Cáritas
Diocesana de Tenerife presentó en el Espacio de las
Artes (TEA) de la capital tinerfeña su V Informe sobre Exclusión Residencial Extrema en
la Isla, financiado por el Cabildo de Tenerife a través del Instituto de
Atención Social y Sociosanitaria (IASS). La presentación se realizó en el
marco de las II Jornadas sobre Sinhogarismo organizadas por el propia IASS
junto a entidades como Cáritas, Fundación Don Bosco, Nuevo Futuro, Cruz Roja y
la Fundación El Buen Samaritano.
Dicho
informe constató en 2024 un incremento del 23% de personas en situación de exclusión
residencial extrema en la Isla respecto a 2023, situando la cifra en su máximo
histórico en los cinco últimos años, una tendencia impulsada por la grave
crisis en el acceso a la vivienda, la influencia de la gestión turística y
migratoria y las deficiencias estructurales del sistema de protección.
No en
vano, el citado documento revela la existencia de un total de 2.838 personas en
situación de sinhogarismo en Tenerife durante 2024, lo que pone de manifiesto
el agravamiento de una crisis social que ya alcanza dimensiones estructurales
en nuestra provincia.
Emergencia
habitacional.
El
informe desgrana las múltiples caras de una emergencia habitacional que se
extiende por los 31 municipios de Tenerife. Lejos de limitarse a las personas
que pernoctan en la calle, el estudio incluye todas las formas de exclusión
residencial definidas por la “tipología ETHOS” (una clasificación europea que
define y categoriza las diferentes situaciones de sinhogarismo y exclusión
residencial). Estas van desde quienes malviven en infraviviendas o
asentamientos improvisados, hasta quienes sobreviven en alojamientos temporales
o se hacinan en condiciones inhumanas. Estas variadas situaciones de
vulnerabilidad han sido incluidas en el informe en función de los distintos
escenarios de exclusión residencial que se encuentran los equipos técnicos de
atención a este colectivo con los que cuenta Cáritas Diocesana de Tenerife.
Perfil
y distribución: la concentración en los polos turísticos.
En este
sentido, la radiografía del sinhogarismo en Tenerife muestra una distribución
geográfica desigual pero significativa. Santa Cruz de Tenerife concentra el
37,1% del total, seguida de Arona (10,8%), Adeje (9,5%) y Puerto de la Cruz
(9,5%). Estos cuatro municipios, junto con San Cristóbal de La Laguna (8,4%) y
Granadilla de Abona (6,3%), reúnen al 81,6% de todas las personas afectadas por
esta situación, lo que refleja claramente la correlación entre el incremento y
las condiciones del mercado de acceso a la vivienda de alquiler residencial,
que determina en la actualidad que más personas se encuentren en exclusión
residencial. Ello se debe fundamentalmente al aumento de viviendas
vacacionales, el desorbitado aumento de precios de la vivienda libre y el
déficit de vivienda social generalizado y sostenido durante décadas a nivel
nacional.

En cuanto
al perfil de las personas afectadas, el 76,5% son hombres y el 23,5% mujeres,
mientras que el 29,2% son personas de origen extranjero, muchas de ellas
atrapadas en “laberintos administrativos”.
Causas
estructurales: cuando el sistema falla.
Además,
el análisis de las trayectorias vitales que llevan a las personas a este tipo
de exclusión revela que el 49,9% de las afectadas provenían de situaciones de
vivienda normalizada antes de caer en la exclusión. Así, la pérdida del hogar
familiar (26,1%) o los impagos del alquiler (7,2%) aparecen como
desencadenantes frecuentes, desmontando el prejuicio que asocia el sinhogarismo
exclusivamente con patologías previas.
En esta
línea, desde Cáritas Diocesana de Tenerife se entiende que estas situaciones
evidencian las carencias del Plan de Vivienda 2020-2025 del Gobierno de Canarias,
cuya inversión económica debía derivar en una mejora en el acceso de la
vivienda para la mayoría de la población residente, a través de la construcción
de unas 5.000 viviendas nuevas en cuatro años. Algo que, a día de hoy, no se ha
producido, ya que según datos del ISTAC, sólo se han construido 1.152 viviendas
en régimen protegido. A esta circunstancia se suma que un tercio de las
personas solicitantes de ayudas de alquiler durante el periodo 2024-2025 no han
podido acceder a las mismas por agotarse el presupuesto, a pesar de que en ese
mismo periodo entre 2020 y 2025 se han inscrito como demandantes de vivienda
27.500, unas 10.500 solicitudes más que en el periodo anterior.
Todas
estas medidas y respuestas “insuficientes” por parte de las administraciones
públicas, expone a un mayor número de personas a la vulnerabilidad social.
Especialmente, al colectivo de personas en exclusión residencial extrema, que
en la mayoría de los casos presentan mayores dificultades para reintegrarse en
la sociedad o sostener sus proyectos de vida. De hecho, las causas que
articulan estas situaciones se dibujan en un entramado de fallos sistémicos:
carencia de red de apoyo (43,1%), barreras administrativas (15,3%)
-especialmente la irregularidad migratoria–, y dificultades económicas (11,6%).
Por si esto fuera poco, los desahucios por impago de alquiler aumentaron un
4,5% en 2024 a nivel nacional, y Canarias se situó como la tercera comunidad
más afectada en este trágico ranking.
Salud
y dignidad: el coste humano de la exclusión.
Por otro
lado, el impacto en la salud de la exclusión residencial es devastador: el
44,5% de las personas de este colectivo padece enfermedades crónicas, con
especial prevalencia de trastornos mentales graves (14,8%), depresión (9,2%) y
ansiedad (8,3%). La comorbilidad afecta al 23,5% de los casos, y más de la
mitad de estas personas conviven con tres o más patologías simultáneas.
Igualmente,
la autopercepción del estado anímico dibuja un panorama desolador: el 87,3% se
declara desesperanzado respecto al futuro, el 83,1% padece insomnio y el 82,7%
sufre tristeza persistente, evidenciando la unión entre exclusión y deterioro
físico-mental.
Propuestas:
del diagnóstico a la acción.
Este
quinto informe elaborado por Cáritas se alinea con el «Marco Estratégico Insular para la Inclusión Social» presentado hace apenas en 2023 por el Cabildo
Insular de Tenerife, que propone intervenciones en cuatro ejes: prevención,
acceso a derechos, respuestas adaptadas y gobernanza. A través de dicho marco
reclama la implementación urgente de actuaciones vinculadas al aumento del
parque de vivienda social, la agilización del empadronamiento y la creación de
equipos puente entre la calle, los servicios sociales y sanitarios Y El Cabildo,
además de reclamar a través de este documento la implementación de estas
medidas, impulsa desde el área de vivienda y cooperación nuevas líneas de
actuación relacionadas con proyectos de viviendas sociales para las familias
tinerfeñas.
Por su
parte, Cáritas insta a todas las administraciones a asumir su responsabilidad
como “garantes de derechos” y a trabajar de forma coordinada para implementar
las soluciones que en muchos casos ya existen sobre el papel. «La vivienda es
un derecho humano, no un privilegio», recuerda el informe, citando la
Declaración de Lisboa de la Comisión Europea en 2021, donde los estados
miembros se comprometieron a que «nadie debe dormir a la intemperie por
falta de un alojamiento accesible, seguro y apropiado».
Fuente: https://www.caritastenerife.org/noticias/caritas-diocesana-de-tenerife-constata-que-2-838-personas-en-la-isla-se-encuentran-en-exclusion-residencial-extrema-la-cifra-mas-alta-de-los-ultimos-5-anos/
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