
económico. Sacar la caridad del ámbito de los sentimientos y convertirla en
fundamento de la construcción del orden social.
En nuestra sociedad,
basada en la lógica del contrato, esa era una propuesta revolucionaria. ¿Será
por eso que dicha encíclica ni hizo ruido ni dio nueces?.
La Evangelii Gaudium
vaticina que "Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de
los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la
especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no
se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La
inequidad es raíz de los males sociales".
Ø A la economía de la exclusión
Ø A la nueva idolatría del dinero
Ø A las disparidades que engendra la violencia sistémica del capitalismo sin alma.
Ø A la nueva idolatría del dinero
Ø A las disparidades que engendra la violencia sistémica del capitalismo sin alma.
Ambos documentos son
para leer, releer y rumiar. No porque sean difíciles de entender sino porque hay
que digerirlos, interiorizarlos y, sobre todo, reflexionar sobre cómo
aplicarlos.
Sí. El reto actual
está en aplicar la Evangelii Gaudium. En evitar que no vuelva a ocurrir como
con la encíclica mencionada de Benedicto XVI, que pasó sin pena ni gloria.
Espero y deseo que en
esta ocasión se genere un profundo debate. Y ojalá la luz que emerja aborde
en profundidad las causas de los problemas, tal y como Francisco propone
que hagamos.
Para entrar
con amplitud y todo detalle en ambas encíclicas:
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