martes, 28 de mayo de 2019

Jesús, maestro de VIDA


Mateo 28,16-20
Los Once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: "Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo".

Todos los seres vivos deseamos profundamente ser felices. La alegría, las fiestas, las celebraciones felicitantes, los encuentros con quien amamos y con quienes nos aman nos hacen sentirnos bien y a gusto. Así estaban los discípulos de Jesús después de su resurrección.
Pero El con su resurrección y ascensión, que no son otra cosa que su triunfo total, se va y los deja en tierra. ¿Por qué?.

Todos aspiramos a triunfar. Jesús también, pero El lo hizo por su compromiso por los grandes valores que el hombre necesita para vivir dignamente en este mundo, como la justicia, la fraternidad, la igualdad, el amor, la solidaridad, el trabajo, el bien común, la educación, el compromiso con la Tierra. Jesús se hizo Tierra, fue Tierra, vivió en la Tierra, vivió de la Tierra. Asumió en todo la condición humana, la condición humana de los más pobres, de los más desgraciados, la condición de los esclavos, pasando por uno de tantos, acabando su vida como una de las personas más desgraciadas de este mundo, perseguido, traicionado por uno de los suyos, condenado a muerte, torturado y ejecutado con la peor pena de muerte, morir clavado a una cruz traspasado por el sufrimiento, hasta sentirse abandonado de Dios, del cual El había hablado tan bien y en el que tenía tanta confianza, hasta el punto de decirle “¡Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado!”

Jesús no fue maestro de ninguna asignatura, pero fue un:
  • -gran maestro de vida: “yo he venido para que todos tengáis vida y vida en abundancia”;
  • -gran maestro de amor: “amaos unos a otros como yo os he amado”;
  • -gran maestro de justicia: “dichosos los que tienen hambre y sed de justicia”;
  • -gran maestro de fraternidad: “a nadie llaméis señor sobre la tierra porque todos vosotros sois hermanos”;
  • -gran maestro de la amistad: “vosotros sois mis amigos porque nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos”;
  • -gran maestro de esperanza: “seré perseguido, condenado a muerte y crucificado, pero al tercer día resucitaré”;
  • -gran maestro de fortaleza: “Padre, aparta de mi este cáliz de sufrimiento, pero no se haga mi voluntad sino la tuya";
  • -gran maestro de compasión: “me da lástima de esta gente, porque andan como ovejas que no tienen pastor”;
  • -gran maestro de fe: “Padre, yo sé que tu me escuchas siempre”;
  • -gran maestro de luz: “yo soy la luz del mundo, quien me sigue no anda en tinieblas”;
  • -gran maestro de humanidad: “recorría Jesús toda Galilea curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”;
  • -gran maestro de humildad: “no he venido para ser servido, sino para servir y dar mi vida por todos”;
  • -gran maestro de igualdad de género: “Iba Jesús por ciudades y pueblos acompañado de los doce apóstoles y algunas mujeres, María Madalena, Juana, Susana, y otras muchas que le servían con sus bienes”;
  • -gran maestro de fortaleza y valor: “Jesús se adelanta y les pregunta: ‘¿a
  • quién buscáis?’ Contestan: ‘a Jesús Nazareo’. Díceles Jesús: ‘Yo soy’”;
  • -gran maestro de compromiso: “Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí, y doy mi vida por las ovejas”;
  • -gran maestro de la verdad: “yo soy la verdad, la verdad os hará libres
  • -gran maestro de predilección por los pobres: “dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de los Cielos”;
  • -gran maestro de la dignidad humana: “el más pequeño entre vosotros será el más grande en el Reino de los Cielos”;
  • -gran maestro del perdón: “Padre perdónales porque no saben lo que hacen”;
  • -gran maestro de paz: “dichosos los que trabajan por la paz”;
  • -gran maestro de misericordia: “dichosos los misericordiosos porque alcanzarán misericordia”.
  • -gran maestro del sentido trascendente de la vida: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá."
  • -gran maestro del valor de lo pequeño: “el que dé tan solo un vaso de agua no quedará sin recompensa”.
  • -gran maestro de salud: “pasó por el mundo haciendo el bien, curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.
Una cosa son los conocimientos, pero otra la sabiduría. En el mundo actual hay muchos conocimientos, pero muchas veces faltos de sabiduría, de tal manera que se utilizan para hacer bien el mal como las armas de guerra, la explotación de la naturaleza, enriquecerse a costa de los demás. Las enseñanzas de Jesús no son de conocimientos técnicos, pro sí son las más importantes y sublimes enseñanzas de sabiduría que ha conocido la humanidad para hacer un mundo más bueno, más justo, más humano, más alegre, más feliz y felicitante, más lleno de vida.

Por todo ello, Jesús se hizo infinitamente digno de la plenitud de la Resurrección y la Ascensión. Ahora nos toca a nosotros seguir su camino: ejemplo os he dado para que hagáis vosotros lo mismo. Para eso dejó Jesús a los discípulos en la tierra, y para eso mismo estamos nosotros en ella. Como Jesús tenemos que ser Tierra, hacernos Tierra, vivir en la Tierra, salvar la Tierra, y con ella asumir en todo la condición humana, la condición humana de los más pobres y necesitados, de los más débiles e indefensos, incluida la misma Tierra.

Todos esos grandes valores que Jesús practicó y enseñó, son plenamente universalizables. Tarea nuestra es hacer que lo sean, y hacer la vida más digna a todo ser humano y a toda la creación. Así triunfaremos juntos unos con otros para esta vida y para la plenitud definitiva.

Un cordial abrazo a tod@s.- Faustino Vilabrille

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