martes, 27 de diciembre de 2022

"... a las gentes de buena voluntad".

El versículo 14 del Evangelio de Lucas, capítulo 2 sigue resonando hoy: "Gloria a Dios en el cielo y en la Tierra paz a los hombres que gozan del amor de Dios". Si eso es así... entonces hay que concluir en que la paz es para toda la humanidad ya que todo ser humano, toda persona es amada por Dios.

Durante un tiempito estuvieron circulando en las redes y en no pocas webs expresiones que apuntaban a la esperanza de que "en Navidad hubiera una tregua en la guerra de Ucrania"... mas todo quedó en agua de borrajas.

Queda lejos la "tregua de Noche Buena en la guerra de 1914", queda lejos en el tiempo pero no en el corazón porque anida en todo ser humano la esperanza de recuperar su esencia que no es otra que aquélla que nos hace semejantes a Dios (Gn. 1,27) y si Dios es amor... (1ªJn. 4,8) entonces es nuestra vocación acercarnos a todo aquello que signifique AMOR.

¿Por qué no la paz no sólo en Navidad sino siempre?.

¿Habrá algún ciudadano ucraniano o ruso, incluso los respectivos soldados de ambos países, que no quiera la paz?. ¿Habrá alguien en este mundo en las más de 20 guerras que hay vivas en el mundo alimentadas con las armas de las mismas fábricas (que están justo en los mismos países que tanto critican a Rusia) y no cesan de enviarlas ahora a Ucrania, que no quiera la paz?.

¿A quién no le interesa la paz y por qué no?. Si las personas de a pie, las que no vivimos de invertir en armas como hacen algunas entidades bancarias españolas (BBVA, Santander, Caixabank especialmente); las que no apostamos por la economía especulativa sino por la productiva; las que anhelamos un mundo que se mueva con energías renovables y sea capaz de erradicar la equivocada cultura del "usar y tirar", del consumir por consumir y además en exceso, del beneficio inmediato y personal en detrimento del comunitario,...; las que sufren los efectos de la degradación medioambiental y de los Derechos Humanos más elementales;... si todas estas personas estamos por la paz ¿quién puede desear lo contrario y por qué?.

¿Qué intereses hay detrás de la escalada belicista que ya se hizo muy notoria tiempo antes de la guerra de Ucrania?, ¿se podría pensar que esa guerra estaba ya orquestada y había mucho interés en que estallara y por lo tanto todo cuanto la precedió estaba ya planificado?. ¿Qué es en realidad la mal llamada "ayuda a Ucrania" y a quién beneficia que esta guerra se prolongue lo más posible?.

¿Cómo nos presentan los Medios de Comunicación Social los conflictos bélicos y la más belicista de las organizaciones?, ¿nos hablan de sus génesis?, ¿de sus actores tanto aparentes como los que están entre bambalinas?, ¿nos cuentan toda la verdad o sólo la parte que quieren que sepamos y, además, en la forma en que ellos quieren que la veamos?. ¿Son estos M.C.S. independientes unos de otros o andan todos obedeciendo unas mismas líneas ideológicas?, ¿cómo y con quién se alinean todos ellos?. ¿Qué pretenden en el fondo pues estos M.C.S.?, ¿qué objetivos tienen que cumplir y bajó qué intereses se mueven?.


La paz desde el corazón.

Son más preguntas que respuestas lo que en este artículo se encontrarán pero no porque no las hallemos; existen, pero para poderlas aportar necesitamos la BUENA VOLUNTAD de TODOS, que fuéramos todos sinceros, honestos, valientes en reconocer todo tal y como es.  ¿Estamos y están todas las personas, grupos e instituciones del mundo dispuestas a esa transparencia y honradez que el mundo entero necesita para empezar a construir la paz mundial?.

Como la respuesta también presentaría muchas dudas y diversidad en las mismas... vamos a centrarnos en lo que cada una de las personas de este mundo sí podemos hacer y sí podemos por lo tanto responder. Pensemos en nosotros mismos, en nuestros ambientes familiares, en nuestros barrios y ciudades, en nuestros respectivos países,...

¿Qué conflictos hallo dentro de mí mismo que me dificultan o impiden vivir la armonía personal y con mi entorno?, ¿qué situaciones conflictivas existen en mi propia familia y en las cuales puedo hacer algo para erradicarlas?. ¿Qué sucede de negativo en nuestro barrio, ciudad, comunidad autónoma, país,... que se pudieran abordar y buscar soluciones entre todos?.

Poco importará que los M.C.S. nos cuenten milongas o las películas que quieran si logramos que en nuestros ámbitos más cercanos construimos sólidamente la paz... desde el corazón porque si actuamos coherentemente... ello traerá como consecuencia que trabajemos también por la paz internacional:

  1. para que en nuestro país no haya negocios ni inversiones que promuevan o necesiten las guerras para alcanzar beneficios,
  2. para que los M.C.S. considerados nuestros dejen de participar de la intoxicación de otros a favor de intereses economicistas o políticos que son en realidad contrarios al Bien Común,
  3. para que unidos todos alcancemos más fuerza y consistencia en nuestras decisiones a favor del Bien Común, del respeto a los Derechos Humanos de TODA LA HUMANIDAD y del Medio Ambiente.
¿No es esto una utopía?.

Pues sí, lo es pero ¿ha de significar eso que lo miremos sólo como un futurible inalcanzable y, por lo tanto, nos lleve a quedarnos donde estamos y sigamos haciendo lo de siempre?. ¿A quién o a qué le conviene que no creamos que es posible cambiar la realidad que detestamos?. Seguimos con las preguntas, es obvio.
Ante el mal panorama y también ante las posibilidades de transformación caben tres posturas claras (muy al estilo de lo que dice la parábola del sembrador de Mt. 13,4-8 y 18-23):
  1. Quejarnos (eso lo hacemos mucho) de eso que está mal pero quedarnos ahí puesto que pensamos que las posibilidades de que todo cambie depende más de los demás que de nosotros.
  2. Entusiasmarnos por lo que entendemos que necesitamos hacer... pero en cuanto nos topamos con la dificultad (burlas de quienes optaron por no hacer nada o están claramente aliados con el problema, o bien desanimarnos por lo lento que parece que van las cosas...)... claudicamos y nos sumamos al pelotón de los resignados que hacen equipo con quienes forman parte del problema.
  3. Ponernos en camino, siendo críticos con la realidad y coherentes con nuestro modo de pensar y sentir y jamás claudicar sean cuales sean los resultados aparentes.
Y ante todo esto: ¿cuál es nuestra opción?, ¿cuál vamos a desarrollar?, ¿cómo lo vamos a hacer?.

Santi Catalán

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