domingo, 28 de mayo de 2023

Estamos en la misma barca

“Estamos llamados a vivir él encuentro político como un encuentro fraterno, especialmente con aquellos que menos están de acuerdo con nosotros; y esto significa ver en aquel con quien dialogamos un verdadero hermano o hermana,  un hijo amado de Dios”. Papa Francisco, mayo 2022.

La politiquería ecuatoriana está basada en las sinrazones de sus actores con el objetivo de contribuir a sus intereses personales o grupales. Están muy lejos del pueblo y sus necesidades. Rara vez incluyen el servicio a los más pobres, mas siempre buscan servirse de ellos, especialmente en época de elecciones.

En Ecuador al igual que en otros países, los ‘líderes’ y actores de los partidos y movimientos carecen de una reflexión común que busque el bien general, simplemente su escenario predilecto es la confrontación. De allí que la pugna de intereses, la discrepancia, la imposición, la diatriba, la disputa, la obstrucción, la manipulación, el chantaje, la corrupción, la impunidad… se convirtieron en la brújula que orienta el quehacer politiquero.

En nuestra historia reciente hemos tenido varias crisis democráticas a consecuencia de estos vaivenes politiqueros. El Congreso Nacional, hoy Asamblea, en ocasiones anteriores defenestró a varios presidentes por causas inverosímiles, alejadas de la norma constitucional. El 17 de mayo el Presidente Lasso, disolvió la Asamblea utilizando el artículo 148 de la Constitución vigente.

Con la ‘muerte cruzada’ el país está abocado a una situación política suigéneris, se fueron los asambleístas y el Presidente Lasso lo hará una vez que se realicen las elecciones del nuevo presidente. Este ‘sacrificio’ democrático marcó una cancha inesperada, totalmente diferente a elecciones anteriores. El pasado 24 de mayo el Consejo Nacional Electoral - CNE convocó a que el 20 de agosto acudamos a las urnas para elegir presidente y asambleístas. Poquísimo tiempo tienen los partidos y movimientos para escoger a sus candidatos y armar listas. Ahora más que nunca buscarán a personajes conocidos, a lo mejor sin preparación o pondrán a los mismos ex asambleístas. El tiempo apremia y ellos solo buscarán ganar la presidencia y el mayor número de curules, para lograrlo harán lo imaginable e inimaginable.

Hay poco tiempo para la campaña y para difundir propuestas. Las papeletas tendrán muchos candidatos, unos calificados, otros sin credenciales, muchos impuestos por los ‘propietarios’ de los partidos y movimientos. Las primarias serán un cuento y se hará funcionar al máximo la maquinaria electoral con el fin de cautivar al electorado, la votación será dispersa, por lo que los ganadores tendrán poco apoyo ciudadano.

Inmersos en esta realidad política, más allá del desconcierto, desconfianza, desinterés y rechazo que generan ese quehacer politiquero, es menester que nos unamos para discutir, debatir, buscar y acordar los caminos comunes más apropiados para llevar al país hacia adelante. Votar sin botar el voto es nuestra tarea, por lo que es fundamental organizarnos.

Ante la ausencia de partidos políticos que merezcan el nombre de tales, la ciudadanía y los movimientos sociales deben encontrar mecanismos para juzgar y condenar la ineptitud y corrupción. La revocatoria del mandato, la fiscalización social y las consultas directas son algunas formas de control. También es indispensable un nuevo ‘código de la democracia’, que evite la atomización de partidos y movimientos convertidos en meras agencias de promoción de candidaturas ilegítimas. En lo inmediato, el voto consciente es una necesidad.

Que este tiempo electoral se convierta en una ‘cuarentena democrática’ que permita recuperar el sentido de pertenencia a la Patria. A fin de cuentas, “estamos todos en la misma barca”, y si remamos en el mismo sentido, venciendo las adversidades que encontraremos en el trayecto, llegaremos a puerto seguro. La invitación está hecha, ¡la decisión es suya!. #ComuniquemosEsperanza

PARA LA REFLEXIÓN Y PRAXIS COHERENTE:

  • ¿Qué parecidos y diferencias hallamos entre lo que sucede en Ecuador en relación con las campañas electorales y lo que ocurre en Canarias?.
  • ¿Qué opinamos de la propuesta: "la ciudadanía y los movimientos sociales deben encontrar mecanismos para juzgar y condenar la ineptitud y corrupción"?.
  • ¿Cómo llevar a cabo en nuestro suelo esa propuesta?, ¿qué cauces emplear?. ¿Cómo organizarnos para ello?.

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