martes, 22 de julio de 2014

Primera parada

"El Proyecto XERCO echa a andar", decíamos no hace mucho. Bueno... pues ya caminó durante casi medio año y ya es tiempo de hacer un pequeño balance.

Casi sin publicidad.

Eso es, casi sin decir nada salvo algún cartel que colgamos en este blog, en los locales de Justicia y Paz y también junto a la parroquia Cruz del Señor y el tú a tú fueron los únicos instrumentos. Muy pronto se superaron las 30 personas (máximo que la compañía de seguros permitía con el presupuesto que nos ofrecía), así que decidimos no darle más publicidad para evitar la posible masificación de la actividad.
Miembros del equipo que pudieron ser contratados a través del Convenio de Empleo que concluyó a mediados de junio de este año apoyaron sus dos primeras marchas; los pasos sucesivos fueron ya totalmente cosa del equipo participante.

Así nos organizamos.

Empezamos por una sencilla reunión con todas las personas que se habían apuntado para participar de este proyecto en la que explicamos:
  1. El sentido, el porqué de este proyecto.
  2. Los objetivos, el para qué del proyecto.
  3. Los medios que íbamos a emplear: apoyo humano, transporte, equipaje personal, actividades,...
  4. Dinámica organizativa de las sucesivas marchas.
  5. Establecimiento de la periodicidad a seguir a lo largo del año y el horario óptimo para las marchas.
  6. Normas básicas a respetar por todos para garantizar la buena marcha del proyecto.
  7. ...
Resueltas las dudas que se presentaron quedamos en volvernos a ver una semana antes de ejecutarse la 1ª marcha para ultimar detalles y concretar todo lo más posible. También sobre la marcha nos creamos un grupo de WhatsApp con el nombre de "Xerco" de manera que quienes formáramos parte del proyecto pudiéramos compartir al instante cualquier información relacionada.

Presupuesto.
Para cubrir el transporte decidimos que cada cual cubriera con su dinero el transporte hasta la estación de guaguas y allí lo que haríamos sería repartirnos en coches -los que hubiera- de manera que para llegar al punto de partida de las marchas no hubiera ya más gastos.
Puesto que el seguro nos costaba cerca de los 200 € anuales decidimos aportar por persona 10 € al año; de esta forma, si todos aportábamos esa cantidad íbamos a conseguir también en esto la plena autonomía e incluso sobraría.
Cada cual en su mochilita llevaría su comida, el agua y aquello que considerara conveniente para la marcha y llegados al lugar... allí compartíamos y listo.
Hechas así las cosas el coste para la entidad de este proyecto era "0". Nos autogestionamos totalmente.

Expectativas y realidad.

Empezamos todos con mucho entusiasmo, muchas ganas y decisión de superar cualquier dificultad a base de poner cada cual de su parte todo lo que fuera necesario.
La 1ª marcha casi nos sorprende con una tormenta (de hecho tuvimos que aplazar su primer intento porque la cosa no era para menos) pero la concluimos y regresamos a casa todo justo a tiempo. Era cortita, con desniveles pronunciados pero en un trayecto muy seguro. Empezamos con una interesantísima charla formativa en el Centro de Visitantes de Anaga que nos dio muy buenas ideas para las dinámicas y juegos que engarzamos a continuación mientras desarrollábamos la caminata de ida y vuelta. Cuando regresamos al punto de partida dimos paso al compartir los alimentos que cada cual traía en su mochila y... como siempre que se comparte... siempre sobra. Luego los juegos con los niños y puesto que ya empezaba la cosa a mojar... subimos a los coches y a casa.
La 2ª y 3ª marchas fueron también en Anaga. Si la primera tenía desniveles pronunciados... la segunda también... pero mucho más abundantes. La 3ª ya fue más llanita; habíamos dado un salto cualitativo importante entre la 1ª y la 2ª y era necesario realizar una intermedia mucho más llevadera para todos.
La 4ª y última varió de lugar: Aparcamos en La Esperanza y nos fuimos por una pista forestal alternando zonas boscosas con claros en un paraje que hace años ardió víctima de uno de esos incendios que lo aniquila todo... menos esa lucha titánica del pino canario, pero también de los brezos, retamas, adernos, codesos, naranjeros salvajes, fayas,... capaces de resurgir desde sus cenizas.
A lo largo de estas cuatro marchas hemos visto disminuir el grupo: de más de 30 participantes al principio a llegar a sólo 14 en la última marcha pero, eso sí, con los ánimos intactos y el mismo entusiasmo inicial.

Lo esencial.

Queríamos dar ocasión a una mejor y más amplia relación padres-hijos en un ambiente, además, distendido, natural, alejado de los ruidos e imágenes artificiales.
Queríamos propiciar, de paso, una interacción grupal en la que vivir una serie de valores que ya están en nosotros pero se hace necesario desarrollar y potenciar lo más posible: compañerismo, amistad, solidaridad, trabajo colaborativo, respeto y cuidado del Medio Ambiente.
Queríamos que esta actividad no fuera sólo hacer ejercicio físico, ni únicamente disfrutar de la naturaleza o respirar aire limpio sino además y sobre todo llegar a nosotros mismos, trabajarnos a nosotros mismos, disfrutar cada cual de sí mismo y de quienes aquí y también a diario conviven con nosotros... pero ante quienes también reparamos poco.
Queríamos ayudar a descubrir la importancia de disfrutar del momento, del ahora y aquí,... libres del reloj, libres del corre-corre cotidiano para descubrir el gran valor que son las relaciones humanas y todo aquello que nos dignifica.
...
Y podemos decir que estamos en el camino,... ahí vamos.
De momento estamos creando un buen ambiente, confianza, naturalidad en el trato, sentido de corresponsabilidad con nosotros mismos y también con el medio natural.

Otros ámbitos.

¿Sería difícil transladar esto a mil y un ámbitos diferentes?. Si observan cómo lo hicimos nosotros descubrirán que es lo más simple del mundo y sin embargo los beneficios son enormes. Sólo se trata de QUERER y ponerse a ello.
Las claves, a nuestro juicio, son las mismas o pueden ser las mismas en todas partes:
  1. Analizar nuestra realidad y atrevernos a imaginar cómo querríamos que fuese.
  2. Determinar claramente lo que queremos conseguir y el cómo.
  3. Buscar la manera de lograr la máxima autonomía, autogestión en el desarrollo del proyecto sin depender de grandes presupuestos, arrimándonos a lo simple y sencillo.
  4. Creer en nosotros mismos; abandonar radicalmente los conceptos de "usuario, beneficiario y demás" para pasar a denominarnos todos "participantes" porque de hecho todos somos capaces y adoptar la dinámica del aprendizaje y trabajo colaborativo en todo cuanto queramos llevar a cabo.
¿Qué más vamos a necesitar?.
El sábado 27 de septiembre de 2014 nos reuniremos todos los miembros del "Proyecto XERCO" para almorzar juntos (bien sea junto al mar o en la montaña) aportando cada cual lo que quiera llevar, juntos evaluaremos con detalle el proceso llevado hasta la fecha y programaremos la etapa que abarcará lo que queda de este año 2014 hasta el verano del 2015.
Están todos ustedes también invitados.

Si quieren encontrarnos en facebook... ésta es nuestra dirección: https://www.facebook.com/rona.davis.31?fref=ts 

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