lunes, 4 de noviembre de 2024

Instituciones construyen sociedad

Con los ojos fijos en Él, en la realidad y la fe. 

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz. Carta Nº 261– 3 noviembre 2024

“Los ciudadanos no confían en las instituciones, a las que ven "alejadas" de ellos y "culpables" de normas que consideran insensibles e incluso perjudiciales”. Papa Francisco.

“Debemos trabajar juntos para garantizar la distribución equitativa de la riqueza, las oportunidades y el poder en nuestra sociedad”. Nelson Mandela.

La Academia Sueca de Ciencias entregó el premio Nóbel de Economía 2024 a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson, en reconocimiento a sus investigaciones relativas a las instituciones y su rol determinante en la prosperidad y riqueza de las naciones.

Según los galardonados, el funcionamiento de las instituciones determina la riqueza o pobreza de un país. Las instituciones pueden ser inclusivas, brindando oportunidades y participación política a la población, o extractivas, explotando a sus miembros con principios de derecho débiles y limitando su influencia en la legislación. Las inclusivas generan beneficios a largo plazo para todos, mientras que las extractivas solo proveen ganancias a corto plazo para quienes están en el poder. Así, la diferencia entre prosperidad y pobreza no radica en la geografía, sino en la calidad de las instituciones.

El proceso político es un factor determinante en la configuración de la estructura económica de las sociedades. Como señala James Robinson, "es el proceso político el que crea la estructura económica de las sociedades", y en muchos países esta estructura carece de un diseño adecuado. La falta de instituciones sólidas y coherentes que fomenten la equidad y la prosperidad ha llevado a un sistema desconfigurado, cuyos efectos son evidentes: el 50% de la población mundial vive en condiciones de pobreza, y un 25% en pobreza extrema.

La pandemia, el deterioro ambiental y los líderes políticos que priorizan sus intereses personales han agravado la realidad socioeconómica y política global, desencadenando guerras, migración, desempleo, inequidad, pobreza, corrupción, impunidad y un futuro incierto. Actualmente, el 20% más rico del mundo posee una riqueza 30 veces superior a la del 20% más pobre, reflejando una brecha de ingresos que sigue siendo abismal.

La parábola del pobre Lázaro y el rico (Lucas 16,19-31) refleja de manera cruda las profundas desigualdades que persisten y que hoy se traducen en el mal manejo de los sistemas democráticos. En América Latina, las ideologías políticas, lejos de resolver la pobreza y la inequidad, agravan las desigualdades, debilitan y destruyen las instituciones, y sacrifican la democracia. Los populismos, sin importar su tendencia, empeoran esta realidad. Como afirma James Robinson, “la democracia ha sido decepcionante en el caso de América Latina, la gente se desespera y busca otras soluciones. Es que toma tiempo crear instituciones democráticas que funcionen para cambiar la vida de la gente”.

Según los Nobel, “la pobreza y desigualdad en América Latina están profundamente arraigadas en el colonialismo y la explotación de los indígenas”, desigualdades que se perpetúan y generan exclusión y marginalización, limitando el desarrollo y aumentando la pobreza. Ecuador no es la excepción; la reducción de la pobreza ha fracasado. A junio de 2024, los indicadores post-COVID muestran que el 25.5% de la población vive en pobreza y el 10.6% en pobreza extrema. En el área rural, la pobreza afecta al 43.2% y la extrema pobreza al 24.1%, lo que significa que el 67% de la población rural vive en condiciones de pobreza (UCE, 22-10-2024).

Es urgente reconocer el problema y tomar acciones conjuntas entre el Estado y la sociedad para enfrentarlo. La restauración de la institucionalidad y la implementación de políticas públicas inclusivas, enfocadas en el bien común en áreas económicas, sociales, educativas y culturales, es hoy un imperativo. #ComuniquemosEsperanza

("Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas).



Para contactar
: cjusticiaypaz@gmail.com y justicia_ypaz@yahoo.com

PARA LA REFLEXIÓN Y LA PRAXIS:

  • ¿Qué está denunciando esta Carta 261?. ¿Sucede esto mismo en España?, ¿en qué lo vemos evidente?.
  • ¿Qué estructuras están generando desigualdad social, exclusión y, por lo tanto, un mal desarrollo en nuestra Canarias, en España?, ¿cómo podrían corregirse esas tendencias?.
  • ¿Qué estructuras, instituciones tenemos a nuestro servicio para poder llevar a cabo esas transformaciones?, ¿cómo dinamizarlas y hacerlas más vivas?.
  • ¿A qué podríamos comprometernos cada uno para ser motor interno de cambio en las instituciones?.

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